EL PSICOANÁLISIS Y LA DIFERENCIA CULTURAL
La fractura de los ideales colectivos y de
las garantías meta-sociales (desarrollados por Touraine) junto con los
movimientos migratorios cada vez más importantes en todo el mundo nos
confrontan a la diferencia cultural constituyendo ésta la tercera diferencia
fundamental además de la sexual y generacional en la construcción de la
subjetividad.
Los sufrimientos identitários atraviesan los
sujetos y grupos en la figura del extranjero, objeto de deseo e rechazo. Esta
figura despierta el sentimiento de "unheimlich" descripto por Freud,
siendo que lo extraño es una dimensión que habita el sujeto.
En el comienzo del siglo XXI cabría
interrogarnos desde el psicoanálisis las áreas de investigación y de reflexión
teórica-clínica con relación a ésta problemática que envuelve el malestar en la
civilización en el mundo post-moderno y que se traduce en el temor a la
diferencia cultural y el sufrimiento identitário.
La reflexión sobre el tema presenta una
perspectiva de la diferencia cultural a partir de Freud con referencias a las
contribuciones de Devereux, Roheim e Kaës.
Serán mencionadas las investigaciones sobre
el tema realizadas dentro del contexto de la
AEGTA (Asociación Europea de Análisis Grupal
Transcultural) integrada por psicoanalistas de diversos países y de la cual
tormo parte.
La articulación entre la organización
psíquica y la referencia cultural en su trabajo de organización y receptáculo
de las diversas formaciones psíquicas se perfila gradualmente como tema de reflexión
en psicoanálisis en los ultimos 40 años a partir de los trabajos de Roheim,
Devereux con el método de etnopsicoanálisis, las contribuciones de Kaës junto
con los diversos grupos de investigación que desarrollamos en el contexto de la
AEGTA.
Los importantes movimientos migratorios que
se desarrollan en los ultimos años originados por razones económicas o político
sociales ( violencias graves vinculadas de dictaduras o guerras) tienen como
secuela importantes rupturas vinculares con los diversos grupos de pertenencia
originando con frecuencia duelos no elaborados, fisuras en la transmisión
psíquica generacional y sufrimientos identitários que se traducen en diversas
patologías observadas en nuestra clínica. Observamos por otro lado, que las
sociedades post-industriales deben enfrentar en forma permanente una profunda
inestabilidad de los garantes metasociales que organizan los diversos sistemas
de la sociedad tradicional (valores, creencias, ideologías, religión) los
cuales representan referencias colectivas de la vida comunitaria.
Como señaló Touraine con relación a los
garantes metasociales, las leyes y prohibiciones que regulan las relaciones
sociales e interpersonales se han transformado en referencias ambiguas e
inoperantes. A partir de las fallas o mudanzas hacia una mayor ambigüedad de
estos garantes, perdemos en forma paralela importantes matrices de
simbolización que son la cultura y todos sus espacios de creación, todo aquello
que es una conquista de la sublimación y del proceso de civilización posibilitándonos
demarcaciones de sentido.
En consecuencia, la vida psíquica es
amenazada en su equilibrio dinámico, por la fractura que se produce en los
envoltorios psíquicos grupales y comunitarios (ej. familia, instituciones
educativas y laborales etc.) las que tradicionalmente suministraban sólidas
referencias de sentido.
Aparentemente estas cuestiones serian mas una
preocupación del campo de la sociología, historia, economía etc. no formando
parte del campo de reflexiones habitual del psicoanalista, si bien Freud
realizó una importante contribución a esta problemática en Malestar en la
civilización y en Tótem y tabú. , pero la vida psíquica es atravesada y
contexturada por los efectos metapsíquicos movilizados por estos garantes
metasociales. (Kaës).
Estos aspectos vinculados a los garantes
metasociales son en cierta forma agudizados en los procesos de migración en los
cuales deben ser reelaborados los diversos referenciales de los grupos de
pertenencia, que posibilitan procesos de identificación e introyección y que
contribuyen al sentimiento identitário.
El psicoanálisis no puede ejercer una
influencia directa en el campo social, político o cultural sino en forma
indirecta, aclarando la dimensión psíquica de los problemas que esbozamos,
posibilitando referenciales teóricos y algunos dispositivos clínicos para
tratarlos, así como un necesario espacio de reflexión y articulación.
En esta obra (1929) Freud se interroga con
relación a la estructura y procesos psíquicos que se forman o articulan en el
trabajo de la civilización. En su análisis sobre la naturaleza del
"malestar" destaca su origen centrado en la dualidad pulsional que ha
desarrollado inicialmente en Mas allá del principio del placer, en la oposición
de amor y odio, Eros y pulsion de muerte.
Este enfrentamiento pulsional es el contexto
comum que recurre la vida inconsciente del sujeto junto a su inserción social.
La teoría pulsional de Freud nos ha
posibilitado la comprensión de los mecanismos de formación de los síntomas,
pero solo en forma limitada en lo referente al nivel de intensidad de las
huellas emocionales y las fijaciones derivadas de los conflictos psíquicos y
las experiencias reales percibidas como responsables por los síntomas.
En la perspectiva antes mencionada, se esboza
una definición de la cultura y su desarrollo, un combate de la especie humana
por la supervivencia teniendo en cuenta el enfrentamiento pulsional que impera
sobre la vida inconsciente del individuo y en lo social.
Una de las hipótesis de Freud es que la
cultura controla la agresividad de los individuos en la medida que interviene
la instancia superyóca que funcionaría gobernando "una ciudad
conquistada".
A la pregunta si las sociedades civilizadas
serán capaces de dominar la pulsion destructiva que puede conducirlos a su
exterminación, Freud deja la cuestión en abierto. Levanta la hipótesis
refiriéndose a la creciente agitación y angustia de sus contemporáneos como
vinculada a su capacidad tecnológica de exterminarse mutuamente hasta finalizar
con la especie humana.
Estas referencias de Freud sobre una
problemática compleja tienen por objetivo integrarlas a la reflexión del
psicoanálisis y la diferencia cultural. Una de sus perspectivas sobre la
diferencia se refiere al 'narcisismo de las pequeñas diferencias".
Cabe preguntarnos sobre el proceso en que se
construye la percepción y sentimiento sobre los cuales se apoyan la conciencia
moral, los derechos humanos, así como el gatillo de las guerras. La conciencia
moral es una función del supereyó ( Freud 1914) y aun del superyó inconsciente
(Freud 1923), podemos explicar su limitación o fracaso por su fuerte
sensibilidad a las vicisitudes del narcisismo.
La convivencia familiar, grupal, comunitaria,
social en un sentido amplio despierta interferencias narcisistas que pueden
transformar el funcionamiento del Superyó. Experiencias como una humillación o
una pasión amorosa pueden transformar la conducta" irreprochable " de
un sujeto. La transformación de los ideales del Ego pueden conducir a una
perdida del sentimiento de pertenencia a una comunidad humana... Serán éstas
variables suficientes para explicar la repetición de genocidios como los de
Armenia, Shoah, Ex Yugoslavia y actualmente en Chechenia y que tienen por
origen la diferencia cultural y la pureza étnica.
En la obra de Freud el concepto de la
diferencia se superpone la mayoría de las veces a la del extranjero, vinculado
a los sentimientos de displacer y hostilidad.
Freud señala que en la (de) negación "lo
malo es aquello extranjero al yo, lo que se encuentra en el exterior y que le
es esencialmente idéntico".
Podemos pensar la cultura como un mapa mental
del universo que permite a cada miembro de una Sociedad determinada,
movimentarse, amar, pensar, trabajar, limitando el miedo y la perplejidad. Una
definición mas académica es la referida a la cultura como un sistema de
símbolos y relaciones de sentido ( creencias, valores, mitos, rituales) los
cuales a semejanza de una sintaxis lingüística, proporcionan un código
combinatorio de los elementos en un determinado repertorio existencial.
Mencionaré algunos psicoanalistas que
teorizan sobre la diferencia cultural y que tienen en comum además de la
referencia del psicoanálisis, la de haber integrado subsidios teóricos de otras
disciplinas como la antropología, la sociología etc. que los orientan a
cuestionar ciertos universales teóricos que no coinciden con elementos de la
clínica en determinados contextos culturales.
Marcel Mauss, fue uno de los precursores en
el área de las ciencias sociales en resaltar la importancia de estudiar la
psicología humana con relación a la especificidad del contexto
histórico-cultural, en lugar de sustentar un modelo universal e inmutable.
Roheim, sus trabajos entre 1941 y 1960 se
orientan hacia una interpretación psicoanalítica de la cultura y una crítica de
la perspectiva culturalista. Es uno de los primeros investigadores a
preocuparse por los problemas planteados en la investigación de campo.
Sus trabajos son diversos, uno de estos es
alrededor del complejo de Edipo en los Navaho en su especificidad cultural. De
sus investigaciones queda claro que la realidad psíquica existe a condición de
ser compartida.
Los objetos culturales tienen para el sujeto
una estructura bifronte: narcisista y objetal.
Devereux, tuvo el mérito de señalar la
importancia de la dimensión socio-antropológica en la perspectiva psicoanalítica.
En 1972 elabora las bases del método complementarista, el cual sin llegar a
constituir una teoría integra diversos métodos y conceptos significativos.
Devereux es un investigador con formación
heterogénea, físico, etnólogo y psicoanalista, fundador del etnopsicoanálisis,
con diversos continuadores de su método, en Bobigny (Fr),
En 1967 publica "De la angustia al
método" en el cual introduce las relaciones entre la contra-transferencia
y el método. Lo mas significativo es que destaca que la explicación de un
fenómeno debe resultar de un doble análisis y nunca simultáneo de los hechos,
resultando en la complementariedad de los puntos de vista, etnológico y
sicoanalítico. Reivindica entonces, la autonomía de diversas explicaciones de
un mismo fenómeno.
Antes de continuar con los temas propuestos
en el comienzo del trabajo, me permito abrir un pequeño espacio de reflexión
sobre la articulación posible de este tema y las diversas "culturas
psicoanalíticas" que producen a veces confrontaciones, rechazos, temores,
en la medida que algunas se arrogan la pureza de los orígenes, o la
legitimación de un único linaje de filiación aspectos que limitan la
comprensión de los diferentes idiomas en que Freud es hablado.
Las propuestas de R. Major (a quien rindo
homenaje como atravesador de fronteras desde la creación del grupo
Confrontación) para este Encuentro permean las reflexiones de este tema más
amplio que seria pensar la diferencia desde los referenciales del psicoanálisis
con una metodología próxima a la complementarista.
La diferencia cultural es una problemática
que surge del encuentro de personas de culturas diferentes. Los trayectos del
trabajo psíquico del proceso de transculturación, en los casos de patología de
las rupturas vinculares con los duelos no elaborados así como los sufrimientos
identitários, son algunas de las manifestaciones frecuentes que acompañamos en
la clínica psicoanalítica.
Kaës, forma parte del grupo de psicoanalistas
fundadores de la A .E.G.T.A (Asociación Europea de Análisis Grupal Transcultural)
habiendo teorizado sobre diversos aspectos de esta temática y sobre las
formaciones psíquicas que integran la trama psíquica de la diferencia cultural.
Kaës elaboró la especificidad de las
formaciones intermediarias en los vínculos del sujeto singular al conjunto y al
interior del mismo (intersubjetividad) , destacando que las alianzas
inconscientes tales como el contrato narcisista (P. Aulagnier), el pacto
denegativo (Kaës) y la comunidad de renuncia pulsional forman parte
constitutiva del tejido psíquico de la experiencia cultural.
Estas alianzas se experimentan y validan en
los diversos vínculos grupales.
Como ya fue señalado, desde la perspectiva
sicoanalítica, una primera dimensión de la diferencia es la del displacer
experimentada por el bebé como opción de la realidad interna y de la realidad
externa al yo- placer. Está vinculada a la experiencia de algo hostil o malo,
significando lo proyectado al exterior como un no- yo.
Otra importante experiencia de la diferencia
es la separación del grupo familiar cuando el niño parte para la escuela
maternal o guardería, donde percibe otras normas y actitudes que entran en la
categoría de la diferencia del "nosotros", familiar y los
"otros". Es la confrontación a la cultura narcisista de las
"pequeñas diferencias" en la cual experimenta lo desconocido y
amenazador pero también atrayente.
La primera vivencia de alteridad se daría en
el proceso de elaboración de la ansiedad depresiva provocada por la separación
con la madre y en la constitución del objeto total. Progresivamente el niño irá
procesando la diferencia de sexos y generaciones.
Los afectos y representaciones como
experiencias primarias, vinculadas a la diferencia, están inicialmente marcadas
por un signo negativo, el cual señala el riesgo de una ruptura en el estadio
del narcisismo primario vinculado a la fantasía de un placer sin limites. Recibimos
la cultura dentro del proceso de transmisión, siendo ésta introyectada e
incorporada como ya señalamos en el vinculo primario constituyendo la puerta de
entrada a los procesos de simbolización que nos preceden en un espacio
potencial de símbolos. Cada cultura proporciona un conjunto de defensas comunes
contra la soledad, y otras ansiedades asociadas a la pérdida de objeto,
"en la estructuración de los sistemas vinculares se posibilita una
modalidad de organización propia, al mismo tiempo que las organizaciones
psíquicas inconscientes" (Kaës, 1986).
En mediados de los años 80 fue fundada por un
grupo de psicoanalistas de diversos países europeos, la Asociación Europea de
Análisis Grupal Transcultural, (A. E. A .G.T.) con el objetivo de crear las
condiciones para una aproximación psicoanalítica de los principales
organizadores de la identidad cultural para formular hipótesis y considerar las
diversas perspectivas clínicas.
Dos aspectos son el centro de las
investigaciones:
a) las funciones psíquicas que sustentan la
cultura y el trabajo psíquico decurrente que se procesa en cada sujeto en la situación
de grupo con un encuadre sicoanalítico.
b) la diferencia cultural y su impronta en la
realidad psíquica, reproducen la relación dual con la madre en la cual se
conjugan sentimientos intensos referidos a lo desconocido y atractivo, la
ruptura de esta unidad estaría dada por la figura del padre que simboliza (como
en el mito de Edipo) la figura del extranjero.
Kaës sostiene la tesis que la 3a diferencia,
en la medida en que organiza la oposición entre culturas es una metáfora
posible de las otras diferencias y que los términos de la trasgresión son
intercambiables, ex. humano no humano, en este caso su trasgresión se
vincularía a lo monstruoso.
En otros términos, la diferencia cultural
puede resultar de un desplazamiento o condensación de la diferencia sexual o de
la diferencia entre las generaciones o las dos a la vez.
Ha sido denominado seminario sicoanalítico, a
los grupos organizados por la (A. E. A G. T) en un encuentro intercultural de
psicoanalistas dispuestos a trabajar en si propios, a partir de sesiones de
grupo análisis de tiempo limitado, aspectos de la historia personal de c/u y
las vivencias vinculadas al país de origen y/o adopción, sea esto a nivel
intergeneracional o transgeneracional, utilizando la libre asociación y con una
particular estructura grupal.
Estos seminarios se han organizado en
diversos países europeos, con la característica de ser residenciales, en
general hospedándonos en un campus universitario, con un compromiso de trabajo
intensivo grupal de 4 días con sesiones en el periodo de mañana, en pequeños
grupos de 6 a 8 participantes, utilizando un idioma comum, coordinados por un
analista y una sesión llamada " grupo numeroso" con 40 a 50
participantes coordinados por un equipo de colegas, sin un idioma
preestablecido, ni previsión de traducción de los diversos idiomas que
aparecen. En una oportunidad participé de un grupo en el cuál hubieron
intercambios breves en 25 idiomas incluidos dialectos locales de algunos países
de los integrantes. La vivencia de no tener referencias de pertenencia como la
que representa un idioma comum, inducía una regresión hacia ansiedades
arcaicas, formando parte de las experiencias importantes así como la aceptación
de los limites de comprensión y expresión en diversos idiomas, reactivando la
sensación de desamparo frente a lo desconocido.
Estos momentos detonaron diversos recuerdos,
asociaciones, emociones diversas en el enfrentamiento con lo incomprensible o
secreto de una comunicación ininteligible como asociaban algunos participantes
a la situación del idioma de origen utilizado por los padres cuando escondían
algo de sus hijos. De diversas formas eran activadas nuestras heridas narcisistas
vinculadas a la diferencia Se trataba de decodificar los mensajes que provenían
del inconsciente prioritariamente y no del contenido que se trataba en un
idioma "x".
La movilización de referencias identitárias
era un elemento presente constantemente a través del idioma, las
subagrupaciones espontáneas de los participantes del área
"mediterránea" o los del norte europeo, por ejemplo con la secuela de
estereotipos.
Circulaba también un lado lúdico y de
creación en los pequeños grupos y en el g. numeroso que posibilitaba articular
también la diferencia cultural con el enriquecimiento de lo diferente y
singular en diversos grados.
En el "setting"de trabajo estaba
previsto un intervalo para el almuerzo, prosiguiendo en la tarde, el trabajo
grupo-analítico con una clara definición de horarios de trabajo, honorarios
preestablecidos, reglas de sigilo, asociación libre, abstinencia etc.
Un aspecto importante a considerar era el
"idioma" corporal que se traducía en algunos participantes a través
de diversos disturbios psicosomáticos ,como dolores de cabeza, problemas
gastrointestinales etc, que surgían durante o entre las sesiones siendo
analizados como señales significantes que el cuerpo emitía sin tener aún,
acceso a la simbolización asociado a una" falta de palabras" para
expresar sentimientos detonados en el grupo.
El descubrimiento de nuevos trazos de la
historia personal, actualizados en emociones que emergían de esta experiencia,
contando con un espacio de reflexión y elaboración compensaban el cansancio de días
acumulados en trabajo intensivo y el esfuerzo de utilizar y tratar de
comprender diversos idiomas. Progresivamente, la mayoría de profesionales que
realizamos nuestra vivencia como participantes pasamos tiempo después por la
experiencia de formar parte del Staff de co-coordinación con nuevos grupos de
colegas que se interesaban en las actividades de la Asociación.
Con un dispositivo como el que describimos,
además del análisis de la transferencia-contra-transferencia durante el proceso
grupal en tanto co-terapeutas y al finalizar la experiencia con los grupos que
coordinábamos era necesario reflexionar sobre lo que fue llamado de
meta-transferencia cultural. Esta es vinculada a los diversos afectos
despertados por los acontecimientos, y diversidad de referencias teóricas que a
veces, nos llevaba a priorizar tal interpretación o señalamiento en lugar de
atender a otro aspecto, que otro colega habría privilegiado. El movimiento del
pasaje de diversos idiomas en el grupo numeroso despertaba cuales resonancias
en nosotros? Y en particular como repercutía en nuestra referencia o identidad
cultural. ? . Estos aspectos de la reflexión clínica posterior a las sesiones
nos llevaron cada vez mas a revisar también nuestras diferencias de formación
psicoanalítica y diversidad de lenguajes que precisaban ser traducidos en la
situación clínica actual y la de nuestra historia de filiación a un ancestro
fundador, más una vez era necesario considerar la cuestión del origen que
moldea nuestra identidad profesional no disociada de la personal.
Estos aspectos constituyen en forma resumida
algunas de las áreas de investigación que continúan atravesando los objetivos y
reflexiones de la Asociación.
El tema del trabajo que comparto en este
Encuentro con Uds., despertó mi interés y búsqueda de referencias
teórico-clínicas a partir de 1974 cuando inicié mis actividades de clínica
psicoanalítica en Rio de Janeiro.
La preocupación inicial estaba referida a la
influencia significativa que descubría de la cultura afro-brasilera en el
imaginario grupal de colegas en formación y en diversas fantasías arcaicas de
pacientes individuales y en grupo terapia analítica. Los aspectos de
idealización o desconfianza depositados en la relación transferencial o
meta-transferencia cultural eran también objetos de interrogación.
Residiendo en Francia, ( Paris), entre los
años 1989 y 1998 participé de los seminarios de la Asociación Europea ( E.A G.
T.A) y de una enriquecedora experiencia en la clínica privada e institucional
con diversos pacientes y familias migradas de diversos horizontes culturales. En
esta trayectoria profesional coordiné grupos psicoanalíticos de experiencia
intercultural, algunos de estos pluridisciplinares en diversos contextos
geográficos de Latino-América y Europa.
Mencionaré en forma resumida algunos aspectos
de diversa orden que se destacaron en estos grupos interculturales con el
encuadre referido y que fueron discutidos con colegas de la Asociación
mencionada y son objeto de diversas publicaciones.
a) el contexto histórico social del espacio
sociocultural en que se desenvuelve la experiencia intercultural es una
variable significativa para decodificar los sentimientos despertados por la
diferencia cultural en la evitación de la utilización de un idioma por ejemplo.
En el caso del alemán por ejemplo, fue acompañado de sentimientos
contradictorios. Este idioma encerraba fuertes resonancias emocionales de
violencia y sufrimiento para diversos participantes.
b) el respeto permanente del dispositivo o
encuadre sicoanalítico funcionan como garantías y continente de la intensidad
de las fuerzas pulsionales que circulan en el espacio grupal intercultural. En
un trabajo publicado1 con una colega con relación a la experiencia de un grupo
intercultural nos referimos a la pulsion destructiva que amenazaba disgregar y
aniquilar la continuidad grupal vinculado a consignas ambiguas con relación al
encuadre. .El encuentro con lo extranjero amenaza nuestro narcisismo
identitário.
c) La situación creada por el dispositivo
sicoanalítico grupal, (heterogeneidad cultural, régimen residencial de la
experiencia) facilita la emergencia de los fantasmas de los orígenes, evocando
la diferencia de sexos y generaciones asociados a la diferencia cultural. Son
generalmente expresados en representaciones mitológicas, leyendas, historias
que son mediadoras de procesos de representación de diversos conflictos
intra-intersubjetivos, en el proceso grupal. (Ex. de la evocación de la Torre
de Babel o la leyenda del boto en diversos contextos culturales)
d) Los mecanismos defensivos que afloran en
este grupo enfrentan a cada participante en diverso grado con las angustias
primarias frente a lo "extranjero", por la falta de referencias
habituales, como el idioma, actitudes diferentes etc..Las conductas defensivas
se traducen en un "reforzamiento" de las referencias culturales
habituales o por el contrario, el abandono o denegación de las propias
referencias culturales identificatórias para fundirse y "confundirse"en
el nuevo grupo de pertenencia. Estas actitudes son muy frecuentes en los hijos
adolescentes de la primera generación de familias migradas.
e) El idioma de origen de todos los
participantes evoca diversas representaciones y fantasmas puede despertar
sentimientos de atracción, esta marca de orígenes circula, se inhibe, es
reprimida, denegada, puede disparar diversas emociones y transferencias. Marca
el adentro y el afuera, diversas fronteras de un "entre dos"señalado
por Winnicott como esencia del espacio transicional y de la experiencia
cultural.
f) En todos los grupos el complejo de Edipo
aparece como un metaorganizador y la circulación de las pulsiones nos confirma
que el objeto de las mismas no cambia según el contexto cultural, sino que
encuentran diversos medios de expresión, mas aceptados o censurados según cada
cultura.
g) Estas son algunas de las reflexiones y
observaciones compartidas, que atraviesan largos años de experiencia de clínica
e investigación, que incluye también el área intercultural. Es un campo abierto
a nuevas hipótesis para ampliar los desarrollos teórico-clínicos en el espacio
necesariamente singular de la diferencia cultural quedando liberado a otras
experiencias e intercambios en este Encuentro que incluye también una diversidad
de culturas e idiomas psicoanalíticos que procuran preservar la riqueza de
origen.
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Winnicott D. ( 1975) Jeu et realité, Paris,
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Olga B. Ruiz Correa
Psicoanalista, psicoterapeuta de grupo familiar y pareja
Rio de Janeiro-22440-230-Brasil
E-mail : olgarc@alternex.com.br
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