Síndrome de Asperger

UNA GUÍA PARA PROFESORES


George Thomas, Penny Barratt, Heather Clewley, Helen Joy, Mo Potter, Philip Whitaker

Traducción: Ana Bollullo

 

Aunque los individuos con un diagnóstico de Síndrome de Asperger pueden diferir mucho unos de otros, todos comparten un grupo común de dificultades de base. En esta guía perfilamos la naturaleza de esas alteraciones que están en la base del trastorno, explicamos como pueden dar origen a problemas en la escuela, y proporcionamos sugerencias de dirección que sean prácticas.

La primera parte de esta guía da una explicación del Síndrome de Asperger y perfila las tres áreas nucleares de la alteración. En esta sección también comentamos brevemente los recursos educativos para los alumnos con síndrome de Asperger. El resto de la guía está dividida en seis secciones, tres corresponden a las alteraciones "nucleares" y más adelante nos centramos en tres amplias áreas de dificultades que frecuentemente experimentan o presentan en la escuela.

No pretendemos que lean esta guía de principio a fin, por eso hemos adoptado un formato común para ayudar a los lectores a identificar las páginas que sean de mayor relevancia.

Los rasgos de este formato son los siguientes:

¿Cómo interpretar esto?.

Intenta aclarar la forma en que las alteraciones nucleares pueden estar contribuyendo en ese problema particular.

¿Qué hacer?

UNA INTRODUCCIÓN AL SÍNDROME DE ASPERGER

El Síndrome de Asperger (S.A.) es generalmente considerado como una forma de autismo y es llamado así por el psiquiatra alemán Asperger, quien fue el primero que describió sus características en 1940. Los niños con S.A. con los que trabajamos tienen todos dificultades significativas que afectan la forma con la que ellos se relacionan y se comunican con los demás.

Las personas con S.A. tienen problemas en las áreas de Interacción Social, Comunicación y falta de Flexibilidad Mental. Ellos pueden carecer de imaginación, pueden tener intereses muy obsesivos y limitados y pueden manifestar fuerte adherencia a rutinas. Para hacer un diagnóstico deben presentarse en cada una de esas áreas tipos específicos y grados de alteración.

Habiendo dicho esto, no obstante, hay que subrayar que hay mucha variación en la gravedad general de las dificultades experimentadas, y que la forma en que esas dificultades se manifestarán variará. También hay que resaltar que cada persona con S.A. tiene una personalidad propia que se ha desarrollado a partir de experiencias individuales en su vida (igual que ocurre con todos nosotros).

Como el autismo, el S.A. es el resultado de un problema orgánico y no de la forma en que es educado el niño/a . A diferencia de las personas con autismo, las personas con S.A. tienen menos problemas con el desarrollo del lenguaje y es menos probable que tengan dificultades adicionales de aprendizaje. Las bases fisiológicas del autismo y el S.A. no están claramente comprendidas.

Interacción y Relaciones sociales

Algunos niños/as con S.A. pueden aparentar preferir su propia compañía. Ellos pueden tener una gran conciencia de su espacio vital mostrando signos de sentirse incómodos si otros están demasiado cerca. Muchos intentan a duras penas ser sociables, pero cuando se acercan a otros parecen ser socialmente torpes. Es posible que no miren a la persona a la que se están aproximando o puede que inadvertidamente den "señales erróneas". También pueden compensar sus dificultades siendo excesivamente formales. Tienen grandes dificultades a la hora de interpretar las claves que les indican qué se espera de ellos en una determinada situación: es probable que se porten con un profesor de la misma manera que lo harían con sus amigos o con sus padres. También es probable que tengan problemas de enfrentamientos y que de forma involuntaria muestren comportamientos antisociales.


Comunicación

A pesar de tener un buen desarrollo en cuanto al lenguaje, los niños/as con S.A. tienen una comprensión alterada de todo lo que hay alrededor de la comunicación. Es posible que ignoren como pedir ayuda o cuando deben imponerse. Es posible que hablen en un tono de voz monótono, con un pobre control del volumen o la entonación. Muchos de ellos centran sus conversaciones en temas preferidos que repiten una y otra vez con una monotonía excesiva. Es probable que tengan dificultades para comprender chistes, dobles sentidos o metáforas. Su lenguaje puede parecer más bien pedante. La calidad de su comunicación se deteriorará bruscamente en situaciones que generen estrés. La falta de expresiones faciales, de gestos y la escasa comprensión del lenguaje corporal de las otras personas, también contribuyen a sus dificultades de comprensión.


Imaginación e Inflexibilidad Mental

Los niños/as con S.A. tienen limitadas sus habilidades para el juego. Ellos prefieren actividades mecánicas tales como coleccionar, reunir o desmontar. Es posible que aprendan a hacer juegos de ficción, pero más tarde que sus iguales. Cuando tales juegos son aprendidos, con frecuencia son más bien repetitivos. Otros aspectos de su falta de flexibilidad mental son la resistencia a los cambios, la insistencia en la invarianza del ambiente y el desarrollo de rutinas y rituales.

Es común que las personas con S.A. desarrollen de manera muy intensa intereses más bien limitados e inusuales. Las personas con S.A. tienen problemas "para ponerse en el lugar de los otros", o ver las cosas desde diferentes puntos de vista. Ellos se sienten mejor cuando solo tienen que enfrentarse a lo concreto y predecible.


Dificultades adicionales

Las dificultades en las habilidades motoras y las alteraciones sensoriales, son también comunes en las personas jóvenes con S.A. Esto, junto con la tríada de alteraciones, pueden contribuir a la gama de dificultades significativas, particularmente en aspectos como las habilidades para el trabajo y la vulnerabilidad emocional.


Puntos fuertes

A pesar de las dificultades en el dominio de las competencias sociales, los niños/as con S.A. pueden tener importantes puntos fuertes: una inusual memoria mecánica, una extraordinaria concentración, aunque centrada en intereses limitados, un vocabulario extenso, conocimientos muy avanzados o habilidades en áreas de tecnología o ciencia.

Relaciones Sociales


Participar y hacer amigos

"Grahan intenta participar y hacer amigos, pero todo lo que él hace parece poner nerviosos a los demás. Nadie quiere estar con él"


Cómo interpretar esto

Las personas con S.A. a menudo quieren la amistad de otros, pero no saben qué deben hacer para tener amigos.

Puede ser muy difícil para algunas personas con S.A. interpretar las claves sociales que invitan a la interacción social.

Cuando intenta conversar, la persona con S.A., no es capaz de leer las señales no verbales que forman parte de la conversación. Es probable que no aprecien claves que el oyente esté dando acerca de la relevancia y el interés del tema elegido. La persona con S.A. puede hablarle a otra persona de forma interminable y con detalles excesivos acerca de algo.

Algunas personas con S.A. pueden mantenerse demasiado cerca, usar señales no verbales de manera poco hábil o hacer un uso pobre de ellas y es posible que hablen, más bien, con un tono de voz monótono.

Algunos tienen dificultades para conseguir el nivel de familiaridad correcto. Pueden ser excesivamente formales o tratar a un extraño como si de un íntimo amigo se tratara.


¿Qué hacer?

Comunicación

No responder a instrucciones

"Sula aparenta escuchar cuando un adulto da instrucciones al grupo, pero sin embargo, no es capaz de hacer lo que se le ha dicho sin fijarse en los demás."


Cómo interpretar esto

Algunas personas con S.A. no pueden seguir instrucciones en grupo, quizás no comprendan que ellos forman parte del grupo y que las instrucciones van dirigidas para ellos y para los demás.

Algunos han encontrado formas con las que aparentan oír. Con estas habilidades ellos evitan que se les grite.

Algunos tienen habilidades receptivas pobres. Esto quiere decir que es posible que no entiendan el lenguaje que el adulto está usando cuando se dirige al grupo entero. Ver el capítulo Comprendiendo el lenguaje del adulto

Algunas personas con S.A. desarrollan estrategias alternativas de afrontamiento cuando no son capaces de seguir instrucciones en grupo.

Una estrategia muy común de afrontamiento es copiar lo que los otros niños/as hacen: esto puede camuflar serios problemas de comprensión.

Una escasa motivación puede hacer que estos jóvenes no pongan el esfuerzo adicional necesario para escuchar y procesar las instrucciones.


¿Qué hacer?

Enfrentándose al grupo

"Durante el recreo todo lo que Ranjit parece hacer es deambular. En la clase no soporta ser el centro de atención."

Cómo interpretar esto

Las personas jóvenes con S.A. con frecuencia, se sienten perdidos y confusos durante su tiempo libre. El tiempo de descanso puede ser especialmente estresante, debido a la informalidad y escaso nivel de estructura en esas situaciones. Esto hace que ellos eviten esas situaciones.

Algunos pueden tener dificultades para encontrar el sentido de las reglas flexibles y no escritas que normalmente gobiernan los juegos grupales. También tienen problemas para comprender "las reglas" que indican cómo relacionarse con los demás.

Incluso en situaciones uno a uno, algunos encuentran las demandas de relación con otras personas demasiado difíciles de manejar y tratarán de evitarlas o de relacionarse lo menos posible.

Cuando no pueden evitar la relación, intentan controlar la interacción utilizando rutinas rígidas y temas específicos de conversación.

Trabajar en situaciones grupales de escasa estructura o simplemente sentarse cerca de un grupo de niños/as, puede ser muy difícil y una experiencia generadora de ansiedad para algunos alumnos/as con S.A.

La evitación de los otros puede ser el resultado de la intimidación. Algunos son especialmente vulnerables a las bromas y la intimidación.

Tales niños/as pueden ser capaces de enfrentarse a las rutinas de la clase, pero tener grandes dificultades cuando se les pide participar en actividades menos familiares.

¿Qué hacer?

Recordar también que algunos jóvenes no quieren hacer amigos o pasar su tiempo libre en compañía de otras personas. Esto es necesario respetarlo.

Apariencia brusca

"Jordan con frecuencia ofrece una apariencia brusca a otras personas. Dice lo que piensa, parece un adulto hablándole a otros niños/as"

Cómo interpretar esto

Los niños/as con S.A. aprenden sus habilidades lingüísticas copiando estrofas del lenguaje que ellos oyen. Esta imitación incluirá no solo el lenguaje de los adultos, sino también su entonación y la actitud que ellos puedan adoptar cuando repiten esas palabras.

Muchas personas con S.A. carecen de la comprensión intuitiva o reglas sociales y expectativas en determinadas situaciones: ellos pueden tratar a los adultos como a sus compañeros de clase y viceversa.

¿Qué hacer?

Interpretaciones Literales

"John es muy literal. Cuando contesta al teléfono y alguien le pregunta si está su madre allí, él contesta que si, pero no va y la llama."

Cómo interpretar esto

Es muy común en las personas con S.A. Interpretar el significado de lo que otras personas dicen de manera muy concreta y literal.

Giros lingüísticos (por ejemplo: estira las piernas), el humor y el sarcasmo pueden plantear determinados problemas.

En la escuela es muy común el uso de formas indirectas (y de buena educación) tales como "¿puedes poner tu libro aquí...? o ¿te gustaría...?". Estas, son instrucciones, son órdenes, pero pueden ser interpretadas como preguntas por la persona con S.A.

Parte de estas dificultades están causadas por los problemas de interpretación de las intenciones del interlocutor y la motivación. Esto requiere interpretar claves no verbales y en cierto modo, ser capaz de ponerse en el lugar del otro.

¿Qué hacer?

Uso escaso o excesivo de gestos

"Cuando Richard me habla permanece rígido como un soldado, mantiene sus brazos a lo largo de sus costados, habla en un tono monótono y hace un escaso uso de expresiones faciales".

Cómo interpretar esto

Las personas con S.A. tienen dificultades con todos los aspectos de la comunicación, tanto verbal como no verbal.

Con frecuencia tienen dificultades para interpretar y leer el lenguaje corporal y las expresiones faciales de otras personas, igual que para usar esas formas de comunicación espontáneamente y apropiadamente.

Las habilidades de comunicación no verbal que usamos diariamente necesitan ser aprendidas específicamente por personas con S.A. Puede ser difícil para ellos aprender esas habilidades y usarlas de una forma flexible o espontánea.

¿Qué hacer?

¿Qué hacer?

Tom necesita ser ayudado para detectar sus propios signos de alarma y anticipar situaciones problemáticas. Sería de utilidad para él tener un guión o lista de cosas que debe hacer cuando empiece a sentirse estresado o enfadado. Quizás sea necesario llegar al extremo de tener que escribir esos guiones a fin de que puedan ser llevados a cabo. Pueden ser tanto estrategias para calmarlo, como soluciones que le permitan salir de la situación. Necesitará ser advertido y además ser animado para usar esos guiones.

Es vital trabajar con la clase de Tom para ayudarlos a que entiendan sus dificultades. Los compañeros de clase también pueden ser involucrados en grupos informales de "colegas" o en programas más formales como los "Círculos de Amigos". Tales planteamientos pueden fomentar la aceptación de Tom. Los iguales pueden enseñar y servir de modelos en el aprendizaje de habilidades específicas.

Sería de ayuda para Tom tener una oportunidad regular, fija, para obtener apoyo de un miembro determinado del personal. También podría beneficiarse de la oportunidad de contar su versión de la historia.

Es importante recordar que no se deben olvidar estrategias diarias tales como sistemas de incentivo. Los jóvenes como Tom se benefician de normas y reglas muy explícitas y específicas y de la unión de éstas a recompensas concretas.

Interrupciones

"William me interrumpe todo el tiempo. Lo hace cuando estoy hablando en grupo y también cuando estoy hablando con otra persona."

Cómo interpretar esto

Las personas con S.A. pueden tener serias dificultades para saber cómo y cuando meterse en una conversación. Ellos pueden no reconocer las pausas y las señales sutiles que los invitan a unirse a la conversación. Ellos pueden carecer de las habilidades de hacer comentarios o añadir algo a la contribución del otro hablante, como una forma de unirse a la conversación. Las personas con S.A. pueden llegar a preocuparse por pensamientos o temas particulares que no pueden resistir a dejar escapar.

¿Qué hacer?

En situaciones grupales intentar utilizar un objeto, de manera, que solo se le permitirá hablar cuando tenga el objeto en la mano.

Será necesario explicarle a William que las pausas en la conversación son los momentos para tomar parte en la misma con sus comentarios. Será necesario que practique el reconocimiento de pausas. Para esto serán de gran ayuda el uso de vídeos de programas de T.V.

Si William sigue teniendo dificultades para reconocer cómo y cuando unirse a la conversación, entonces será necesario utilizar un signo acordado, que será usado por los adultos o iguales que sirven de apoyo.


Hablando demasiado alto o demasiado rápido

"Leon habla en un tono de voz alto, avergüenza a todo con el que habla"

Cómo interpretar esto

Las personas con S.A. pueden tener una comprensión mínima de lo que piensan o sienten otras personas, de manera que no entienden que su comportamiento puede avergonzar a aquellos con los que están.

Las personas con S.A. tienen dificultades para "leer" las expresiones no verbales y el lenguaje corporal y pueden no reconocer emociones como la vergüenza en otras personas.

Ellos pueden no haber aprendido las reglas sociales implícitas en la comunicación como la mayoría de la gente hace. Ellos no son capaces de reconocer que su comportamiento social es inapropiado o está fuera de lugar.

El volumen inapropiado puede ser indicador de que la persona con S.A. está ansiosa en esa situación.

Las personas con S.A. pueden hablar demasiado bajo, demasiado rápido o demasiado lento igual que demasiado alto

¿Qué hacer?

Asegúrese de que la audición de Leon es normal.

Modele el volumen normal que le gustaría que Leon usara y proporciónele oportunidades para que él pueda practicar esto. Empiece por aquello que es más fácil para él y continúe con aquello en lo que le cuesta más controlar su volumen.

Use una clave, como un gesto, que le permita saber que está hablando demasiado alto.

Use una grabadora o un vídeo para grabar a Leon. Muéstrele la grabación y pídale que evalúe su volumen. Use esta técnica con sensibilidad para no dañar la autoestima de Leon.

Refuerce a Leon para que hable en un volumen apropiado.

Preguntar repetidamente

"Jeremy hace la misma pregunta una y otra vez durante semanas. Cuando no obtiene la respuesta que quiere oír se pone muy enfadado hasta que lo consigue"

Cómo interpretar esto

Algunos jóvenes con S.A. son extremadamente rígidos en sus conversaciones y disfrutan oyendo la misma respuesta una y otra vez. Por ejemplo"¿Cuándo se encienden las luces de la calle?", esperando oír "cuando esté oscuro" y disgustándose si se le da una respuesta alternativa como "cuando se haga de noche".

Algunos pueden usar preguntas repetitivas con objeto de "tomar la palabra" o mantener una conversación con alguien. Pueden carecer de habilidades para mantener la conversación de una forma más natural.

Algunas personas con S.A. haciendo preguntas repetitivas pueden poner de relieve la ansiedad, especialmente cuando esas preguntas giran en torno a lo que va a suceder durante la jornada.

¿Qué hacer?

En primer lugar, respetar los intentos de comunicación de Jeremy y darle tiempo para que haga sus preguntas cuando él lo necesite. Esto puede servirle como estrategia para calmarse y permitirle más tarde mantener una conversación con un objetivo determinado.

Ofrecer y enseñar a Jeremy cómo usar estrategias que lo tranquilicen más apropiadas por ejemplo escuchar música en un walkman, leer su libro favorito, usar un juguete que le reduzca el estrés, o cualquier otra podría ser apropiada.

Proporcionarle información visual como un horario que le permita saber a Jeremy qué va a suceder durante el día, de manera que él no necesite preguntarlo reiteradamente.

Gradualmente cambie o "dele forma" a su respuesta a la pregunta obsesiva. Por ejemplo a la pregunta "¿puedo ir ahora?" que ha de ser respondida "Si puedes", asentir además con la cabeza o con el pulgar hacia arriba e ir reduciendo gradualmente la respuesta verbal hasta que solo haga el gesto.

Utilice las preguntas repetitivas de Jeremy como una oportunidad de aprendizaje. Dígale que contestará a su pregunta cuando él acceda a una petición suya.

Reducir gradualmente el tiempo para responder a su pregunta repetitiva, por ejemplo: "no puedo contestarte ahora, pero puedo hablar contigo a las 11 horas durante 5 minutos". Es importante asegurarse de que puede cumplir lo que ha dicho.

Solo permitir las preguntas repetitivas en un lugar determinado, por ejemplo: en el patio del recreo. Es importante que tenga acceso a ese lugar varias veces al día.

Ser tajantes (rotundos) poniendo límites a las preguntas, pero invitar a conversar de una forma más apropiada: "esta pregunta es aburrida, pero pregúntame otra cosa..." o "háblame acerca de ...." Ver también el capítulo Temas obsesivos de conversación.


Entendiendo el lenguaje de los adultos

"David parece muy inteligente y tiene un vocabulario excelente, pero cuando explico algo en clase no parece entenderme"

Cómo interpretar esto

A menudo los niños/as con S.A. tienen buena memoria (sobre todo para los hechos) y pueden adquirir un vocabulario muy extenso. Esto puede llevar a las personas a sobreestimar su comprensión del lenguaje y particularmente su habilidad para entender conceptos abstractos. De hecho, con frecuencia son muy concretos en cuanto a su pensamiento y comprensión del lenguaje.

Atender a instrucciones o explicaciones en grupo parece ser particularmente difícil. Podría no atender a los aspectos relevantes de algo o distraerse con detalles no importantes.

Las explicaciones o instrucciones largas y los conceptos abstractos, es lo más difícil para los niños/as con S.A.

Con frecuencia las personas con S.A. tienen una comprensión del lenguaje muy concreta y literal. El uso idiosincrático del lenguaje, las metáforas y otros aspectos como el sarcasmo o los chistes pueden ser interpretados de manera literal.

Las dificultades sociales experimentadas por los niños/as con S.A. pueden también afectar a su comprensión del lenguaje. Incluso si ellos comprenden las palabras concretas podrían no ser capaces de entender el significado que subyace o las intenciones del hablante. Este es un problema específico del lenguaje tales como el sarcasmo, cuando las personas dicen una cosa con el discurso, pero otra con su lenguaje no verbal. Esto hace a los niños/as con S.A. muy vulnerables a las bromas.

Estas dificultades, con frecuencia, son las peores cuando los problemas de comportamiento están siendo tratados. La emoción añadida y los signos no verbales que instintivamente usa el adulto, pueden complicar el propósito que se quería conseguir.

¿Qué hacer?


Piense cómo organizar sus explicaciones e instrucciones:



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