Desgaste por Empatía: las consecuencias de ayudar. |
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Allá por
el año 1988-89, yo era Jefe de Residentes Psicólogos en el Hospital Dr. Diego
Paroissien (La Matanza), cuando llegó al servicio un pedido de interconsulta
con el servicio de Neonatología. Acudí junto con el JR Psiquiatra, y durante
la charla con el médico solicitante, la enfermera vino a buscarlo de urgencia.
Uno de los chiquitos de la sala de Terapia Intermedia requería atención
urgente. Allí fuimos los tres. Mientras el neonatólogo proseguía contándonos
el caso motivo de la interconsulta, simultáneamente atendía al chiquito de la
incubadora, que intubado y canalizado, estaba convulsivando.
En
determinado momento, el neonatólogo me dirigió una pregunta a mí. A duras
penas atiné a levantar la cabeza, y mirarlo aturdido. Desorientado, buscó la
mirada de mi compañero, que, piadosamente, aclaró: “...él es psicólogo...”
Durante un buen tiempo, ese chiquito estuvo presente en mi recuerdo, no sólo la
imagen de su sufrimiento, sino también la proyección de cuál sería su futuro
(si es que lo tuvo).
También
por la misma época, una paciente, esta vez en el consultorio, me dijo que
envidiaba nuestro trabajo, dado que sentado en el sillón del terapeuta “uno
puede vivir muchas vidas”. No quise arruinarle la poesía, y callé que, la
mayoría de las veces, la gente que se sienta frente a un terapeuta está
viviendo una vida con sufrimiento, o dolor, o cuanto menos problemática. Y que
justamente, en la mayoría de los casos, la
terapia termina cuando empiezan a vivir algo digno de ser vivido (en el mejor de
los casos...)
Un poco de
historia.
En el año
1980 se incorpora al DSM-III el diagnóstico de Trastorno por Estrés post Traumático
(PTSD por sus siglas en inglés). Así reingresa oficialmente en el campo de la
psicología y la psiquiatría el trauma psicológico. El Trauma es una realidad
permanentemente presente a lo largo de la historia de la humanidad. Y aunque las
reacciones psicológicas frente a hechos traumáticos han sido observadas desde
hace ya más de un siglo, han caído más de una vez en el olvido. Recién en
las últimas dos décadas, sustentado en los movimientos pacifistas y en los
movimientos contra la violencia doméstica y sexual, ha crecido el interés en
el estudio del Trauma Psicológico, sus consecuencias y su tratamiento.
Con la
aparición del DSM-IV se produce un cambio de paradigma, poniéndose el acento,
no ya en calidad del hecho traumático (qué requisitos debía reunir un evento
para ser considerado traumático) sino que ahora lo determinante radica en la
reacción de la persona expuesta al hecho traumático. Es decir que si el
individuo ha
experimentado, ha presenciado o se ha enterado de “acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su
integridad física o la de los demás, (...) y la persona ha respondido con un
temor, una desesperanza o un horror intensos.” (DSM-IV, 1994) y como resultado
de ello experimenta además tres clases de síntomas:
se dice
que sufre de un Trastorno por Estrés Post Traumático.
Si leemos
detenidamente, es suficiente motivo para desarrollar un estrés postraumático
el haber `presenciado o haberse enterado de acontecimientos caracterizados por
muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás”.
Vale decir que nosotros, como terapeutas, estamos casi continuamente
expuestos a “presenciar o enterarnos” de tales acontecimientos, en la
narración y vivencias de nuestros pacientes.
Estos términos
son los que se han venido usando para nombrar el estrés postraumático sufrido
por terapeutas, o cualquier otro profesional o trabajador involucrado en el
manejo de situaciones altamente estresantes y/o traumatizantes.
Charles Figley acuñó, en 1995 el término Compassion
Fatigue, que hemos traducido no muy felizmente, como Desgaste por Empatía. En
inglés, Compassion significa: sentimiento de profunda empatía y pena por otro
que está sufriendo, acompañado por un fuerte deseo de aliviar el dolor o
resolver sus causas"
Y,
tal como resalta Figley, la capacidad de compasión y empatía parece estar en
el centro mismo de nuestra capacidad para realizar el trabajo con nuestros
consultantes, y al mismo tiempo en nuestra capacidad para ser lastimados por el
trabajo
Qué
es la Compassion Fatigue o Desgaste por Empatía?
Son
las emociones y conductas naturales resultantes de enterarse de un evento traumático
experimentado por un otro significativo (Figley)
Se
caracteriza por tres grupos de síntomas (como en PTSD)
reexperimentación
evitación y embotamiento psíquico
hiperactivación o hyperarousal
El
Desgaste por Empatía puede derivar de la exposición a un acontecimiento
traumatizante, o a una serie de ellos y puede aparecer súbitamente y sin aviso.
Diferencias
con el Burn-out
El
Burn-out es un estado de agotamiento físico, emocional y mental causado por el
involucramiento en situaciones emocionalmente demandantes durante un tiempo
prolongado (Pines and Aronson, 1989)
El
Burn-out es un proceso (más que un estado) y es progresivo (acumulación de
contacto intenso con consultantes).
El
proceso incluye:
Los
síntomas del Burn-out son
Los efectos del Burnout son:
Afecta negativamente la resiliencia del trabajador, haciéndolo más suceptible al Desgaste por Empatía (Compassion Fatigue)
Favorece la Silencing Response o Respuesta Silenciadora (Baranowsky 1997; Danieli, 1984) que es la cincapacidad para atender a las experiencias de los consultantes, que resultan abrumadoras, redireccionando al cliente a material menos estresante para el profesional
Predisposición
al Desgaste por Empatía
Quienes
trabajan en el área del trauma, o en general con el sufrimiento humano (tales como psicoterapeutas, médicos, enfermeros, personal de
rescate, etc.) son más vulnerables al Desgaste por Empatía dado que la empatía
es un recurso importante en el trabajo con poblaciones traumatizadas o
sufrientes. También, el hecho de que muchos
trabajadores del campo del trauma hayan
experimentado algún tipo de evento traumatizante en sus vidas los predispone más
a sufrir de Desgaste por Empatía. Los traumas no resueltos del trabajador
pueden ser activados por el material aportado por el consultante. Por último,
quienes trabajan con niños están más expuestos, dado que el trauma y el
sufrimiento infantil afecta más intensamente a los trabajadores.
La
propia historia de traumas del profesional, tanto como el contexto
organizacional en el que trabaja, condicionan fuertemente la resiliencia del
mismo.
Con
qué recursos contamos
Según
Laurie Pearlman dar y
recibir supervisión alivia la carga emocional sufrida por el terapeuta. La
supervisión en grupo puede promover la conexión con la realidad. También usar
el humor para lidiar con el stress laboral es una herramienta eficaz. Y por último,
la psicoeducación sobre el tema, ya que muchos profesionales desconocen este
trastorno, y por lo tanto les resulta imposible detectarlos y solicitar ayuda.
Según
Catherall, las siguientes son las características principales de un
sistema contenedor
El
Programa de Recuperación Acelerada de
J. Eric Gentry
J.
Eric Gentry junto a Anne Baranowsky y Kathy Dunning desarrolló en 1997, en el
marco del Traumatology Institute (FSU), un Programa de Recuperación Acelerada
de Desgaste por Empatía. Este programa consiste un en un protocolo de 5
sesiones cuyos objetivos son
Los
participantes del cursos estarán capacitados para evaluar, tratar y prevenir
con otros profesionales el Programa de Recuperación Acelerada de Desgaste por
Empatía, y también podrán acreditarse como Compassion Fatigue Specialist,
certificación otorgada por el Traumatology Institute de la Florida State
University.