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La leyenda de Rubirosa en la revista Vanity
Fair
En el jet set de los años 50, Porfirio Rubirosa fue el más admirado de los machos
En vida, Porfirio Rubirosa jugó polo, piloteó
bombarderos B-25, corrió ferraris en Le Mans, y buscó tesoros perdidos en el
Caribe. Pero fue su éxito con el bello sexo que lo convirtió en una leyenda.
Sus conquistas incluyeron a Eva Perón, Ava Gardner, Jayne Mansfield, Veronica
Lake y Dolores del Río. La cuenta final nunca se sabrá. Un amigo confirma que
Rubi, quien se casó con las dos mujeres más ricas del mundo una detrás de la
otra, Doris Duke y Barbara Hutton, durmió con "miles de mujeres"
mientras vivía en París en los 50 y 60. El columnista Taki Theodoracopulos
recuerda que cuando se emborrachaba, Rubi tomaba una guitarra y cantaba
"Soy sólo un chulo".
La galantería de Rubirosa era simpar. Cuando estaba
cerca, un cigarrillo sin encender nunca tocaba la boca de una mujer. "Si
estaba hablando con un señora de 80 años o con una niña de 4, la mujer más
bella del mundo podía pasar frente a él y no la miraría", dice su amiga
Mildred Ricart, cuyo esposo, Jaime, estuvo en el servicio diplomático con
Rubirosa. "El hacía que cada mujer se sintiera que era la más importante
del mundo. Hay muchos hombres que son excelentes en la cama, pero que no puedes
ir a cenar con ellos".
SU ENCANTO.
Pero el encanto de Rubirosa tenía mucho que ver con
ambas cosas. Truman Capote describió en su novela inconclusa Answered Prayers,
el principal atributo de Rubi como una "macana café con leche de once
pulgadas, tan grueso como una muñeca de hombre". Su constante estado de
erección le ganó el apodo de "siempre listo". Cuando le preguntaron
que comparara el miembro de Rubirosa con los zapatos número 11 usados por el
escritor, reconoció que los zapatos eran más pequeños.
El hecho de que fuera estéril no afectó a Rubirosa.
Al contrario, esto hizo que las mujeres saltaran a su cama. Evidentemente,
también dominaba los puntos delicados de la técnica de la seducción sexual.
Rubirosa era bajito, como 5 piés 9 pulgadas y
delgado. Aunque no poseía la belleza de un ídolo de matinee, "exudaba una
sensación de romance y aventura", y era latino. Una testigo recuerda que
"hasta en una casa elegante (como la de Zsa Zsa Gabor) todavía prefería
comer nada más que un gran plato de arroz y frijoles". Aunque no nació
rico, nunca tuvo un empleo a tiempo completo. "La mayoría de los hombres
ambicionan ahorrar dinero", dijo una vez Rubirosa. "La mía es
gastarlo".
Julia Álvarez afirma que el auge y la caída de
Rubirosa estuvo inexorablemente ligada a la del generalísimo Trujillo.
SU VIDA.
Porfirio Rubirosa nació en una familia de clase
media en República Dominicana, en 1909. Su padre fue designado consejero en la
embajada en París en 1920 y se llevó a su hijo con él. Cuando debió regresar a
casa, en 1923, una familia chilena rica encontró a Rubi tan encantador que le
pidieron a su padre que le permitiera permanecer con ellos en París para
continuar su educación. Rubi regresó a la RD a los 17 años y se enganchó al
ejército, en cuyos rangos avanzó rápidamente llegando a ser capitán a los 20
años, así como capitán del equipo de polo. Rubi no tenía dinero propio en este
momento. Durante los fines de semana, organizaba veladas de boxeo cerca del
parque de Santo Domingo, cobrando dos centavos de entrada.
Durante un juego de polo en 1932, Trujillo observó
al joven capitán Rubirosa. En sus memorias, escritas durante los años 60 y
nunca terminadas, recuerda que Trujillo le preguntó: "Qué usted está
haciendo. Le dije que estaba estudiando para abogado, pero Trujillo me pidió
que, en vez, pasara a la guardia presidencial. Pensaba que estaba hecho para el
uniforme, lo que me gustaba, porque sabía que las mujeres eran atraídas por el
uniforme".
FLOR DE ORO.
Una de sus primeras asignaciones fue recoger en el
aeropuerto, a Flor de Oro, la hija de 17 años de Trujillo, que estaba
regresando al país luego de estudiar en Francia. Rubi conversó con ella en
francés y la joven quedó prendada. Flor de Oro lo invitó a un baile en el
Palacio Presidencial y esa noche bailaron cada tonada. Esto no era correcto en
sociedad y suicida tratándose de la hija de Trujillo, quien se molestó bastante
por la falta de etiqueta de su hija y degradó a Rubirosa que corrió a
esconderse a la plantación de café de su familia. Pero luego de ocho días, Rubi
se impacientó. "Es uno de mis principios fundamentales: prefiero
arriesgarlo todo que aburrirme".
Flor de Oro le envió un mensaje para que se comunicaran
por teléfono. En la conversación, Flor de Oro le dijo que le había pedido a su
padre que le permitiera casarse. Rubi aceptó seguido.
Antes de morir en 1975, Flor de Oro le grabó una
cinta a su amiga Maritza Quiñones contándole su vida. Esta es la descripción de
la noche de bodas: "Fuimos llevados a un bungalow en los terrenos del
palacio. Todavía llevaba puesto mi traje de bodas para que mi madre (que no fue
invitada a la boda) pudiera verme con él antes de perder mi virginidad... Él me
llevó al lecho nupcial. estaba asustada con esa cosa apuntándome... Me asusté y
corrí por toda la casa". Flor de Oro dijo que le duró una semana
recuperarse de esa noche.
Al despacharlo como diplomático a Berlín, Trujillo
dijo "es un excelente diplomático porque las mujeres lo adoran y es un
mentiroso".
Vida
costosa Se calcula que Rubirosa gastaba al año unos US$2 millones en su `vida
loca‘
Rubirosa y Zsa Zsa Gabor
en el bombardero B-25.
De Berlín, Rubirosa y su esposa fueron trasladados a París en 1937, donde comenzó a parrandear como loco. Pronto, Flor de Oro regresó al país. Ella cuenta que "salía todas las noches y volvía al amanecer cubierto de pintalabios. Estaba tan celosa, y cuando le preguntaba dónde había estado, me pegaba". Después de castigarla por casarse con un playboy, Trujillo autorizó el divorcio y Flor de Oro procedió a casarse ocho veces más.
LOS NEGOCIOS.
Por un año, Rubirosa no pudo regresar al país
porque Trujillo lo hubiese asesinado y sin Flor de Oro para financiarlo,
comenzó a venderle visas a judíos deseosos de escapar de Europa. También
utilizó su pasaporte diplomático para contrabandear cosas.
Un día, sin esperarlo, Trujillo le telefoneó como
si nada hubiese pasado, informándole que su esposa y su hijo de 10 años,
Ramfis, viajarían a París y necesitaban un guía. Rubirosa probó ser un guía tan
excepcional que el propio Trujillo viajó al mes siguiente a conocer a París.
Rubirosa escribiría: "Trujillo quería que le
mostrara los más elegantes lugares en París... Lo llevé al restaurante en la
torre Eiffel y había una mujer tan bella vendiendo postales que Trujillo tuvo
sexo con ella en la misma torre. Un mes más tarde, fui designado Agregado
Comercial en Francia".
SUS MATRIMONIOS.
Después de pasar unos meses prisionero del gobierno
de Vichy, donde a su mejor estilo dijo que utilizó ese tiempo para perfeccionar
su slalom, se casó con la estrella de cine Danielle Darrieux, de 23 años, la
actriz mejor pagada de Francia.
En una entrevista a la Darrieux, Rubi conoció a
Doris Duke, heredera de la fortuna del tabaco calculada en US$100 millones. Un
amigo de Rubirosa, Gerard Bonnet, dice que la Duke le envió un telegrama a
Rubirosa luego de ese encuentro que decía: "Cuando termines con Danielle,
llámame y vendré". "Rubi debe haberla motivado, dice, porque la Duke
envió otro telegrama que decía: "Voy en seguida".
Rubirosa y la Duke se casaron en septiembre de 1947
en la embajada dominicana en París y Trujillo, impresionado, le ofreció la
embajada en Buenos Aires. Pero la Duke no quería vivir en Latinoamérica y Rubi
seguía en sus andadas. La copa se rebosó cuando ella lo pescó con Flor de Oro.
El matrimonio duró menos de dos años.
Rubi volvió a París y a las fiestas y al sexo desenfrenado,
pasando por Zsa Zsa Gabor, entre otras, hasta que conoció a una desmejorada
Barbara Hutton, nieta de F. W. Woolworth, otra de las mujeres más ricas del
mundo. Ambos se casaron en el consulado dominicano en Nueva York. La Hutton lo
obsequió pródigamente pero estaba enferma y Rubi no se iba a quedar encerrado
en una casa. El matrimonio duró 53 días y Rubi volvió donde la Gabor.
Rubi retornó a París en 1956 y allí conoció a Odile
Rodin, aspirante a actriz de 17 años. Rubi se enamoró perdidamente de ella. Se
casaron en octubre de 1956, luego de Rubi bailar un bolero con la madre que se
oponía y a pesar de los 31 años de diferencia, fueron felices.
Curiosamente, en la tarde del 28 de noviembre de
2002 la actriz Zsa Zsa Gabor, agonizaba tras sufrir un accidente de auto
similar al de Rubirosa.
Así quedó el Ferrari en el que se mató Rubirosa en 1965
En 1957, Trujillo nombró a Rubirosa embajador en
Cuba. "Castro quedó impresionado con Rubirosa, dice Rosemberg. Él estaba
fascinado con Trujillo y cuestionó a Rubi por horas interminables sobre cómo
Trujillo había permanecido en el poder por tanto tiempo". Pero la caída de
Batista cogió por sorpresa a Rubirosa: "Trujillo estaba lívido con él por
no avisarle que Batista se iba a presentar a su puerta sin permiso",
recuerda Rodin. Rubirosa se mudó a Florida y su única preocupación en ese
momento era cómo sacar sus caballos de polo de Cuba.
Trujillo entonces lo designó en Bélgica, pero los
días del caudillo estaban contados y tenía dificultades económicas. Obligó a
Rubirosa a venderle su plantación de café a precio vil, a lo cual no podía
oponerse Rubirosa con el hombre que había sido tremendamente generoso con él y
poco tiempo después murió asesinado.
Tres meses después de la muerte de Trujillo,
Rubirosa estaba tratando de convencer al presidente Kennedy de que ayudara al
régimen de Ramfis Trujillo-Joaquín Balaguer. "Rubi... le habló y habló a
Kennedy", dice Gunther Sachs, del grupo de la Riviera. "Pero cuando
regresó a Santo Domingo a reportar sus conversaciones, el cabrón (Ramfis)
abandonó el país con un barco lleno de billetes y se fue a España. Rubi nunca
le volvió a hablar". Rubirosa dijo luego que Ramfis lo había traicionado.
Correr autos, una de sus
pasiones.
Balaguer terminó la carrera diplomática de Rubirosa
que se quedó sin empleo a los 53 años y con el prospecto de vivir como pobre.
Los Rubirosa vendieron la casa en París y se
mudaron a una villa en las afueras que no tenía habitación para huéspedes. Sus
amigos pensaban que había perdido parte de su vitalidad y que estaba deprimido.
Decían, además que pensaba volver a su vida de gigoló. Trató de escribir sus
memorias pero nunca las terminó. Intentó entrar en varios negocios, incluyendo
la venta de "pegapalo", pero nada funcionó.
Tres meses después de un crucero con el naviero Stavros Niarcho, en mayo de 1965, el equipo de polo de Rubirosa ganó la Copa de Francia. Hubo una celebración en grande y Rubirosa, como de costumbre, tenía un chofer contratado para que lo llevaran a casa cuando iba a tomar mucho. Esa noche habló de que no quería llegar a viejo y a pesar de todas las previsiones, a las 7 de la mañana, tomó las llaves de su Ferrari descapotable y enfiló por la avenida de los bosques de Boulogne.
El choque ocurrió alrededor de las 8 de la mañana.
El funeral se llevó a cabo en la casa. Unos 250 dolientes asistieron a la
ceremonia incluyendo dos miembros del clan Kennedy. Su esposa Odile se casó más
tarde y ahora vive en New England, Estados Unidos, muy lejos de su antigua
vida.
El legado de Rubirosa todavía vive en París. Cuando
un comensal solicita a un mozo el molino gigante de pimienta, todavía pide un
"Rubirosa".
TOMADO DE www.diariolibre.com
Zsa Zsa Gabor protagonizó
uno de los capítulos más apasionados de Rubirosa
La actriz Zsa Zsa Gabor (en la foto junto a
Rubirosa) se hallaba ayer en estado de coma tras sufrir un accidente, cuando el
auto en que viajaba chocó contra un poste del alumbrado y el motor se incrustó
en el asiento delantero. El accidente se asemeja curiosamente, al que le
produjo la muerte a Rubirosa en París. Gabor sufrió múltiples fracturas,
lesiones y cortaduras y recibía tratamiento en el Centro Médico Cedars-Sinai.
La portavoz del hospital dijo que la estrella, de 85 años, se hallaba en estado
muy grave. (AP) Nov/29/2002
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