A galope tendidoResulta imposible apreciar esta película sin no se tiene en cuenta que está hecha desde la inocencia del amor a un género que es el Western. El personaje principal, Jaime (Aitor Merino), se deja el sueldo en un cine donde reponen películas como “Solo ante el peligro”. Del cine salen unos jubilados comentando: “Esas si que eran películas no como las de ahora que si no joden no se quedan a gusto”. Julio Suárez Vega pretende recuperar la inocencia del cine de antaño, su concepto de entretenimiento, su épica y su tono aventurero. Lo consigue en parte gracias a un guión escrito a la americana, con voluntad de precisión pero a veces con falta de chispa en los diálogos. Se intuye un indicio de atrevimiento pero parece que algo ha frenado lo que parece un director lanzado, quizá el síndrome de “la primera vez”. Se echa en falta una osadía que se huele pero no se cata. Tiene toques de puesta en escena realmente brillantes como las secuencias del tren. Pero de todos modos, aun con sus pecadillos, es una aventura loable en un panorama de producción centralizado (casi exclusivamente madrileño) por su rodaje en León y por el carácter inocente de la propuesta (cine familiar). Definitivamente es un esfuerzo que merece la pena ser aplaudido.

 
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