Introducción:

 

Ocular:

Tracto Genital Masculino:

Tracto Genital Femenino:

Neonatal:

Linfogranuloma venéreo:
 

Introducción:

 Clamidia trachomatis, una bacteria intracelular obligada, es el agente del trachoma y el responsable de enfermedades de transmisión sexual alrededor de todo el mundo.
  Si bien las infecciones por C. trachomatis se dan en todas las sociedades, en países en desarrollo, el trachoma, la principal causa mundial de ceguera, afecta cientos de millones de personas y ha causado ceguera  en millones. La infección activa ocurre principalmente en niños y siguen los familiares.
  En países industrializados, la mayor transmisión de infecciones clamidiales es sexual. Clamidias son encontradas en el tracto genital de muchos pacientes que atienden a clinicas de enfermedades venéreas.
  El trachoma se ha reconocido desde la antigüedad y las inclusiones intracitoplasmáticas características de las infecciones por C.trachomatis fueron identificadas en células epiteliales conjuntivales en 1907. En 1910, Lindner describió inclusiones en células epiteliales de cervix de la madre de un lactante con conjuntivitis, y también demostró inclusiones epiteliales en el cervix de la pareja femenina de un hombre con uretritis no gonocócica (UNG). El linfogranuloma venéreo (LGV) fue descrito en 1912. La C.trachomatis fue aislada inicialmente del saco vitelino de huevos embrionados en 1938. Las técnicas de cultivo celular fueron introducidas por Gordon y Quan en 1965 para el aislamiento de C.trachomatis, y la microinmunofluorescencia para la detección de anticuerpos y para la inmunotipificación fue introducido por Wang y Grayston, en 1970. Estos métodos hicieron posible confirmar el papel etiológico de la C. trachomatis en la UNG y la cervicitis por estudios de control de casos y explorar el papel de ese agente en otros síndromes de causa desconocida.

- Cuerpo elemental de Clamidia trachomatis



Ocular:

  Trachoma es una conjuntivitis crónica con una marcada reacción folicular y una hipertrofia papilar de la conjuntiva. Como resultado de la necrosis de los folículos, la conjuntiva puede desarrollar cicatrices. Estas lesiones, llamadas trichiasis y entropion, son las lesiones responsables de la ceguera por trachoma. La córnea es dañada por daño mecánico al abrir y cerrar los ojos y por infección secundaria resultando en la ceguera. La patogénesis del trachoma es dependiente de la interacción o de los convinados efectos entre la C. trachomatis y un segundo patógeno bacterianoterial pathogens (Haemophilus spp. and Moraxella spp.); con persistentes o múltiples reinfecciones es posible que la hipersensibilidad también juegue un rol en esta enfermedad.
  El período de incubación para la mayoría de las infecciones oculares con C. trachomatis es de aproximadamente de 1-2 semanas.
 

Tracto Genital Masculino:

  La infección de C. trachomatis en hombres es la más común identificada causa de uretritis no gonococcica (UNG). Aunque la uretritis usualmente resulta en una descarga mucoide, la enfermedad no puede ser claramente distinguida de uretritis gonococcica en el ámbito clínico; es reconozido un espectro que va desde la ausencia de descarga a una descarga francamente purulenta.
  Aproximadamente 1/3 de compañeras de hombres con UNG tiene infección clamidial del cuello uterino y 2/3 o más de las mujeres cuyo compañero tiene uretritis clamidial tendrá infección clamidial del cuello.
  C. trachomatis es reconocida como una causa principal de lo que ha sido llamado epidimitis idiopatica. Los agentes han sido recuperados de la farige de hombres homosexuales (aunque el significado clínico de la observación no es claro).
 

Tracto Genital Femenino:

  La mayoría de las infecciones clamidiales del tracto genital femenino implican el cuello uterino. La infección puede ser clinicamente asintomática o resultar en una cervicitis severa.
  C. trachomatis aparece como una causa significativa de salpingitis aguda no gonococcica. En Suecia Clamidias han sido recuperadas de muestras de las trompas de fallopio tomadas de mujeres con salpingitis aguda. Esto no contribuye de la misma forma con la salpingitis en los Estados Unidos donde la salpingitis gonococcica todavía aparece como predominante. La discrepancia entre los resultados obtenidos en los Estados Unidos podrían ser más aparentes que reales. En Suecia las muestras fueron tomadas por biopsias de las trompas de fallopio y este procedimiento no ha sido aún aplicado en los Estados Unidos.
 

Neonatal:

  El infante pasando a través del canal de nacimiento podría adquirir infección clamidial que se manifiesta como conjuntivitis. La enfermedad fue reconocida al comienzo del 1900; complicaciones sistémicas, como la neumonía, fueron reportadas por primera vez en 1975.
  La neumonía clamidial de infantes es una enfermedad que ha sido caracterizada por los estudios de Beem y sus colegas de la Universidad de Chicago. Esta es tipicamente encontrada en infantes de entre uno a tres meses de edad y es seguida por un curso crónico afebril. El síndrome es bastante característico. Los pequeños tienen taquipnea (occasionalmente apnea) y tos característica. Muchos de los infantes tendrán un cuadro de conjuntivitis al examinarlos. Clamidias han sido recuperadas del tracto nasofaríngeo, garganta y biopsias de pulmones de infantes con esta neumonía. C. trachomatis puede ser facilmente cultivada de tejidos nasofaríngeos de infantes con neumonía. Ha habído un número de casos donde las Clamidias fueron recuperadas de biopsias de pulmón y donde muestras obtenidas del tracto respiratorio alto fue negativo. Estudios han confirmado la observación que altos niveles del anticuerpo IgM para C. trachomatis acompañan la neumonía pero no conjuntivitis de inclusión o infecciones inaparentes.
 

Linfogranuloma venéreo (LGV):

  LGV es una infección transmitida sexualmente que ocurre con baja frecuencia en Norteamérica y Europa pero es común en Africa, Asia, y Sudamérica. Esta infección es caracterizada por la aparición de una pequeña úlcera o vesícula no dolorosa que se cura espontáneamente. La lesión ocurre sobre los genitales externos, mucosa vaginal, o cuello uterino. De dos a seis semanas después que la lesión es curada, se desarrolla un linfadenopatía supurativa que puede ser acompañado por fiebre. Alrededor del 10 al 20% de los pacientes no tratados pueden desarrollar obstrucción linfática severa y linfodema.
 


 
 
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