No quiero morir un domingo
(J'aimerais pas crever un dimanche)

-----Personajes puestos en el límite de la verdad, obsesionados con el sexo, viciosos, siempre en lo que la sociedad considera mal hecho. Esa mentalidad perdida es la misma con la que se nos muestra la historia, las imágenes, la música, la ambientación. Cabe destacar la gran interpretación de los protagonistas Elodie Bouchez y Jean-Marc Barr, que le dan el ritmo que necesita la película en todo momento, extraño, y en muchos momentos sin sentido, pero que al final, todas las piezas del puzzle encajan.

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