He
aquí la definición de shiatsu que recogen
nuestros estatutos (artic. 35):
"El shiatsu es una terapia basada en la teoría
médica japonesa y china cuyo fin es ayudar
a las personas en sus procesos curativos y en su autodesarrollo
a través de la presión y el contacto.
Es una terapia holística, que considera los
síntomas y las enfermedades como manifestaciones
de los desequilibrios y busca resolver las causas
que subyacen en estas condiciones, trabajando con
la energía de la persona a través del
cuerpo".
Nos gustaría
resaltar algunos aspectos contenidos más o
menos explícitamente en dicha definición:
En primer lugar está
claro que los conceptos básicos del shiatsu
como terapia están basados en la milenaria
tradición terapéutica oriental. Así
el ser humano se contempla como lleno de energía
vital, cuya fluir constante por los llamados canales
energéticos mantienen las funciones orgánicas,
fisiológicas y mentales. Nuestra energía
vital está en constante intercambio con el
entorno mediante la respiración, la alimentación
y la recepción de sensaciones, lo cual asegura
nuestra adaptación al medio.
También es
fundamental reconocer la importancia concedida al
hara o zona situada debajo del ombligo, como centro
energético del ser humano. "Moverse desde
el hara" resulta fundamental para el practicante
de shiatsu, por cuanto significa, no sólo físicamente,
moverse y actuar desde su centro. Por otro lado, al
trabajar en el suelo, la suavidad y delicadeza de
formas del shiatsu le confieren un inconfundible aroma
oriental.
En segundo lugar,
quisiéramos destacar en nuestro enfoque del
shiatsu que consideramos la relación entre
practicante y paciente no sólo desde el punto
de vista terapéutico o de curación de
síntomas, sino algo que va mas allá.
Nos parece que en una sesión de shiatsu se
establecen contacto en la trayectoria vital de dos
personas, la que da y la que recibe. Hay un contacto
físico, pero también algo más.
Este contacto influye no sólo en la persona
que recibe sino también en la que da. El modo,
la intensidad y la calidad del contacto que tiene
lugar en cada sesión es, por decirlo así,
"personal e intransferible". De esta forma,
no pretendemos curar en sentido estricto sino, mas
bien, crear un contexto en que la experiencia del
contacto entre dos personas pueda ser significativa,
si lo es, para ambas. Esta concepción del shiatsu
nos parece más integradora y holística,
por cuanto permite y estimula la creatividad tanto
del practicante de shiatsu, cualquiera que sea su
estilo, como de la persona que lo recibe.
En
tercer lugar, partiendo de una sólida raíz
oriental, el shiatsu ha demostrado una sorprendente capacidad
para asimilar técnicas y conceptos desarrollados
en Occidente. Cabe destacar, en el aspecto técnico,
su enriquecimiento a partir de terapias corporales como
la reflexologia, la osteopatía, la quiropraxia
etc. También, en el aspecto teórico, la
teoría de los cinco elementos, fundamental en la
teoría médica china, se ha mostrado perfectamente
compatible y enriquecida con aspectos de la psicología
gestalt, psicología evolutiva etc.
Finalmente, shiatsu
también significa para nosotros una cierta
visión del mundo o quizás una manera
de estar en él, de tal forma que nos vemos
inmersos en una auténtica cultura del shiatsu.
Esta cultura empieza a estar consciente de su propia
existencia, como un niño pequeño que
descubre un día, asombrado, que hay algo más
allá de su propio cuerpo...
Esa cultura del shiatsu
se ve a sí misma:
- Como un espacio regulado
por principios lo más democráticos posibles,
donde la libertad, el respeto, la responsabilidad
y la comprensión mutua se conviertan en el
motor de nuestras acciones y donde APSE no es mas
que la forma externa de dicho espacio.
- Como una organización
abierta a todos los enfoques y estilos de shiatsu,
donde puedan ser conocidos y valorados en su justa
medida.
- Como un lugar para
el intercambio de proyectos, ideas e intenciones,
donde no importa tanto el acuerdo como el escuchar
y ser escuchado.
- Como una entidad
viva, cambiante, que trata de mejorar la misma sociedad
en que se está desarrollando.
- Como en fin, un lugar
de encuentro, no solo de profesionales de shiatsu,
sino de alumnos, simpatizantes y personas atraídas
por el espíritu que nos embriaga. ¿Y
que espíritu es ese?
¡Dínoslo tú!
¡Te esperamos!
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