POEMA 6
Los perros supieron contenerse.
Afuera una nebladura traía su soledad amotinada.
Olieron manchas de abandono y temblaron lo que después se supo era conocimiento de fuego.
Esperaban tardes inalcanzables como la lejanía.
Detrás de la ventana.
Oscurecidos en el rastro que pudieran derrumbar. |