Yo quisiera hacer un llamamiento de manera especial a los hombres del ejército y en concreto a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles: hermanos, son de nuestro mismo pueblo, matan a sus mismos hermanos campesinos y ante una orden de matar que dé un hombre debe revalecer la ley de Dios que dice "No matar". Ningun soldado está obligado a obedecer una orden contra la ley de Dios. Una ley inmoral, nadie tiene que cumplirla.
Ya es tiempo de que recuperen su conciencia y que obedezcan antes a su conciencia que a la oreden del pecado.

La iglesia, defensora de los derechos de Dios, de la dignidad humana, de la persona, no puede quedarse callada ante tanta abominacín.

Queremos que el gobierno tome en serio que e nada sirven las reformas si van teñs con tanta sangre. En nombre de Dios, pues, y en nombre de este sufrido pueblo cuyos lamentos suben hasta el cielo cada día mas tumultuosos, les suplico, les ruego, les ordeno en nombre de Dios; Cese la represión.

23, MARZO, 1980/VIII 382.
PALABRAS DEL MONSEÑOR ARNULFO ROMERO

He sido frecuentemente amenazado de muerte. Debo decirle que, como
cristiano, no creo en la muerte sin resurrección. Si me matan
resucitaré en el pueblo salvadoreño. Se lo digo sin ninguna
jactancia, con la más grande humildad.

Como pastor, estoy obligado, por mandato divino, a dar la vida por
quienes amo, que son todos los salvadoreños, aun por aquellos que
vayan a asesinarme. Si llegaran a cumplirse las amenazas, desde ya
ofrezco a Dios mi sangre por la rendición y por la resurrección de El
Salvador.

El martirio es una gracia de Dios que no creo merecer. Pero, si Dios
acepta el sacrificio de mi vida, que mi sangre sea semilla de
libertad y la señal de que la esperanza sera pronto realidad.

Mi muerte, si es aceptada por Dios, sea por la liberación de mi
pueblo y como un testimonio de esperanza en el futuro. Puede usted
decir, si llegasen a matarme, que perdono y bendigo a quienes lo
hagan. Ojalá, sí, se convenzan que perderán el tiempo. Un Obispo
morirá, pero la Iglesia de Dios, que es el pueblo, no percerá jamás
Image courtesy of Salt of the Earth
FREEDOM TRIBUTE TO MURDERED ARCHBISHOP OSCAR ROMERO
Catedral Metropolitana de San Salvador
23 mar.'80 
ÚLTIMA HOMILÍA EN CATEDRAL...
(Arzobispo de San Salvador 1917-1980).
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