Lo esencial dentro mío,
saltó en lágrimas
y ya no pude nombrarte,
solo sentirte.-
No necesito decir tu
nombre,
tu nombre antigüo y
querido
ya no es tu nombre;
es la camisa que dejaste
para lavar,
es el pantalón
que le dí a los pobres,,
es la flor que me regaló
tu nandina.-
Por si fuera poco, tu
nombre
se juntó con el viento
y corre por éstos campos,
acariciando lo que
encuentra,
revoltijeando mi cabello,
y contándome todo aquello
que yo no puedo
recordar.-...........
Año 96.-
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