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 LA IMPOTENCIA SEXUAL EN EL HOMBRE.

por el Dr. Jorge Di Iorio

Durante los ultimos anos asistimos a un cambio de postura de la sociedad
frente a la tematica sexual.

La mayor libertad con que estos temas son hoy abordados ha posibilitado la
difusion y la discusion amplia de toda la problematica sexual.

Si hace cincuenta anos el esposo tenia eyaculacion precoz o dificultades
para mantener una adecuada ereccion, la esposa generalmente no tenia
parametros de comparacion ya que frecuentemente desconocia lo que era o
dejaba de ser normal, el tema tabu, no era abordado.

Hoy en dia la mujer ha dejado de ser una mera participante pasiva, para
tener una participacion activa y reclamar de su companero un buen
desempeno.

No fue-por tanto- la impotencia lo que cambio en el ultimo siglo, sino la
postura que el hombre y la mujer tomaron frente ella. El diagnostico y
tratamiento de la impotencia sufrieron grandes cambios durante la ultima
decada.

Durante siglos el pene fue totalmente olvidado por los cientificos y
medicos de la epoca, a causa de motivos religiosos y de una moral
extremadamente conservadora.

Un poco de historia

La mas antigua referencia sobre la ereccion se remonta a bajorrelieves
egipcios que muestran al dios Min (falico) portando una ereccion permanente
(Xlll dinastia).

En el siglo XVI comienzan las primeras investigaciones en cadaveres a
partir del anatomista Varolio, que hace las primeras descripciones de un
musculo erector, posteriormente se llega a provocar la ereccion en cadavers
frescos inyectando suero a presion en determinadas arterias.

Los estudios experimentales en animales vivos y su comparacion con el ser
humano fueron lentamente dilucidando el mecanismo productor de la ereccion.

Actualmente se sabe que esta depende de un mecanismo comparable a un
sistema hidraulico en el cual las arterias aportan sangre al interior del
pene hasta alcanzar una determinada presion interna , la cual posibilita
obtener la rigidez necesaria para la penetracion.

Esta misma sangre sale simultaneamente del pene a traves de venas que, si
se encuentran dilatadas no permiten alcanzar aquella presion critica.

En el ultimo siglo, con el advenimiento de los vasodilatadores se logra el
mayor paso de la historia medica en este campo.

En 1980 un medico frances (Ronald Virag) descubre el efecto de la
papaverina, medicamento emparentado con la morfina, sobre la ereccion.
Cuando es inyectada dentro del pene, en ciertos pacientes provoca una
ereccion firme, mantenida a veces durante horas e incluso dias.

En su momento parecio ser la solucion milagrosa, mas en posteriores
estudios de nuestro equipo medico (San Pablo, Brasil , 1989), se demostro
que esa sustancia en inyecciones intra- peneanas frecuentes, producia
graves efectos colaterales sobre el organo sexual masculino como fibrosis
(perdida de la elasticidad del musculo liso peneano, necesaria para la
ereccion), con posterior impotencia, a veces irreversible.

Posteriormente, surgen nuevas sustancias de caracteristicas similares pero
desprovistas de efectos colaterales que son actualmente las empleadas en el
tratamiento de las disfunciones erectiles.

En algunos casos seleccionados, el medico ensena al paciente a efectuar una
autoaplicacion con estas sustancias directamente en el pene (mediante
jeringas especiales provistas de finas agujas que hacen la aplicacion
indolora y, a veces, mediante aplicadores automaticos) con el objetivo de
obtener una ereccion y un acto sexual plenos.

Los avances quirurgicos tambien fueron importantes, la idea del implante de
protesis peneana, nace con los primeros investigadores del siglo que,
prestando atencion al hueso peneano presente en algunos mamiferos como el
lobo, los llevo a pensar en alguna solucion similar que pudiera aplicarse a
los grandes amputados de las guerras mundiales.

En Inglaterra y Estados Unidos se colocan entonces las primeras protesis
peneanas consistentes en bastones rigidos de cartilago o hueso (costilla)
del propio paciente, que eran implantados en el interior del pene restante
o de un tubo de piel, cuando aquel habia sido totalmente amputado.

En la actualidad existen protesis semirigidas de siliconas e inclusive
autoinfables de ultima generacion, que permiten al paciente obtener la
ereccion cuando este lo desee, mediante la simple manipulacion de valvulas
estrategicamente colocadas.







 

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