Director : Francis Ford Coppola
Producción : Albert S. Ruddy para Paramount Pictures
Guión : Mario Puzo y Francis Ford Coppola, basado
en la novela de Mario Puzo
Fotografía : Gordon Willis
Montaje : William Reynolds y Peter Zinner
Música : Nino Rota
Reparto :
Marlon Brando (Don Vito Corleone),
Al Pacino (Michael Corleone),
Diane Keaton (Kay Adams),
Robert Duvall (Tom Hagen),
James Caan (Sonny Corleone),
John Cazale (Fredo Corleone),
Talia Shire (Connie),
Richard Castellano (Clemenza),
Richard Conte (Barzini),
Al Lettieri (Sollozzo),
Sterling Hayden (Capitán McCluskey),
Al Martino (Johnny Fontaine),
Gianni Russo (Carlo),
Lenny Montana (Luca Brasi), Alex Rocco (Moe Green), Abe Vigoda (Tessio)
Duración : 171 minutos
Ganadora de 3 premios Oscar :
Mejor Película
Mejor Actor (Marlon Brando)
Mejor Guión Adaptado
Tras muchas dificultades alguien le hizo a Pacino «una oferta que no podía rechazar» (la película consiguió
que esta frase pasara a formar parte del lenguaje corriente). Pacino se
hizo con el papel de Michael Corleone en la versión cinematográfica
del bestseller de Mario Puzo, y el resto es historia. Ésta fue
la película que catapultó a Pacino al estrellato.
En el Nueva York de la posguerra, tras la segunda contienda mundial,
Don Vito Corleone (Marlon Brando) es uno de los padrinos de la comunidad
italiana. Sus dos hijos, Sonny (James Caan) y Fredo (John Cazale), son
parte esencial del negocio familiar. Su hijo adoptivo, Tom Hagen (Robert
Duvall), hace las veces de abogado de la familia pero, generalmente, se
le mantiene al margen de los asuntos sucios del negocio. El tercer hijo
de Corleone, Michael (Al Pacino), que ha servido en el ejército
durante la guerra, mantiene opiniones distintas a las de la familia y,
en principio, no quiere saber nada de sus asuntos.
Los Corleone son, en la medida de lo posible, gángsters «buenos»,
avalados por sus autojustificaciones. Sólo trafican con los vicios
«inocuos» del juego y la prostitución. Cuando alguien
señala que «los senadores y presidentes no ordenan asesinar
a nadie», ellos lo acusan de ingenuidad. Don Corleone no quiere
meterse en el «negocio sucio» de la venta de droga, y no por
los inocentes a los que se podría corromper, sino porque «sus
amigos de las altas esferas» no podrían hacer la vista gorda,
que es lo que hacen con sus actividades menos controvertidas (aunque igual
de ilegales).
La tajante negativa, no tan bienintencionada como parece, de Don Corleone
a traficar con narcóticos provoca una guerra entre las familias
del crimen y la primera baja es el propio Don. Al ver que su familia está
en peligro, la actitud de Michael cambia: asesina con sus propias manos
a dos enemigos de su padre a quienes la sorpresa impide reaccionar. Ese
episodio cambiará completamente el rumbo de su vida, pues al cabo
de poco la corrupción ya se ha adueñado de su persona. Decide
tomar las riendas de la familia y, muy pronto, los métodos que utiliza
para eliminar a sus enemigos ya son equiparables en crueldad a los que
su padre usara antes que él. Al parecer, el nuevo padrino se siente
cada vez más cómodo en su papel.
Completamente absorbente, a lo largo de sus casi tres horas de duración,
El padrino está llena de claroscuros y de tonos saturados que subrayan
las escenas de conversaciones entre mafiosos, siempre intrigando y jurando
venganza y destrucción. Entre los primeros asesinados está
uno de los secuaces de Corleone, Luca (Lenny Montana), al que matan mientras
se está tomando una copa tranquilamente en un bar desierto, en
compañía de otros miembros del cártel de la droga.
De pronto, uno de los hombres hinca un cuchillo en su mano y se la clava
en el mostrador del bar, mientras otro le estrangula por la espalda. Se
produce luego otro asesinato, menos espectacular, en la persona de otro
partidario de Corleone, Paulie (John Martino), al que un socio (que se
mantiene en el fondo de la imagen) le dispara un tiro a bocajarro en la
nuca, mientras Clemenza (Richard Castellano), un amigo de la familia, que
ha ordenado el golpe, orina en unos arbustos situados junto a la carretera,
en primer término. Estos gángsters no sólo hablan
del asesinato como algo casual, sino que incluso lo ejecutan de ese modo.
El homicidio de Sonny en el peaje de una autopista también es
muy emocionante, al igual que los acontecimientos que conducen a él.
En primer lugar, Connie (Talía Shire), hermana de Sonny, tiene
una disputa doméstica con su astuto e inútil marido Carlo
(Gianni Russo), que a la sazón se ha pasado al bando de los enemigos
de los Corleone, en el curso de la cual hacen pedazos casi toda su vajilla.
Carlo le pega una buena paliza a Connie aun sabiendo que, en cuanto la
noticia llegue a oídos de Sonny, saltará al volante de su
coche y le buscará.
A continuación, sucede su muerte en una emboscada mortal en
la que es ametrallado.
A partir del intento de asesinato de Don Vito Corleone y de la
muerte de Sony, Michael coge las riendas de la "empresa" familiar y decide
actuar como su padre lo habría hecho, quitando de en medio a toda la gente
que le ha vendido, asi como a todos sus contrincantes más cercanos y peligrosos.
En el final de la película se ve como a Michael se le
nombra Don y como su padre muere en el jardin de su casa una vez pasados
todos los "poderes" a su hijo.