EL SÌNDROME DE ASPERGER
Jaime Rodríguez Sacristán
Algunas consideraciones históricas del síndrome de Asperger
El trabajo de Asperger sobre la Psicopatía Autística forma parte de la
literatura clásica de la Psiquiatría Infantil, y constituye un hito
fundamental en el desarrollo del concepto de Autismo. Sin embargo, por una
serie de circunstancias, su aportación permaneció prácticamente en el
anonimato durante casi 40 años, hasta la revisión realizada por Wing (1981)
y la posterior traducción inglesa del artículo original efectuada por Frith
(1991).
Hans Asperger (1906-1980), al igual que Leo Kanner, nació en Austria y se
formó en Viena. Sin embargo, parece que ambos nunca coincidieron, entre
otras cosas, porque, además de los 10 años de edad que les separaban,
mientras Asperger desarrolló toda su práctica profesional en su país de
origen, Kanner emigró a los EE.UU.
Tras formarse en medicina general, y con el proyecto de especializarse en
Pediatría, Asperger comenzó su trabajo en la Clínica Pediátrica
Universitaria de Viena, sintiéndose particularmente atraído por la práctica
de la "Heilpädagogik" o Pedagogía Remedial, que se venía desarrollando en
esta institución desde 1918. Aquí elaboró lo que constituiría su Tesis
Doctoral, publicada en alemán en 1944. En su trabajo original, Asperger
(1944) describió a 4 niños de edades comprendidas entre los 6 y los 11
años, que presentaban como característica común una marcada discapacidad por dificultades en la interacción social, a pesar de su aparente adecuación
cognitiva y verbal. Recogiendo el sentido Bleudiano (Bleuler, 1951) del
término autismo- referido a la pérdida de contacto con el mundo circundante
propio de la Esquizofrenia-, para aplicarlo al desapego del entorno social
tan característico de los niños autistas, este autor introdujo el concepto
de Autistischen Psychopathen im Kindesalter (Psicopatía Autística en la
Infancia).
Por una increíble coincidencia, Asperger y Kanner describieron casi
simultáneamente, y de forma independiente el mismo tipo de niños, a los que
por cierto nadie había prestado excesiva atención hasta que ambos
propusieron el término autista. Cuando Asperger eligió este término,
desconocía el trabajo publicado por Leo Kanner un año antes sobre Autismo Infantil precoz (Kanner, 1943).
A pesar de que por esa época, el Psicoanálisis se encontraba en pleno
florecimiento en Viena, su influencia en el trabajo de Asperger se limita a
una referencia a las ideas de Adler sobre las consecuencas psicológicas de
ser un hijo único, considerando que era la propia patología autística de los
padres lo que determinaba que tuvieran un único hijo, sin tener en cuenta la
influencias de otro tipo de factores.
La Pedagogía Remedial, constituye uno de los pilares fundamentales de las
aportaciones de este autor. Conceptualmente, se trata de una estrategia
terapéutica que integra perfectamente técnicas de educación especial en la
práctica médica, sustentado todo ello en el trabajo de un equipo
multidisciplinario (médicos, personal de enfermería, educadores y
terapeutas). Asperger partía de la premisa de que, a pesar de las
importantes dificultades que generaban, estos niños tenían capacidad de
adaptación si se les proporcionaba una orientación psicopedagógico adecuada.
Tras la 2ª guerra mundial, y durante 20 años, Asperger asumió la dirección
del Departamento de Pediatría de la Universidad de Viena. Falleció de forma
repentina en 1980, mientras desarrollaba un trabajo clínico activo.
Asperger vs. Kanner
Un año antes de la aparición de la Psicopatía Autística (Síndrome de
Asperger en la terminología actual), Kanner (1943)5 publicó su ya clásica
descripción de 11 niños con "trastornos autísticos del contacto afectivo"
(Autismo Infantil Precoz). Por esa época, Europa estaba sumida en la 2ª
guerra mundial, motivo por el cual, ni Asperger conocía las aportaciones de
Kanner, ni éste estaba al tanto del trabajo del primero. Sin embargo, como
ya mencionamos, los pacientes que ambos estudiaron presentaban bastantes
rasgos comunes, como eran las alteraciones en la interacción social,
comunicación y afecto, y los intereses idiosincráticos. Pero lo más
llamativo es que, entre ambos grupos de niños, había diferencias marcadas en
cuanto a funcionamiento social y emocional, habilidades de lenguaje y
manierismos motores. Al menos en parte, estas diferencias podían ser debidas
a algunas características inherentes a los niños descritos inicialmente por
ambos autores (en el caso del Autismo, se trataba de niños preescolares con
mayor retraso mental, mientras la Psicopatía se refería a niños en edad
escolar, aparentemente brillantes, y con buen funcionamiento verbal). En
consecuencia, en la literatura, el Autismo Infantil Precoz (AIP) se asoció a
niños autistas de bajo rendimiento intelectivo, y el Síndrome de Asperger
(SA) a autistas de mayor edad con dominio del lenguaje y sin retraso mental.
El concepto de Psicopatía Autística , fue introducido en los países
anglo-parlantes por Van Krevelen (1963), en un intento de distinguirlo del
Autismo descrito por Kanner. Este autor defendía que ambos trastornos
constituían entidades nosológicas distintas. Para ello, consideraba los
siguientes diferenciales aspectos: en el AIP, los síntomas se
manifiestan ya en el primer mes de vida, el niño camina antes de hablar, la
adquisición del lenguaje está retrasada o ausente, y cuando se desarrolla,
carece de fines comunicacionales, el contacto ocular es pobre porque vive en
su propio mundo e ignora a los demás, y el pronóstico es sombrío porque se
trata de un proceso psicótico. Por el contrario, el SA tiene un comienzo más
tardío (a partir del tercer año de vida), el niño habla antes de iniciar la
deambulación, e intenta comunicarse aunque de forma unilateral, evita el
contacto ocular, y vive "en nuestro mundo" pero a su manera, siendo su
pronóstico más favorable por tratarse de un rasgo de personalidad. También
sugería que el SA era un rasgo familiar transmitido a la línea masculina,
mientras que el AIP ocurría cuando el niño que heredaba el rasgo, también
padecía un daño cerebral.
Criterios diferenciales entre Síndrome Asperger y Autismo Inf Precoz
según Van Krevelen (1963)
El principal problema que plantea esta formulación es que, en la práctica
clínica, la mayoría de los casos presentan elementos de ambos síndromes. De
hecho, Van Krevelen reconocía la relación entre ambas entidades a pesar de
conceptualizarlas como diferentes.
Las aportaciones de Asperger tuvieron una escasa difusión hasta que Wing (1981) revisó el trastorno y recopiló su propia serie de 34 casos, de los cuales 19 tenían una presentación clínica similar a la descripción original, aunque carecían del comienzo característico y de la presentación precoz. Considerando que el término psicopatía podría asociarse al concepto de conducta sociopática, esta autora propuso el uso del epónimo Síndrome de Asperger. Tras un exhaustivo análisis comparativo de los trabajos de Asperger (1944, 1979), y de las primeras aportaciones de Kanner (1943, 1971), esta autora (Wing, 1991) recogió las siguientes características compartidas por ambos trastornos:
· marcado predominio de varones. De hecho, Asperger creía inicialmente que
el cuadro nunca se presentaba clínicamente en niñas prepuberales;
· aislamiento social, egocentrismo y falta de interés por las ideas o
sentimientos de los demás;
Sin embargo, un análisis detenido de las descripciones originales de ambos autores permite señalar algunas diferencias.
En primer lugar, los niños descritos por Asperger desarrollaban el lenguaje antes de la edad escolar, llegando a adquirir un vocabulario extenso, y una gramática razonable, presentando un lenguaje con cierto grado de pedantería (Asperger decía de estos niños que "hablaban como adultos"), aún que con alguna tendencia a la incoherencia y a los temas fantásticos y excéntricos que ocupaban gran parte de su tiempo. Además este autor resaltaba en sus descripciones la "apariencia torpe" de estos niños, mientras que Kanner destacaba el "aspectofísicoatractivo".
Asperger hace una referencia frecuente a la "originalidad del pensamiento", y a la tendencia con que canalizan sus intereses hacia aspectos abstractos de escasa utilidad práctica.
Por último, a diferencia de Kanner, Asperger no diseñó una lista de
criterios esenciales para hacer el diagnóstico.
Según señala Wing (1991), Kanner nunca se refirió a los escritos de
Asperger en sus artículos sobre Autismo. Asperger sin embargo, en un trabajo
publicado en 19796, si hizo una especial referencia al AIP descrito por
Kanner, y a su relación con la Psicopatía Autística. El mismo Asperger se
asombró de las similitudes entre ambos cuadros, lo cual explicaba la
elección del mismo nombre. Pero también señaló que ".los dos tipos son a la
vez tan parecidos y sin embargo tan diferentes". Las conclusiones finales de
Asperger no están muy claras, pero parece que el Autismo podría ser el
resultado final de una variedad de causas, mientras que el Síndrome descrito
por Kanner, constituiría una forma más severa de Psicopatía Autística. En >
este sentido, hay que señalar que Asperger se refiere al Autismo de Kanner
como "una psicosis o casi una psicosis".
En otras investigaciones, se intentó justificar la separación nosológica de
ambos trastornos, con ciertas limitaciones. Así, por ejemplo, Wolff y Chick
(1980) describieron a un grupo de niños con alteraciones de conducta que
etiquetaron de trastorno de personalidad esquizoide infantil. Se trataba de
niños solitarios, rígidos mentalmente, y con un estilo de comunicación
peculiar que recordaba al SA en todos los aspectos excepto en que una
minoría eran niñas. Estos autores afirmaban que aunque existían ciertas
similitudes con el AIP , el trastorno de personalidad esquizoide infantil,
no presentaba las características esenciales que definen el autismo:
Ausencia o alteraciones en el desarrollo del lenguaje (ecolalia, ausencia de
la respuesta emocional con evitación de la mirada, comportamientos
compulsivos y estereotipados, y comienzo antes de los tres meses de edad).
Coinciden con Van Krevelen en que el SA es un rasgo de personalidad que no
cambia, mientras que en el AIP se pueden observar modificaciones con el paso
de los años. Desgraciadamente, estos autores no proporcionan ningún dato
sobre los años preescolares de los niños esquizoides, con lo cual no es
posible determinar si existían o no comportamientos autistas típicos a esa
edad.
Wolff y Barlow (1979) compararon un grupo de 8 niños esquizoides con
otros 8 autistas de buen rendimiento, y ocho controles sanos. Tras evaluar
inteligencia, lenguaje, memoria, funcionamiento cognitivo y emocional,
comprobabron que los niños etiquetados de esquizoides constituían un grupo
intermedio entre los autistas y controles sanos, lo cual puede constituir
una evidencia del continum de los trastornos del espectro autista.
Kay y Kolvin (1987), al tratar de delimitar el concepto de psicosis
infantiles, consideraron que el SA estaría biológicamente relacionado al
AIP. Sin embargo, también plantean la hipótesis de el SA sería un tipo de
trastorno de personalidad, mientras que el AIP se situaría dentro de los
trastornos psicóticos, si bien no definen claramente el significado de ambos
términos.
Nagy y Szatmari (1986) consideran que el SA es en realidad un trastorno
de personalidad esquizotípico, similar al de los adultos, pero de inicio
infantil.
Por último, en la literatura se apuntan como variables discriminativas que
permitan diferenciar el SA del AIP, las siguientes: adaptación en la vida
adulta (Larsen y Mouridsen, 1997), desarrollo del lenguaje (Szatmari,
1991); Eisenmajer y col., 1996), utilización del lenguaje con fines
comunicacionales (Fine y col., 1991), funcionamiento cognitivo (Szatmari
y col., 1995), y peculiaridades de la comunicación no verbal (Ghazinddin
y Gerstein, 1996).
Resumen