Aunque éste es el primer
largometraje de Aardman,
el equipo ya es sobradamente conocido en todo el
mundo como el creador de Wallace &
Gromit y de Creature Comforts. El hecho de haber ganado diversos
Oscar les había abierto la puerta ya hacía
tiempo al largometraje, pero Peter Lord (que dirige la película junto a Nick Park) explica que "otras
compañías se hubiesen precipitado, y os aseguro
que nos han ofrecido montones de historias y
guiones. Pero estábamos esperando algo que
realmente nos gustase, y no queríamos
precipitarnos". Finalmente la idea
surgió del mismo equipo, en lugar de venir de
fuera. Nick
Park dibujó un día
una gallina cavando con una cuchara por debajo de
una alambrada. A partir de esta sencilla imagen Lord y Park fueron
desarrollando la idea base de una película de
fuga, pero protagonizada por gallinas. "La
idea de unas gallinas maquinando un plan de fuga,
cavando un túnel para conseguir su libertad,
ofrecía muchas posibilidades cómicas y
presentaba una situación con la que el público
podía simpatizar" comenta David Sproxton, productor de la película. En el
proyecto se interesaron tanto Jake Eberts, productor ejecutivo que había
adquirido experiencia en el mundo de la animación
gracias a James y el melocotón gigante, como Jeffrey Katzenberg, de Dreamworks. Ambos conocían y
admiraban los anteriores cortos de Aardman, y se
convirtieron inmediatamente en productores
ejecutivos del film. La
idea que desarrollaron Lord y Park fue
la base para el guión de Karey Kirkpatrick, sobre un grupo de gallinas
dispuestas a todo para escapar de la granja de la
temible señora Tweedy, obsesionada con hacerse
rica aunque para ello tenga que pasar por encima
del cadáver de nuestras protagonistas... y nunca
mejor dicho.
Para que la historia
resultara divertida más allá de la simple anécdota,
estaba claro que lo más importante era
desarrollar unos personajes que fuesen graciosos
en sí, empezando por Ginger, la líder de las
gallinas, y Rocky, el gallo americano chulito que
debe ayudarlas a escapar.. Su nacionalidad no es
en absoluto casual, sino que Kirkpatrick la escogió para poder crear un
conflicto cultural entre los dos personajes. El
actor que pusiese la voz a Rocky debía resultar
lo suficientemente encantador como para volver
loca a Ginger (y al resto de sus compañeras)
pero al mismo tiempo aportar un toque engreído
al papel. "No creo que haya un actor
norteamericano al que no hayamos escuchado
mientras buscábamos la voz adecuada para este
papel (...) Mel ha sido una elección
irresistible", dice Park, refiriéndose a Mel Gibson, que prestó su voz al personaje
con mucho gusto: "He sido un gran
admirador suyo desde que empezaron la serie de Wallace
& Gromit, y a mis hijos
les encanta. Son divertidísimos y hay mucho arte
en lo que hacen, tienen un don especial.
Francamente, el proyecto me pareció muy gracioso
y me encantó el personaje", ha
dicho el actor.
Julia
Sawalha (Venus & Mars, En lo más crudo
del crudo invierno,
Viento
en los sauces, Buddys song) es la actriz que da la réplica a Gibson en el papel de Ginger. Sin embargo,
sólo coincidieron una vez en las grabaciones, el
resto se hicieron por separado y se juntaron
posteriormente. Y es que nunca se sabe lo que una
película de este calibre puede ocultar detrás,
enormes dificultades sólo salvables con ingenio
y, por supuesto, con tecnología. El trabajar con
plastilina, por ejemplo, supone incontables
esfuerzos, ya que todo, absolutamente todo, tiene
que ser montado y rodado fotograma a fotograma.
Entre éstos hay sólo leves cambios de posición,
que juntándose después crean una sensación de
movimiento continuo. Si tenemos en cuenta que
cada segundo necesita 24 fotogramas, uno puede
imaginarse la dificultad del rodaje... utilizándose
28 platós al mismo tiempo, cada uno con
distintos decorados, se podían conseguir al cabo
del día unos diez segundos de película, así
que sólo hay que echar cuentas!!. Además hay
escenas que son más difíciles que otras. Por
ejemplo, el baile en el corral, que contiene
numerosos personajes y un decorado muy trabajado,
fue realmente complicado. Hay que tener en cuenta
que en cada fotograma cada uno de los personajes
mueve un poco las patas, las alas, los ojos, la
cabeza... eso sin contar el movimiento de los
objetos, los cambios de iluminación, etc. Para
que todo resultase perfecto (y debía serlo,
puesto que un pequeño error puede alterar la
continuidad de toda la secuencia) todos y cada
uno de los movimientos de los personajes y de la
cámara fueron planeados con antelación sobre el
papel.
La construcción de todo lo
que aparece en el filme es artesanal. Los
decorados son tridimensionales y hechos con
materiales diversos, como si fueran reales pero a
tamaño reducido. De los personajes se sacaron
dos copias, una más grande y otra menor, entre
otras cosas para poder crear la sensación de
perspectiva. Los cuerpos regordetes sobre unas
patas diminutas tampoco fueron fáciles de
conseguir. Se construyeron con silicona sobre un
armazón que les servía de base. Las cabezas y
las alas eran intercambiables, para poder escoger
la mejor expresión en cada momento, y a cada
animal se le puso un collar o un pañuelo para
disimular las junturas. Hasta los más mínimos
detalles se cuidaron, el vestido de la Sra.
Tweedy fue hecho a mano (y llevó semanas), y el
punto que teje la gallina Babs es real.
Además de comprobar todo
esto in situ, hay otro aliciente para los
espectadores que vayan a ver la película en
versión doblada. No oirán la voz de Gibson, pero sí la del dúo Gomaespuma (Guillermo Fesser y Juan Luis Cano), que interpretan a Nick y Fetcher,
las dos ratas que ayudan a las gallinas a escapar.
Fesser y Cano han
contribuido también en la adaptación de los diálogos
de la película al castellano, y quienes les
hayan escuchado algún día en M80, sabe que esto
sólo puede significar algo bueno...
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