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Entrevista con el doctor David Satcher, director de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.
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Aunque en muchos frentes se progresa contra las enfermedades infecciosas y crónicas, las bacterias
y los virus mortales -- para no hablar de ciertos estilos de vida antihigiénicos -- seguirán acosando a
la humanidad durante mucho tiempo.
El doctor Satcher, médico de familia que llegó a ser el primer director afronorteamericano de una
de las principales agencias de salud pública de Estados Unidos, los Centros de Control y
Prevención de Enfermedades, tiene confianza en que en los próximos 20 años lograremos vencer a
la poliomielitis, el sarampión y el gusano de Guinea, pero advierte que tenmos que reforzar la
capacidad de lidiar con nuevas enfermedades y aquellas que se han vuelto inmunes a los
medicamentos actuales. Fue entrevistado por el redactor colaborador Jerry Stilkind.
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Pregunta: ¿Cuán serio es el problema de las enfermedades infecciosas nuevas y las que vuelven a
aparecer, particularmente en los países en desarrollo?
Satcher: Cuando el Instituto de Medicina (organización de investigación reglamentada por el
Congreso de Estados Unidos) definió en 1992 las enfermedades en surgimiento, incluyó
enfermedades nuevas que se habían desarrollado en las dos décadas pasadas, y enfermedades
antiguas que aumentan en número o se han vuelto resistentes a los fármacos.
Cuando se las define de ese modo, el paludismo sobresale en Africa por su resistencia a la
cloroquina. Vemos un resurgimiento del paludismo en muchas partes de Africa. Vemos una
cantidad de niños que llegan al hospital luego de que sus padres han intentado tratarlos con
cloroquina en su propia casa, y estos niños a menudo presentan paludismo cerebral, la peor clase
de la enfermedad. De modo que toda la cuestión del paludismo resistente a los fármacos representa
lo que consideramos es parte de una infección en surgimiento.
Luego está el virus de Ebola en Africa. El virus de Ebola fue identificado por primera vez en 1976.
Antes de ese año, nunca habíamos oído hablar de él o lo habíamos visto. Luego hubo casos en
Sudán y en Zaire y desde entonces ha habido brotes esporádicos, entre ellos el brote de 1995 en
Zaire y el brote reciente en Gabón. Es un virus peligroso, mortal, que mata hasta el 80 por ciento
de las personas infectadas, según algunos estudios.
Sin embargo, si usted me preguntara cuál es la principal enfermedad infecciosa en surgimiento en
todo el mundo, yo diría que es el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), que causa el SIDA.
El SIDA se definió por primera vez como epidemia en 1981. El virus fue descubierto en 1983.
Ahora estimamos que, para el año 2000, podrá haber hasta 40 millones de personas infectadas con
el virus del SIDA.
Las áreas que ahora mismo están más dramáticamente afectadas son el sudeste de Asia y la India.
Nos preocupa una explosión del SIDA en un país tan populoso como la India. El SIDA es, sin
discusión, la primera entre las enfermedades infecciosas en surgimiento.
Pregunta: No mucho después de que usted llegó a la dirección de los CDC, hace cuatro años, dijo
que Estados Unidos y otros países se habían vuelto despreocupados en lo que concierne a las
enfermedades infecciosas, que habíamos descuidado mantener los recursos para detectar brotes de
enfermedades y responder rápidamente con diagnóstico y tratamiento. En todo el mundo, y desde
entonces, ¿la situación ha mejorado o ha empeorado?
Satcher: Durante algún tiempo, hubo en todo el mundo una actitud en el sentido de que íbamos
logrando un progreso tan grande contra las enfermedades infecciosas que podíamos ser un poco
menos vigilantes. En una audiencia ante el Congreso, en 1969, el inspector general de Sanidad de
Estados Unidos dijo: "Ya es hora de cerrar el libro de las enfermedades infecciosas".
Esa actitud permeó también a Europa, aunque tal vez no en la misma medida. Pero ahora vemos en
todo el mundo que se hace un esfuerzo importante para reagruparse y bregar con el problema de
las enfermedades infecciosas en surgimiento.
El año pasado asistí en Madrid a una conferencia para ocuparse del probvlema de las
enfermedades infecciosas en surgimiento. Se adiestra gente. Se rejuvenecen los laboratorios. De
modo que creo que hay una comprensión de que las enfermedades infecciosas están aquí para
quedarse, que los microorganismos tienen un modo de sobrevivir -- mutan, se adaptan, surgen.
Creo que ahora hemos aprendido la lección, y creo que en todo el mundo tratamos de prepararnos
a bregar con eso.
Pregunta: ¿Cómo colaboran los CDC y las otras agencias estadounidenses con otros países para
combatir estos problemas en todo el mundo?
Satcher: Yo diría que nuestro principal asociado, en términos de respuesta mundial a las
enfermedades infecciosas en surgimiento, es todavía la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los CDC tienen un largo historial de cooperación con la OMS. Tenemos 23 centros de
enfermedades infecciosas que colaboran entre sí. Estos centros poseen pericia en enfermedades de
todo el mundo. La OMS recurre a ciertos centros cuando aparecen diferentes problemas.
Me tocó presidir un grupo especial de trabajo sobre enfermedades infecciosas en surgimiento, que
se estableció con los auspicios de un comité del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del
Presidente Clinton. El grupo especial de trabajo incluía alrededor de 20 agentes federales
diferentes, tales como los departamentos de Estado, Agricultura, Comercio, la Agencia de Estados
Unidos para el Desarrollo Internacional, los Institutos Nacionales de la Salud y la Administración de
Alimentos y Fármacos. Preparamos un informe que se tituló "Las enfermedades infecciosas, una
amenaza mundial a la salud", y se lo sometimos al presidente Clinton. Hace tres meses, lo aprobó.
El informe da instrucciones para que el país ayude a desarrollar un sistema mundial de vigilancia y
respuesta a las enfermedades infecciosas. Incluye el fortalecimiento de la vigilancia en nuestro
propio país y también desempeña un papel de prevención a escala mundial. El presidente
recomendó que se les dé a los CDC más autoridad y recursos para llevar a cabo esta misión.
Pregunta: Luego de que el virus de Ebola hizo aparición en Zaire en 1995, ¿no fue hasta allí gente
de los CDC a tratar de determinar de qué se trataba y qué ocurría?
Satcher: Sí. Enviamos allí un equipo. En primer lugar, la OMS había enviado a Bélgica las muestras
de sangre. Pero se determinó que, debido a la naturaleza del virus, los CDC eran, probablemente,
el único lugar donde se las podía manipular sin peligro, de modo que nos las enviaron a nosotros.
En el plazo de un día, aproximadamente, se diagnosticó que trataba del virus de Ebola. Muy similar
al de 1976.
Pregunta: En las enfermedades infecciosas, ¿es decisiva la detección temprana?
Satcher: La detección temprana es esencial en el control de las enfermedades infecciosas en
surgimiento. Le puedo dar un ejemplo. El E. coli 015787, que recientemente afectó a Japón, se
transmite a través de la carne molida no cocinada del todo. Hubo un brote en este país en 1993, en
el cual alrededor de 500 personas se infectaron en un restaurante de Seattle. Murieron algunos
niños. Ahora podemos determinar que el primer brote de E. coli 015787 que hubo en este país
ocurrió en Las Vegas en 1982, pero no se dio cuenta de él. De modo que si echamos una mirada
retrospectiva y pensamos en hubiéramos podido estar al tanto del problema en 1982,
probablemente habríamos podido impedir los brotes que ocurrieron después.
Pregunta: ¿Deberíamos esperar en el futuro otras sorpresas desagradables como el SIDA y el virus
de Ebola?
Satcher: Deberíamos esperarlas y deberíamos prepararnos para ellas debido a la capacidad de
mutar, de adaptarse y de cambiar para sobrevivir y volverse resistentes a los antibióticos que tienen
los microorganismos. Pero especialmente debido a que continuamente están mutando. Eso significa
que periódicamente vamos a encontrar un nuevo virus, una nueva bacteria que no habremos visto
antes. O podríamos encontrar un virus que ha estado allí mucho tiempo, viviendo en un mono en
algún otro animal, y entonces, por alguna razón, muta y se convierte en virulento para los seres
humanos.
Pregunta: Un informe reciente de investigadores de la Universidad de Harvard, el Banco Mundial y
la OMS dice que el tipo de dolencias crónicas que ahora predomina en el mundo desarrollado --
por ejemplo enfermedades cardiacas, apoplejías -- predominará en los países en desarrollo a
medida que progresen económicamente. ¿Concuerda usted con ese estimado?
Satcher: Yo concordaría en parte. Creo que se está tratando de recalcar la amenaza creciente de
las lesiones provenientes de enfermedades crónicas como causas de muerte, y estoy de acuerdo
con eso. Sin embargo, no creo que de eso se pueda deducir que de algún modo deberíamos
disminuir nuestro esfuerzo para controlar las enfermedades infecciosas.
Por ejemplo, en este país ha habido, sólo a partir de 1980, un aumento del 58 por ciento en
muertes debidas a enfermedades infecciosas. De modo que aun en este país, donde las
enfermedades crónicas han sido la causa principal de muerte de unos años a esta parte -- me
refiero a las enfermedades cardiacas, las apoplejías, el cáncer -- las muertes causadas por
enfermedades infecciosas todavía siguen en ascenso. De modo que las enfermedades infecciosas
están aquí con nosotros para quedarse y, si hay más enfermedades crónicas, especialmente en los
países en desarrollo, eso no quiere decir que las enfermedades infecciosas desaparecerán. Tal vez
ese estudio no destacó bastante bien ese punto.
Cuestiones Mundiales
Publicaciones Electrónicas del USIS, Vol. 1, No. 17, Noviembre de 1996.