TIEMPO y SABER
(Obstáculos del analista en el análisis con niños)
MARIANA D 'ANGELO
Este trabajo se gesto a partir de una serie de dificultades que se me presentaron en relación al psicoanálisis con niños; dificultades que van mas allá de los problemas a los que cada caso puede confortarnos y que se tratan mas bien de obstáculos por parte de los analistas.
Cierto saber en relación a lo que es un niño conduce, a priori, a fijar determinados alcances y limites en el momento de pensar esta clínica.
El concepto de niño rápidamente obtura nuestra praxis y el dispositivo, mas que analítico, parece ser pedagógico.
En la introducción de su libro En busca del niño en la estructura, Alicia Hartmann señala que "el psicoanálisis que postula una extrema especificidad del análisis, un psicoanálisis distinto para los niños o de niños, lo sigue objetivizando en el sentido literal de la palabra (...) El niño tiene que "aprender" (dentro de ciertas concepciones psicoanalíticas) a elevarse a la categoría de sujeto; por lo tanto, lo que se llama psicoanálisis y educación pueden coincidir".
Si bien desde sus primeros trabajos encontramos a Freud en contra de las ideas de una sexualidad tabú y del niño corno inocente, si bien habla de las teorías sexuales infantiles y de lo infantil en relación a su lugar patógeno en la formación, no solo de síntomas, sino de la neurosis misma; también vemos aparecer en el ciertas contradicciones.
En Sueños de niños, la octava de las Conferencias de introducción al psicoanálisis, tenemos un ejemplo de ello.
Leemos: "en estos sueños de niños podemos conseguir, con mayor facilidad y certeza, informes sobre la esencia del sueño; confiamos en que habrán de revelarse decisivas y universalmente validas. Para la comprensión de estos sueños no se requiere de ningún análisis, de ninguna aplicación de una técnica. "No hace falta preguntarle nada al niño que cuenta su sueño".
Freud señala que en los niños los sueños están regidos por un suceso extremo ocurrido el día anterior, relacionado con una necesidad y cumplido en forma alucinatoria.
Es por esto que no necesita interpretaci6n: "el chancho sueña con bellotas, el ganso con maíz; o preguntan: ¿con que sueña la gallina? Con mico. Esos refranes se remontan entonces todavía mas lejos que nosotros, desde el niño basta el animal y aseveran que el contenido del sueño es la satisfacción de una necesidad".
En La transferencia a la cantonade Eric Porge escribe: "La novela familiar es una manera de restablecer el pedestal de donde los padres han caído. EI analista es llevado a cubrir la misma función, a restablecer una transferencia puesta a prueba y es lo que hace en el mejor de los casos. Esto marca el limite del papel del analista en el análisis del niño y permite abordar la cuestión del fin del análisis de niños". Mas adelante señala: "La transferencia del niño solo es analizada en tanto recoloca al niño en un cuadro edipico; el trabajo del analista es su contribución social al edipismo".
Porge se pregunta si se debe tornar un niño en análisis y responde que si ...pero
"a condición de detenerse a tiempo".
Pregunto: ¿detenerse a tiempo de que? , ¿de que pierda la inocencia?
Concluye su articulo diciendo que el lugar del analista que trabaja con niños es el de ser "un buen entendedor" .
Ya sabemos que el refrán dice: "A buen entendedor ...pocas palabras".
En los textos acá citados: ¿de que lado queda ubicado el saber? ¿de que saber se trata? ¿por que se confunde, con tanta prisa, el saber inconsciente con un saber yoico?
Pareciera haber un saber en relación hacia donde debería arribarse, una "cura tipo". Esto llevaría a un extravío por el camino del ideal. EI saber "universitario", ubicado del lado de quien dirige la cura, vendría a taponar a ese saber inconsciente y a no dar lugar a la puesta en juego de ese sujeto en la transferencia.
Contrariamente a lo que dice Porge, mi opinión es que el análisis de un niño es posible primero, a condici6n de no suponerlo inocente y, segundo, siempre y cuando le demos tiempo.
EI niño inocente fue una construcción social a la cual Freud se opuso. Sin embargo una y otra vez retoma en los relatos de los analistas una posición de querer "salvar" al niño de las garras funestas de sus padres. La idea de "elección forzada" es relativizada u olvidada en nombre de la "inocencia" del niño. Inocente es aquel que no sabe, que no tiene ninguna responsabilidad en los hechos. ¿De quien seria entonces la responsabilidad por la elección de un síntoma? , ¿de quien el beneficio obtenido con ese modo de satisfacci6n?
Otros interrogantes: ¿No es forzada esta división niño-adulto? ¿No se trataría mas bien de trabajar con lo infantil? ¿Porque obviar que la sexualidad es la sexualidad infantil? ¿Porque descuidar que los neuróticos obtienen la satisfacción a través de sus sintamos, es decir lejos de la genitalidad? ¿No se trata en un análisis, con niños o con adultos, de producir un Sujeto, de realizar todo un movimiento para que se pueda pasar del "no pienso" al "yo soy" ? ¿Acaso no es nuestro intento que esta posición de "pasión por la ignorancia" que elige el neurótico pueda perderse?
Roberto tiene 10 anos. Los padres consultan "porque es demasiado sensible". EI dice que tiene algunos problemas que me va a ir contando.
Cada vez que viene, trae un juego y alguna golosina que me obsequia. Si bien los juguetes son siempre diferentes, todos tienen un objetivo en común: algo tiene que caerse, hundirse, derrumbarse.
En una oportunidad se olvida de darme la golosina. Recién al salir de sesión se da cuenta de que la tiene en la bolsa donde va a guardar su juguete. Esta vez no la acepto a pesar de su insistencia.
A la sesión siguiente Roberto trae el juego de damas. Acomoda las fichas y estas se le caen. Lo deja a un costado. Acá ubico el inicio de su análisis.
Nunca mas volverá a traer una golosina y tampoco a jugar en sesión. Ya no vendar acompañado por su madre sino que viene solo al hospital. También comienza a ir solo al colegio.
A partir de entonces empezara a relatar aquello que le preocupa: el pensamiento se le va; esta en el colegio y piensa en los jueguitos de la computadora; esta con la computadora y piensa en lo que tiene que estudiar; ve televisión y se da cuenta de que tendría que re zar; esta rezando y piensa en su programa preferido... entonces tiene que hacer toda otra serie de oraciones mas.
Relata sus pesadillas, cuenta las fantasías que tiene despierto... se preocupa porque el tiempo, al igual que el pensamiento, se le va.
También en sesión se juega esto: viene con tanta anticipación, para no llegar tarde, que finalmente tiene que quedarse esperando y pierde el tiempo.
Gonzalo tiene 6 años y presenta enuresis primaria. Sus padres están separados y
el vive solo con la mama. El papa esta en pareja y tiene otros hijos.
La madre de Gonzaloes psicóloga. Dice: "A mi no me molesta el tema del pis, al que le molesta es a mi hijo..." "Si es la forma que tiene de descargar, que descargue..." "Yo solo quiero saber si es una neurosis infantil".
En la primera entrevista Gonzalo cuenta que todas las noches va a la cama de la mama para hacerse minutos.
En entrevistas con la madre me entero de que la cama de ella es el lugar en donde ven televisión, comen, juegan... Dice no estar dispuesta a cortar ese momento de intimidad que tiene con el hijo.
El papa no acude a las entrevistas. La mama lo hace para quejarse de su ex marido y para aseverar que su hijo es igual al padre.
Interrumpo las entrevistas con ella. Solo trabajo con el niño.
En una sesión, luego de tres meses de tratamiento, le pregunto a Gonzalo por el tema del pis. Dice que en la casa del papa no se hace porque sino lo retan y que si, en cambio, lo hace con la mama. Le pregunto que pasaría si la madre lo retara. Responde que dejaría de hacerlo. Luego me pide que lo ayude a sostener una carta contra una hoja así el dibuja el contorno. Dice que va a copiar la carta mas chica: el dos. Le digo que dos no es el numero mas chico, que es el uno. Dibuja entonces el uno.
A las dos semanas Gonzalo cuenta que hace mucho que no se hace pis. La madre, en el pasillo, cuenta que efectivamente cesó la enuresis y que como ella, por miedo, seguía poniendo un plástico en la cama, Gonzalo se enojo y dejo ese plástico a los pies de la cama de la mama.
En este punto ubico el comienzo del análisis de Gonzalo.
Pide mi numero de teléfono por si necesita hablar conmigo. Es el quien llama durante las vacaciones para avisar que esta en Buenos Aires y que quiere saber cuando puede venir.
Este análisis continua y distintas versiones del padre se están poniendo a jugar.
Del padre como compañero especular a un padre que no puede dar nombre a sus hijos, que se queda dormido y al que tengo que despertar .
En este punto es pertinente retomar el tema del tiempo. En ambos casos, uno podría haber concluido la cura en el momento en que se renuncia a una satisfacción en relación a un goce materno, tiempo en que aparece un sujeto y un resto. Aquí ubico la propuesta de Porge: "detenerse a tiempo" .
Sin embargo, justamente allí, es cuando se instala un síntoma en transferencia y
donde empieza a armarse el circuito de la demanda. A mi modo de pensar, allí comienza el análisis. Este no es posible sin tiempo .
¿A que tiempo me refiero? Por un lado, al tiempo material y necesario en el cual transcurre un análisis, tiempo de ofertar una escucha para que se despliegue un saber inconsciente y donde un deseo singular se ponga a jugar .
Por el otro, a un tiempo en relación al saber y al lugar del analista. Tiempo en que, operando el deseo del analista; se pasa del síntoma a la transferencia.
Es común escuchar que uno de los limites mas importantes en relación al análisis con niños es el hecho de que no son ellos quienes consultan por un síntoma, son otros los que realizan este pedido. A la vez, la angustia se ubica del lado de los padres y el trabajo con el niño se realizaría en otra escena.
Acá me parece que es muy importante establecer una diferencia. Pedido y demanda no son lo mismo. EI motivo de consulta, también en el análisis de adultos, no es homologable a la demanda. Esta se constituye en análisis y es solidaria a la instalación de un síntoma en transferencia, Unico síntoma que corno analistas nos compete.
Este movimiento se sostiene a partir de una posición por parte del analista.
En Problemas Cruciales. ..Lacan señala que la función del deseo del analista es el corte. EI analista es aquél que sabe cortar, "todo esta en la eficacia del buen corte, pero también en considerar el modo en que es hecho ese corte. ..permite a la vestimenta volverla de otro modo".
En La lógica del fantasma, dice que "el sujeto comienza con el corte". Esto introduce la dimensión del acto.
En el seminario del Acto leemos: "EI acto psicoanalítico atañe muy directamente
y ante todo... a los que no hacen profesión de él... se trata de algo así corno de una conversión en la posición que resulta del sujeto en cuanto a su relación con el saber...".
Y mas adelante: "fuera de lo que he llamado la manipulación de la transferencia no hay acto psicoanalítico... este acto analítico es precisamente lo que estaría menos dilucidado por el psicoanalista mismo, mas aun, es lo que estaría completamente elidido".
Tenemos entonces que la eficacia de las intervenciones del analista esta dada, mas que por lo que dice o hace, por la posición desde la cual opera.
EI trabajo con Natalia, de 5 años, es muy dificultoso. Todo lo tira y constantemente se lleva lo que encuentra a la boca, incluido lo que hay en el tacho de basura. Me mira y ríe, no habla para nada.
En un momento dado decido agarrar una gran caja y tratar de interceptar todos los juguetes que ella tira. A partir de aquí se arma algo distinto: ella intenta embocar estos objetos dentro de la caja. Yo voy nombrándolos; posteriormente comenzara a hacerlo ella.
Simultáneamente le digo que no, cada vez que se lleva algo a la boca. Introduzco utensilios con los que juego a preparar comerla. Natalia empezara a hacer como si
comiera. Aparece un esbozo de juego.
Acá los padres interrumpen el tratamiento.
Si bien en los tres casos vemos que a partir de determinarla intervención hay un viraje de posición; las posiciones subjetivas de cada uno son diferentes. En Natalia, una niña con una patología muy severa, algo se empieza a constituir. En Roberto y en Gonzalo, por el contrario, es la cuestión del deseo, es un sujeto del inconsciente, quien hace su aparición en el dispositivo analítico.
Querría concluir contando un cuento que relata Italo Calvino en Seis propuestas
para el próximo milenio.
"Entre sus muchas virtudes, Chuang Tzu tenia la de ser diestro en el dibujo. EI rey le pidió que dibujara un cangrejo. Chuang Tzu respondió que necesitaba cinco años y una casa con doce servidores. Pasaron cinco años y el dibujo aun no estaba empezado.
"Necesito otros cinco años", dijo Chuang Tzu. EI rey se 1os concedió. Transcurrieron diez años, Chuang Tzu torno el pincel y en un instante, con un solo gesto, dibujo un cangrejo, el cangrejo mas perfecto que jamas se hubiera visto".
¿Cuanto tiempo realmente le llevò a Chuang Tzu realizar la obra? ¿Que relación hay entre el largo tiempo que transcurrió y lo instantáneo del trazo con el cual concluyo?
¿Como decidir que una obra esta terminada?
Estos son otros de los interrogantes que quiero dejar planteados; preguntas que no solo hacen al análisis de niños o al de adu1tos, sino que cuestionan al analista en relación al acto que realiza.
Facultad de Psicologia -UBA
Psicoanálisis: Freud- Càtedra II
Titular: Dr. Juan Carlos Cosentino
Trabajo presentado en el Corso de Posgrado
"Estructura y sujeto: anà1isis de la Transferencia", 1999.