EL USO DE LA PALABRA "NO"

desde otra perspectiva

Romeo Lucioni

Una contribuciòn muy interesante de Mariah Spanglet ("El uso de la palabra no") nos da la oportunidad de analizar algunos aspectos del trabajo terapéutico y de la actividad educativa.

Si esto es cierto, pasa, sin embargo, en segundo nivel en comparaciòn con el problema de la "relaciòn". Es esta la que el autista rehusa a veces también en forma violenta, porque, en realidad, sabe comunicarse, quiere decir transmitir sus deseos, sus decisiones sus "violencias".

La E.I.T. (terapia de integraciòn emotivo-afectiva), que yo uso, busca principalmente de reestructurar y activar la relaciòn, el contacto corporal, la sensorialidad y asì enriquecer y "compactar" el sentido de la comunicaciòn.

Hay que tener mucho cuidado: los autistas se pierden en la experiencia perceptiva porque no puden discriminar. Cuando empiezo una terapia con autistas, me visto siempre con la misma ropa, no me saco la cadenita, hablo con el mismo tono de voz, uso la misma musica, no cambio de lugar a los objetos del setting: cada modificaciòn es para el motivo de angustia.

El autista no tiene "conciencia de los objetos" y cada cambio lo pone frente a algo nuevo, desconocido y … aterrador.

La claridad es siempre relativa porque no depende de nosotros sino del chico que utiliza un esquema muy personal e indecifrable.

Lo que tenemos que hacer, en esta situaciòn, es buscar la relaciòn porque solamente en esta las informaciones pueden tener un "sentido de verdad".

Son todas cosas vistas desde el lado del educador; hay que ponerse del otro lado, de la parte de el, teniendo en cuenta:

El problema no es (al principio) educar, sino establecer una "relaciòn". Desde este punto de vista, no es importante aprobar o desaprobar, sino subrayar el hecho de haber decidido "hacer".

Si lo que hace es verdaderamente "malo" (etero- o auto-agresivo) entonces con claridad y firmeza no se le permite, pero si trepa sobre el banco, si agarra cosas etc, se pueden utilizar estas iniciativas para empezar una acciòn en conjunto.

Aùn un movimiento repetitivo puede ser motivo para hacer algo juntos.

Hay que subrayar que el autista utiliza casi exclusivamente la via visiva que permite mantenerse alejado (si nos acercamos presenta crisis de angustia).

Yo prefiero romper esta obligaciòn y me acerco a el, le hablo (a veces con solamente con sonidos, come se hace con los bebes), lo toco (si no es posible con la mano porque la angustia es muy fuerte, lo hago con un palo o con una cuerda), lo abrazo ( aùn por un pequeño segundo), lo miro con atenciòn y busco que haga lo mismo el también.

Vamos a tener siempre en cuenta que el autista

Tenemos que ser dràsticos y si lo invitamos a la mesa también lo llevamos; al principio con algo de "fuerza", pero sucesivamente lo harà con tranquilidad porque ha "decidido" de cumplir con las oredenes.

No se necesita mostrarle ningun dibujo porque el problema no està en la comprensiòn, sino en haber decidido obedecer. El autista no conoce la reciprocidad y no tiene en cuenta nuestros deseos (aunque sean para educarlo), asì todo es vivido como imposiciòn y agresividad.

Si queremos que haga algo, tenemos también que tener en cuenta que el lo harà contra su voluntad porque el se mantiene en su autismo; el quiere su aislamiento en el cual se encuentra "seguro" (recordar la "alfombra de la seguridad").

Hay muy importantes experiencias con cambio de idioma (por es. aca en italia con el ingles) que demuestran que el problema no es nunca de comprensiòn sino de "sentido relacional".

En la relaciòn terapéutica y educativa, si un autista ha tomado algo de alguien "demuestra deseo" y esto es fundamental, que, a veces, se puede utilizar para organizar un "encuentro", una relaciòn (… no serà esto lo que buscaba?).

En realida en el E.I.T. buscamos siempre el tinte afectivo, las emociones, le damos importancia al contacto fisico, a la relaciòn, necesitamos "calidez".

Esto es fundamental, porque el chico no puede elegir, tenemos nosotros que elegir por el.

Hay que tener en cuenta que el trabajo con autistas demuestra siempre mejoras y retrocesos; no tenemos que sentirnos frustrados si no repite las cosas que habia aprendido, sino evitar el aburrimiento y, sobre todo, demostrar siempre que … "hay algo màs".

La experiencia dice que muchas palabras no sirven (a él le falta simbòlico), asì que hay que utilizar lo concreto:

Es muy interesante este intercambio de experiencias y espero pueda repetirse.


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