Lucía y el Sexo

-----Esperadísima película de uno de los directores de culto de nuestro país, de pequeñas grandes masas, y que se conocía por no venderse, por hacer lo que realmente quiere, pero todos acaban cayendo hacia el poder del don dinero, ese ser de papel de color verde.

-----Vender una película no es difícil, ya se sabe, hay mucho sexo, y todos babeando para ver a Paz Vega desnuda. Pero todo eso solo se aguanta hasta que se ve la película. Si puede pensarse que está aprovechando el sexo para vender las entradas.

-----La historia si que sigue las líneas generales de locura mental del director, y guionista único de la película. Pero no ha podido mantener la estructura narrativa habitual de sus anteriores películas, dejando bastante de lado la mirada, centrándose en palabras, textos leídos en voz en off... cosa que retrae la intensidad de las imágenes.

-----Hay que pensar mucho en las dos historias que cuenta paralelamente, el pasado y el presente, diferenciados por seis años. Con dos estilos de visión muy diferentes, el pasado oscuro, perdido, sin una vista al futuro demasiado clara, y cargada de tendencia sexual. Por otro el presente, claro, con el infinito para otear el futuro, y con una luz extremadamente fuerte que puede quemar la vista, y no ver lo que tenemos aquí al lado.

-----La estructura, demasiado clásica, cortes secos, mucho flash-back, mal utilizado, hace que puedas perder interés por la historia, y sobretodo que parezca demasiado larga, cosa que no sucedería si se nos contara la historia de manera cronológica, o más recortada en su longitud. Esto viene dado a crear un estilo de película más apta para todo tipo de espectador que pueda asistir a la sala, ya que se ha vendido para que vayan muchos más que los fieles admiradores del cine de Medem, que en esta ocasión saldrán decepcionados respecto al resto de su filmografía.

-----Pero cabe destacar lo bueno que ha conseguido el director vasco en esta película, se trata de la interpretación que ha conseguido sacar a Paz Vega, que hasta el momento no había conseguido realizar un personaje creíble en su carrera, y aquí, seguramente por la presión que le habré creado el director, o por pensar más en no tener vergüenza al desnudarse que interpretar, la chica ha creado un gran personaje, que también tiene Najwa Nimri, algo más habitual en ella, y no en Tristán, el alter ego en la película de Julio Medem. La que si está espléndida en su pequeña y breve aparición es Elena Anaya, que crea un personaje lleno de perversión sexual, que es el que consigue volver loco a Lorenzo, y de ahí deriva todo lo que sucede en la película.

*** por sacar lo mejor de las actrices k-os-dixit
22.08.2001

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