La
Bendición
(Bless the
Child)
-----A juzgar por la cantidad de películas que hemos podido ver últimamente sobre elegidos y posesiones demoníacas, el fin de los tiempos debe estar cerca. Y, al menos en este caso, la industria del cine parece querer prepararnos para este trance redimiéndonos de todos nuestros pecados a base de la penitencia de tener que ver películas como "La Bendición".
-----La película pierde todo su interés prácticamente a los diez minutos de empezar, en cuanto se comprueba que no sólo no va a a portar nada nuevo, sino que va a seguir el esquema típico y aburrido ya de tan usado sin aplicar apenas ninguna variación, a saber: niña indefensa e inocente, un tanto especial, que descubre que tiene poderes sobrenaturales, unos malos malísimos con ganas de apoderarse de ella a toda costa y unos buenos buenísimos intentando salvarla de las garras del Maligno. Enfrentamientos mil veces vistos, reacciones harto previsibles y el inevitable final de destrucción llenan las casi dos horas de película, durante las cuales el espectador se revuelve en su asiento, primeramente impaciente y después ya francamente aburrido, rezando para que el director aporte a la película algo más que un ritmo inestable y de un giro a la historia que le aporte interés, aunque para ello el Mal deba apoderarse definitivamente del mundo.
-----Todo este desaguisado no lo arreglan ni Kim Bassinger, en un papel flojo y francamente lejos de la categoría de otros suyos, ni Cristina Ricci (por cierto, a todos sus seguidores, no os engañeis: aparece diez minutos largos en toda la película, durante los que no puede ni desplegar su habitual "encanto"). Lo mejorcito es la niña, santa pero no por ello tonta, interpretada por Holliston Coleman, que debuta en la gran pantalla.
Miss. Minerva L. 19.01.2001 |
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