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Dedicados durante más de 10 años a la labor permanente e
ininterrumpida de la prevención y protección médica, llegamos
a un punto de la evolución de nuestro trabajo donde nos vimos en
la imperiosa necesidad de establecer un canal directo de
comunicación con toda la comunidad sanitaria por un lado, y por
el otro, con el mundo jurídico.
El medio mas idóneo lo constituye este mensuario que
propiciamos, de distribución nacional, con un tiraje de 13.000
ejemplares y entrega absolutamente gratuita.
Intentamos, en definitiva, superar la desconexión existente
entre las diversas disciplinas del conocimiento científico, las
que por diversos motivos históricos nos vimos sometidos a una
aplicación malsana del denominado “ombliguismo”,
creyendo así que íbamos a fortalecer nuestros respectivos
perfiles.
Más allá de cualquier especulación sobre el resultado final de
este proceso, lo que deviene definitivamente cierto es que no
podemos abstraernos y mucho menos negar esta ola globalizadora
mundial.
Con esta tónica abrimos el surco que pretende marcar sobre la
tierra “El Mercurio de la Salud” y que, en definitiva,
va a depender de dos factores preponderantes: reflejar la
realidad sanitaria y su correlato jurídico en sus variados
aspectos por un lado, por el otro la aportación de los lectores
que hagan al mejoramiento continuo del periódico.