Después del éxito conseguido con la fantástica y gamberra
"Airbag", el trío compuesto por Karra Elejalde, Fernando
Guillén Cuervo y Manuel Manquiña vuelven a la carga
dispuestos a no dejar títere con cabeza con "Año Mariano",
una "comedia alucinógena" como ellos mismos se encargan de
describir.
Mariano (Elejalde) es un perdedor, un "colgao" que vaga de un
lado a otro con el alcohol como combustible, pero las cosas están a
punto de cambiar para él. Una noche, después de no haber parado de
beber, tiene un accidente de coche y se estrella contra un campo
vallado. Lo curioso del asunto es que ese campo es un plantación de
marihuana, y precisamente entonces la Guardia Civil lo está
incinerando. Con tanto humo alucinógeno, Mariano acaba
"colocado" y se le aparece la Virgen (o por lo menos eso cree
él). Lo que ocurre es que en ese momento hay una procesión que
transporta una imagen de la madre de Dios para hacer que llueva. Se
encuentran con el pobre Mariano, quien afirma haberla visto, y se pone a
llover. Las gentes, maravilladas y al grito de "aleluya", le
convierten en un nuevo Mesías. Al poco tiempo aparecerán los más
variopintos personajes, como Tony Towers (Guillén Cuervo), un casposo
representante de estrellas, dispuestas a sacar tajada de tan suculento
pastel.
El argumento lo dice todo. Y es que cuando Elejalde, que ha actuado en
películas como "Tierra" o "La ardilla roja", se
junta con "malas compañías" (aunque hayan merecido algún
que otro Goya, como Guillén Cuervo en "Boca a boca" ) no
puede salir nada serio, aunque ellos afirmen que han reanudado su
andadura cinematográfica para apartarse de su "abyecto pasado
de pecado y depravación" , mostrado en "Airbag".
Después del éxito conseguido con la fantástica y gamberra
"Airbag", el trío compuesto por Karra Elejalde, Fernando
Guillén Cuervo y Manuel Manquiña vuelven a la carga
dispuestos a no dejar títere con cabeza con "Año Mariano",
una "comedia alucinógena" como ellos mismos se encargan de
describir. 
Mariano (Elejalde) es un perdedor, un "colgao" que vaga de un
lado a otro con el alcohol como combustible, pero las cosas están a
punto de cambiar para él. Una noche, después de no haber parado de
beber, tiene un accidente de coche y se estrella contra un campo
vallado. Lo curioso del asunto es que ese campo es un plantación de
marihuana, y precisamente entonces la Guardia Civil lo está
incinerando. Con tanto humo alucinógeno, Mariano acaba
"colocado" y se le aparece la Virgen (o por lo menos eso cree
él). Lo que ocurre es que en ese momento hay una procesión que
transporta una imagen de la madre de Dios para hacer que llueva. Se
encuentran con el pobre Mariano, quien afirma haberla visto, y se pone a
llover. Las gentes, maravilladas y al grito de "aleluya", le
convierten en un nuevo Mesías. Al poco tiempo aparecerán los más
variopintos personajes, como Tony Towers (Guillén Cuervo), un casposo
representante de estrellas, dispuestas a sacar tajada de tan suculento
pastel.