10. Aspectos clínicos
Las formas de presentación varían de acuerdo a la edad y las circunstancias del diagnóstico.
10.1. En el lactante y recién nacido
10.2. En el niño
10.3. Los casos crónicos
10.4 Manifestaciones clínicas en el adulto
10.4.1 Síndrome de hipertensión intracraneana
Se presenta en los casos de hidrocefalia aguda o subaguda. La cefalea de aparición reciente y de localización difusa se hace progresiva y frecuente. El vómito es muy frecuente en los jóvenes con tumores de la fosa posterior.
El vértigo se puede acompañar de acúfenos. Alteraciones visuales como la diplopía, se explican por lesión del VI par; finalmente el edema papilar se traduce en visión borrosa y ceguera.
Otros síntomas mas inquietantes anuncian una deterioro fatal por herniación cerebral. Son mas frecuentes en los jóvenes con hidrocefalia aguda o descompensación de una hidrocefalia crónica. Alteraciones del tono muscular cervical explican una ligera inclinación lateral de la cabeza. Pueden aparecer crisis paroxísticas de hipertonía en opistótonos. La alteración de la conciencia evoluciona rápidamente hasta el coma y aparecen alteraciones vegetativas respiratorias, cardíacas y de la regulación térmica.
Ocasionalmente la hipertensión intracraneana evoluciona de forma crónica con signos que pueden pasar desapercibidos:
10.4.2. Síndrome de hidrocefalia crónica del adulto
Llamado también hidrocefalia a presión normal (aunque se conoce actualmente que las presiones no son permanentemente normales. La triada de Hakim y Adams(1.965), que reúne alteraciones del movimiento, síquico-intelectuales y del control de esfínteres constituye la presentación mas frecuente.
Hidrocefalia a "presión normal"
Aunque las presiones son iguales en ambos casos,
las fuerzas sobre el parénquima son diferentes
debido a una mayor área
Las alteraciones del movimiento y la marcha son las mas visibles y pueden tener muchas presentaciones como fatiga, inestabilidad, caídas frecuentes, ataxia; hasta un estado de dependencia permanente. No son raras las alteraciones en los movimientos de los miembros superiores, del lenguaje y el temblor de origen extrapiramidal. El cuadro final es el mutismo aquinético.
El deterioro de las funciones siquico-intelectuales es complejo. Se inicia con alteraciones de la memoria y del aprendizaje; posteriormente aparece la desorientación temporoespacial y al final alteraciones siquiátricas donde la depresión es frecuente. Esas alteraciones llevan a síntomas como apatía, aislamiento, indiferencia y enlentecimiento intelectual. Es importante la sicometría para detectar alteraciones limítrofes.
Las alteraciones esfinterianas se limitan a la incontinencia, poliaquiuria y urgencia urinaria; es rara la incontinencia fecal.
La epilepsia se presenta de forma ocasional por alteraciones en el ritmo del sueño. La cefalea es frecuente. Se han descrito alteraciones endocrinas hipotalámicas, diabetes y rinorrea de LCR circunstancial.