LA LUZ DE LA LEJANIA
(A la inconmensurable noche bañada de estrellas)
Allá lejos, susurra alguien.
Cada vez más lejanos caminos celestes.
Luces que no dejan de encandilar
Para vestir la noche ¿a quién iluminan?
A todos los seres que asoman sus ojos al camino.
Distancia, camino andado.
Son creaciones del hombre.
(no quieran engañar al gaucho de mi tierra)
¡El tien su luz infantil!
Son las bellas luciérnagas de la noche estrellada.
Ellas, únicas, pequeñas traviesas,
Andan con su prende y apaga,
En los campos de mi aldea, de mi tierra Argentina.
Señoras aquellas, por su lejanía, incanzables,
Se reflejan en el charco, queriendo regalarle claridad.
Allá las vi en el jagüel, en el rocío de la rosa carmesí
¡Quién no las ama!
Pero el bichito de luz busca rebelde
La mnao del niño que lo quiere atrapar.
Les place escurrirse entre los pequeños tiernos dedos,
Juegan acaso como la sortija de la calesita
(quien no vivia con el sueño de la vuelta gratis, quien no guarda
la ternura de un bichito y su luz atrapada, luego de mil manotones...)
La alegría pinta la cara del niño
Cacé uno ¡Mamá! y ya se le escapa otra vez al briboncito...
Por un instante tocó la luz
Por un instante fue dueño de una
Pancita de luz viviente.
¡Vivencia infantil! De noche estival.
La lejanía de las estrellas quedaron atrapadas
En tiernos bichitos de luz (farolitos del cielo=
Son como hermanos (estrellas y luciérnagas de la mano)
Que bello unirlos
Allá en la bóveda celeste, eternas luces
Aquí en la tierra, la tierna luz
De los inigualables bichitos de luz.
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