-----Una historia genial. Hecho que se tiene que reconocer al dramaturgo inglés Noel Corward, que escribió la obra dramática en la que estaba basada la película.

-----La verdad es que la composición es completamente teatral: prácticamente sucede en un mismo espacio y en un solo día. Es por eso que su construcción en película no tiene demasiado sentido, a no ser el de una explotación mucho más rendible que en tablas de la historia.

-----Pero el nuevo trabajo del director Eris Styles no ha sido en vano. Los guionistas han sabido aprovechar el potencial de la historia y de los diálogos de la obra de Coward. Pero sobretodo tenemos que estar agradecidos de esta película porque nos ha permitido ver actuar a actores ingleses como Stephen Fry (haciendo de mayordomo típico inglés sabelotodo) y Sophie Thompson (interpretando espléndidamente el papel de una criada insegura y recatada).

-----"Gente con clase" es una comedia sencilla, incluso un tanto predecible, pero muy, muy divertida. Recomendable para todos aquellos a quienes les guste balancearse en el límite de la ironía y el cinismo típicamente ingleses.

-----Existe una cierta morriña por lo que se trata a aquellas películas de estudio, con dos estrellas con una vida completamente tomada por las majors, para crear ese deseo de lo imposible, no sólo en la pantalla, si no también fuera de esta. En esta película no sólo se nos muestra con un gran acierto lo que era el cine en aquellos momentos para la sociedad, para las clases más bajas, como para aquellos que trabajaban en el cine. Se ha conseguido crear una película que habla de los años 50, tal y como si fuera una película de esos años. Si nos fijamos bien en la luz, esa luminosidad que se da a la casa inglesa, los vestidos que lleva Jeanne Tripplehorn, y sus peinados, que nos pueden recordar, no casualmente, a los pudiera llevar Lauren Bacall o Katherine Hepburn. Y las escenas en que están juntos ella y William Baldwin, tienen un extraño parecido a todas aquellas en que veíamos tan cerca de Lauren Bacall y Humphrey Bogart. Julie Andrews está espléndida como salvadora de la clase inglesa ante el glamour y la falsedad de Hollywood, algo que si somos perversos, también podríamos ver como un doble filo, y que también se refiriese al cine de estos dos países.