No somos nadie

-----Muchas son las opciones que se le presentan a un director cuando decide realizar su primer largometraje. Jordi Mollà después de sus cortometrajes ha decidido arriesgarse en su primer largo, dentro de un cine, el español, que siempre ha cuidado lo que dice, y nunca se atreve a criticar a quien se lo merece, con mayor o menor razón. El actor, convertido en director, ha decidido en esta ocasión entrar a criticar no sólo la televisión, si no todo el sistema televisivo, lo que a este medio rodea, incluyendo a los espectadores, por mucho que nos pese. Estructuralmente la película es sentirse delante de un televisor, y estar zappeando constantemente, a razón de la floja, e interrumpida programación que se ve en la pantalla. De manera que se cambia constantemente de situación, pero sin un segundo de descanso, ya que a través del montaje se consigue, con muchos cortes, y escenas rápidas, anuncios, y demás dar una fuerte velocidad a la película, de manera que incluso en los momentos más pausados de la película estos que les preceden y suceden, no permite un relajamiento del espectador en ningún momento. Muchos datos y puntos en los que pensar se van dejando a lo largo de la película, y que son asumidos con dificultad por el espectador.

-----Por un lado hay un comentario crítico, pero sin entrar en calificarlo, sobre el estilo televisivo para conseguir audiencia a cualquier precio que ya existe en nuestro planeta, y a pesar de intentar una vuelta más de tuerca, lo que nos encontramos es algo que si no lo hemos visto, nos suena familiar, y quien sabe si no va a ser nuestro próximo programa de éxito... o ya lo fue antes de que apareciera aquel en que... Aquí se muestra a los directivos, a los presentadores sin escrúpulos, interpretados por Franco di Francescantonio y Daniel Giménez Cacho, cuyo acento mexicano, sin acentuar, queda perfecto para su programa. Por el lado de los espectadores nos quiere mostrar la poca personalidad y poder de decisión que tenemos, se dice en la película que la televisión da lo que el espectador quiere ver, pero después nos queda la duda si el espectador sólo elige entre lo que la televisión ofrece, ya que la repetición, copia y plagio es lo que se sucede programa tras programa.

-----Jordi Mollà interpreta también al protagonista de la cinta, donde parece al principio que retomase al personaje de Nadie conoce a nadie, sobretodo por ese acento andaluz, en ningún momento justificado, ya que toda la acción sucede en Madrid, y está perfectamente secundado por su pepito grillo en la película, Juan Carlos Vellido, un actor que se ha dejado ver en pequeños papeles, y que pronto conseguirá destacar en el panorama cinematográfico, seguramente a partir de esta película. Cabe también destacar el brevísimo (pero goyesco) papel de una enorme, en todos y mejores sentidos, Florinda Chico, que a pesar de no estar fuera de circulación, parece que podría ser recuperada por Mollà otra vez para el cine en papeles que en los últimos años, a partir de Solas, ha estado copando María Galiana.

**** k-os-dixit
08.05.2002

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