Derecho al aborto para la mujeres con VIH/sida
CECILIA OLIVARES
La multiplicidad de factores (médicos, sociales, legales, éticos) que
conforman las problemáticas del aborto y del sida tienen un elemento común:
la desinformación que rodea y atraviesa a ambas. Para hablar del derecho de
las mujeres con VIH/sida a un aborto seguro es necesario primero presentar
un marco informativo básico.
En México abortan de manera clandestina entre 540 mil y 850 mil mujeres
cada año 1. La mayoría de los estados, siguiendo el modelo del Código Penal
del D.F. contemplan tres causas de no punibilidad del aborto: por
imprudencia de la madre, cuando el embarazo es producto de una violación o
cuando éste pone en peligro la vida de la mujer. En Coahuila, Durango,
Colima y Yucatán está despenalizado, además por razones eugenésicas (cuando
el feto tiene malformaciones). Mientras que en Nayarit, Nuevo León, San
Luis Potosí y Jalisco además de las tres causas "básicas" se considera no
punible cuando la salud de la mujer embarazada está en riesgo 2.
En la práctica, excepto en los casos de una violación denunciada, sigue
siendo muy difícil obtener un aborto seguro, aun cuando la vida de la mujer
se encuentre en peligro. En el caso de las mujeres con sida que solicitan
un aborto en los hospitales estatales, las peticiones son analizadas por un
consejo médico, que la mayor parte de las veces niega el derecho al aborto.
Se ha estimado que en México hay 18,796 casos de sida: 2,642 mujeres y
16,154 hombres mayores de 15 años 3. Aunque la relación hombre: mujer de 6
a 1 se ha mantenido estable en los últimos años; el número de mujeres ha
ido en constante aumento, por que se ha incrementado el número de mujeres
en edad reproductiva que están infectadas 4.
En cuanto a los casos infantiles, el total estimado es de 556, de estos el
56 por ciento (261 casos) se deben a transmisión perinatal, es decir son
niñas (os) que se contagiaron durante el embarazo, el parto o la lactancia
5.
Si partimos del concepto de salud reproductiva y sexual, partimos del
reconocimiento del derecho de las personas a "decidir de manera libre,
responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos",
consagrado en el artículo 4o. constitucional. El sentido común nos diría
que una mujer con VIH/sida difícilmente se arriesgaría a tener un (a) hijo
(a), sabiendo que va a morir pronto y que puede transmitir el virus al
bebé. Sin embargo, hay que contemplar el hecho de que muchas mujeres no
saben que tienen el VIH cuando se embarazan (recordemos que en nuestro país
una gran parte de la población no tiene acceso amplio a servicios de
salud), otras deciden "encargar" aun cuando saben de su infección o
precisamente porque saben de ella, y esperan que sus hijos (as) estén entre
el 60 y el 85 por ciento de bebés nacidos de madres seropositivas que no
contraen el virus.
Pero muchas mujeres seropositivas que se quedan embarazadas no quieren
correr los riesgos que implicaría llevar adelante un embarazo: saben que
aunque su bebé nazca sin VIH 7 ella va enfermar y morir al poco tiempo; que
las (os) hijas (os) de padres que han muerto de sida son con frecuencia
rechazadas (os) por personas e instituciones. En cuanto a su propia salud,
dependiendo de la etapa en la que se encuentre la enfermedad, el embarazo
la puede agravarla, pero además, se ha descubierto que en los países en
desarrollo el sida causa la muerte con mayor rapidez, y que las mujeres,
una vez manifestados los síntomas, viven menos tiempo 8.
Si el aborto estuviera despenalizado totalmente en México, las mujeres que
quisieran, por cualquier causa, interrumpir su embarazo no tendrían que
ingresar al circuito de extorsión y miedo que este implica hoy en día, ni
sufrir las consecuencias, en todos los niveles, de la práctica ilegal y
costosa que las buenas conciencias insisten en mantener más en la
clandestinidad. Si el aborto estuviera contemplado en la Ley General de
Salud y no en el Código Penal, las mujeres con VIH/sida que desean
interrumpir su embarazo podrían recurrir al aborto, lo mismo que otras
mujeres que lo desean por otras causas o que no pueden tener un hijo.
La realidad es otra, sin embargo: mientras la campañas de prevención no
surtan efecto al 100 por ciento, mientras el sida no tenga cura, mientras
todas las mujeres en edad reproductiva no tengan ni acceso a información
sobre anticonceptivos, ni el poder y la capacidad para decidir cuándo, cómo
y con quién tienen relaciones sexuales, se puede contribuir a aliviar el
sufrimiento de las mujeres embarazadas y con VIH/sida que desean abortar,
despenalizando el aborto por esta causa.
En la tercera encuesta nacional sobre aborto de Grupo de Información en
Reproducción Elegida, realiza en abril de 1994, 76.2 por ciento de las
mujeres entrevistadas contestaron que el aborto debería estar permitido
cuando la mujer embarazada tiene sida. Mientras el mundo siga siendo eso,
ideal, y cuidando que esta medida no se tome con el afán de satanizar aun
más el sida o de promover la esterilización o el aborto obligatorio de las
mujeres seropositivas, ¿no va siendo hora de que se responda a la demanda
de las personas afectadas por el sida y por un embarazo no deseado?
Agradezco a Ana Luisa Liguori y a quienes me proporcionaron bibliografía e
información.Coordinación de investigación y difusión del Grupo de
Información en Reproducción Elegida.
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1 La primera cifra es resultado de una estimación a partir del número de
casos de hospitalización por complicaciones de aborto en México. Aborto
clandestino: una realidad latinoamericana. Tha Alan Guttmacher Institute,
Nueva York, 1994; la segunda del doctor Rl López García, del Instituto
Nacional de Perinatología, en Maternidad sin riesgos en México, Ma. del
Carmen Elu y Ana Langer (eds.), Comité Promotor de la Iniciativa por una
Maternidad sin Riesgos en México, 1994.
2 En Ycatán la ley contempla la no punibilidad del aborto por una quinta
causa: cuando la mujer tiene ya tres hijos y problemas económicos graves.
3 Sida/ETS, INDRE, año 8, núm. 8 agosto 1994, p. 2722.
4 Ana Luisa Liguori. "El sida y la salud reproductiva", en prensa en
Population Council de México. Se calcula que el 75 por ciento de las
mujeres con VIH están entre los 15 y 49 años, Susan Vandale, "VIH/sida y el
embarazo", en Enfoque de investigación sobre VIH/sida y la salud
reproductiva de la mujer, coord. Mauricio Hernández y Susan Vandale,
trabajo presentado en la Conferencia Internacional sobre Sida, Berlín, 4 de
julio de 1993, pp. 13.
5 Sida/ETS, INDRE, año 8, núm 8, agosto 1994, p. 2722.
6 Para algunas mujeres el deseo de ser madres prevalece sobre otras
consideraciones, ver Marge Berer, "La maternidad sin riesgo y el VIH/sida:
aspectos importantes relacionados con la mujer", La mujer y el VIH/sida,
Women and HIV/AIDS Book Project, Londres, 1993.
7 En realidad sólo hasta los 18 meses se puede diagnosticar con certeza si
un bebé tiene sida.
8 Susan Vandale, "VIH/sida y el embarazo", pp. 15-6. Esto seguramente se
debe a que los servicios de salud de los países en desarrollo cuentan con
menos recursos. En cuanto a que las mujeres viven menos tiempo, podría
deberse a que el curso de la enfermedad ha sido estudiado y tratado sobre
todo en hombres: "... la mujer ha sido ignorada en relación con el sida
desde todos los puntos de vista en que se quiera analizar el problema",
Blanca Rico, "Sida: las decisiones reproductivas y otros problemas éticos",
en Enfoques de investigación, p. 44.