EL MACHO IBERICO DE LA VIEJA GUARDIA: De bien nacidos es ser agradecidos, todos los machos ibéricos del fin de milenio debemos lo que somos a nuestros mayores que se han ocupado de mantener las tradiciones e inculcarnos los valores de todo macho ibérico que se precie. Para ellos siempre habrá un lugar de honor en la LPMI aunque de poco les valga porque la Liga pasa por ser una asociación virtual que tiene su sede en Internet y ellos no saben si eso es un nuevo tipo de microondas o un modelo de coche.
EL MACHO IBÉRICO RURAL: Es el macho que conserva más intactas todas sus potestades, el auténtico jefe de la casa y cabeza de familia. Se sueleTtirar a la Bartola sobre la hierba (sin embargo esta costumbre está cayendo en desuso porque cada vez quedan menos doncellas llamadas Bartola a las que poder seducir tras encontrarlas dando un paseo por el prado). Actualmente es el único representante de la especie en las verbenas de verano, se le puede reconocer tras la faria y el palillo de dientes. Para contactar con alguno de ellos se puede acudir a cualquier bar de carretera a la hora de la partida de tute.
"EL MANOLO": Representante típico de la moda Eurovisión 73. Mantiene la elegancia que distinguió al macho ibérico en la década de los 70: patillas enormes, gafas de sol, camisa floreada sin los tres botones superiores para no tener que abrocharlos nunca y pantalones de campana. Aún suele usar el siempre socorrido "¿Estudias o trabajas?" por las discotecas de moda. Es un complemento ideal para este tipo el Seat 600, 124 o Biscooter trucados y con los asientos forrados de leopardo.
EL PECHOLOBO: El felpudo torácico es motivo de orgullo para
el macho ibérico. Todo aquel que lo muestre con orgullo está
manteniendo vivo el espíritu del macho ibérico. Representa
la culminación de la especie. La LPMI repudia a todos aquellos nadadores
y atletas que recurren a la depilación total como medio para mejorar
sus marcas y pretende luchar contra esta mutilación del vello corporal
tan deleznable. Como dijo Bartola la zoófila en clara referencia
a la abundante mata de pelo de ambos: "El hombre y el oso cuanto más
feo, más hermoso".
EL HINCHA IBÉRICO: ("Me gusta er furbo, los domingos por
la tarde la mayó de mi afisioneees..."). El macho ibérico
es futbolero por naturaleza. El retrato del macho ibérico el domingo
por la tarde con su transistor pendiente del carrusel deportivo y la quiniela
forma ya parte de la idiosincrasia popular de nuestra patria. Desde 1964,
tras largas conversaciones con los hinchas ibéricos, se admite también
como machos ibéricos a ciertos árbitros. Categoría
paralela a la del hincha ibérica es la de los aficionados a los
Toros, dignos representantes también del macho ibérico. Ganan
puntos de cara a la LPMI quienes acuden al estadio o la plaza con la bota
de vino bajo el brazo.
EL MACHO IBÉRICO FELIZ: La curva de la felicidad, la hermosa barriga, que suele aflorar en el macho ibérico generalmente tras pasar por el altar con el fin de perpetuar la especie, es condictio sine qua non para ser un macho ibérico completo. La LPMI recomienda la práctica habitual de deportes como el sillón-ball y el levantamiento de vidrio que ayudan a hacer más hermoso y digno el cuerpo humano. La Liga quiere aprovehar la ocasión para saludar calurosamente a los fabricantes de cerveza, al inventor del zappin, a las boutiques de tallas especiales y por extensión a la entidad "La vaca que ríe" por su apoyo moral.
EL VAGO IBÉRICO: Es este otro tipo ancestral de macho ibérico.
Máximas como el "Mejor lo hago mañana" o el "Sólo
un ratito más" han forjado el carácter del vago ibérico.
También ha dejado su impronta en dichos populares como "para no
levantarse con el pie izquierdo lo mejor es no levantarse" o "deja siempre
para mañana lo que no te apetezca hacer hoy". La bendita siesta,
de origen visigodo, dignigica al buen macho ibérico. Por último
hay que destacar que el vago ibérico suele desembocar en el tipo
del macho ibérico feliz anteriormente visto.
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