Corcino pone en aprietos a Dubón

miércoles, 12 de enero de 2000
Por Juanita Colombani
El Nuevo Día


LA DEFENSA del abogado Luis Dubón Otero comenzó este miércoles tarde su contrainterrogatorio al testigo estrella de la Fiscalía Federal en el caso del Instituto del Sida utilizando una estrategia que falló en el primer juicio. A preguntas del propio abogado de Dubón Otero, el ex contralor del Instituto, Angel Corcino Maurás, dijo que le mintió a la Cámara de Representantes en 1994 sobre este caso instigado por el acusado, una declaración dañina que no le hizo a la fiscal María Domínguez durante los casi dos días que duró su interrogatorio. Airado por las preguntas del defensor Frederick Hafetz, quien intentó presentarlo ante el jurado como un mentiroso habitual, sin remordimientos, despreocupado de su familia y como un timador, Corcino Maurás dijo que le mintió a la Cámara "porque me fue solicitado por el licenciado Dubón". "Todos mentimos allí", dijo Corcino Maurás, al explicar que días antes de su comparecencia al cuerpo legislativo hubo una reunión en la oficina de Dubón Otero en la que se discutió lo que se diría en las vistas. Imputaciones por conveniencia? "No es cierto que usted está creando toda esta historia acerca de Luis Dubón?", le preguntó Hafetz, quien quiso convencer al jurado que sólo implicando a un hombre "prominente" como su cliente, Corcino Maurás se asegura una sentencia leniente o fuera de la cárcel. "Eso no es cierto", le ripostó Corcino Maurás y le dijo que está consciente de que inventar una historia así sólo lo metería en mayores problemas con la justicia. Las preguntas provocaron el primer momento de tensión en lo que va de juicio entre el testigo y la defensa, obligando al juez federal José A. Fusté a hacer un llamado a que los trabajos se conduzcan de la manera más profesional posible. Una línea de interrogatorio similar usó el abogado Charles Daniels, uno de los defensores de Yamil Kouri, cuando a la defensa le tocó contrainterrogar a Corcino Maurás en el primer juicio, provocando que el testigo le dijera que aprendió a robar del propio Kouri. A Kouri y a los otros dos acusados que fueron juzgados en la primera ronda el jurado los encontró culpables. Todos sabían de las patrañas También a preguntas de Hafetz, Corcino Maurás dijo que "todos y cada uno de los miembros de la Junta (de Directores del Instituto) tenía conocimiento" de la emisión de cheques a nombre de suplidores fantasmas para reunir dinero que, según Kouri, era para hacer donativos a los partidos Popular Democrático y Nuevo Progresista. Antes, interrogado por la fiscal, Corcino Maurás relató que luego de que Dubón Otero quiso zafarse del traque teo con los cheques le preguntó si habían resuelto el problema y cuando comenzó a escuchar explicaciones, no quiso oír más. "Yo fui a la oficina del licenciado Dubón y él me preguntó: 'Resolvieron el problema de los cheques?... No, no, no, no me expliques, que no quiero saber'", dijo que le comentó. Durante la mayor parte de la jornada de ayer, la fiscal Domínguez se dedicó a abundar, a través del testimonio de Corcino Maurás, sobre el patrón fraudulento de emisión de cheques y creación de corporaciones para justificar cientos de miles de dólares que estaban siendo desviados con propósitos ilegítimos, incluidos pagos a políticos. El testimonio reveló que uno de los supuestos cheques fraudulentos fue cambiado por Luis Dubón Arraiza, hijo de Dubón Otero y que también es abogado. Corcino Maurás dijo que muchos de esos cheques fueron firmados por Dubón Otero, quien era el presidente de la Junta, por sus excelentes relaciones con el desaparecido Banco de Ponce, donde el Instituto tenía sus cuentas bancarias, lo que facilitaba que fueran convertidos en efectivo. Aportaciones políticas Con su testimonio, Corcino Maurás sacó a relucir nuevamente las gestiones llevadas a cabo para reunir los $250,000 que supuestamente iban a ser entregados al PNP previo a las elecciones de 1992, por una alegada encomienda que le dio el entonces candidato a gobernador Pedro Rosselló al propio Dubón Otero en una reunión en los cuarteles generales del partido. También habló sobre las gestiones para recaudar una aportación de $5,000 que se le daba al entonces senador popular Edgardo Rosario Burgos y al alcalde de San Juan, Héctor Luis Acevedo y por primera vez detalló acciones del también acusado Jorge Garib para darle dinero del Instituto al candidato del PNP para la alcaldía de la Capital en ese mismo año electoral, Carlos Díaz Olivo. Según su testimonio, Díaz Olivo se beneficiaría con $25,000. Antes, abundó sobre intervenciones anteriores de Garib para beneficiar en 1988 al candidato PNP a la alcaldía capitalina, José Granados Navedo. Corcino Maurás explicó ayer por segunda vez el patrón de emisión de cheques que se siguió para reunir los $250,000 para el PNP: cinco cheques por $142,000 de la cuenta de nómina del Instituto; otro par de cheques emitidos a nombre del ex custodio de la propiedad, que salió culpable en el primer juicio, Armando Borel, por $4,200; otros $10,250 en pagos a la doctora Alida Santiago, quien Corcino Maurás dijo que no le daba servicios al Instituto; otros $6,650 a nombre del médico José N. Lázaga, quien nunca los recibió; otros $58,000 en pagos a la corporación Octagon por deudas inexistentes; $4,250 a nombre del yerno de Kouri, Thomas Driscoll, quien no trabajó para el Instituto; $18,250 a nombre del también ex presidente de la Junta, Rafael Rizek, adicionales a su salario y otros $8,000 a nombre de un contratista que no hizo trabajos para el Instituto del Sida. Cheques fraudulentos Los cheques se emitieron entre los meses de octubre de 1992 y enero de 1993 para un total de $251,650 en desembolsos fraudulentos, que Corcino Maurás dijo que no le consta que le hayan llegado al PNP porque el dinero era entregado a Kouri. El contrainterrogatorio continúa hoy. 1