EL NACIMIENTO NO ES UNA ENFERMEDAD

Aquí están 16 recomendaciones generales de la OMS ( Organización Mundial de la Salud) sobre los derechos de la mujer embarazada y su bebé. Fueron publicadas y reconocidas en la Conferencia Internacional de Fortaleza (Brasil), entre el 22-26 de Abril de 1985. La conferencia ha formulado un cierto número de recomendaciones partiendo del principio de que toda mujer tiene el derecho fundamental de beneficiarse de los cuidados prenatales adecuados, de que la mujer tiene un rol esencial a jugar en todo lo que concierne a estos cuidados, siendo un miembro activo que participe de su planificación, su prestación, y su evalucación correspondiente. Y es preciso tener en cuenta absolutamente los factores sociales, afectivos y psicológicos, si se quiere plantear y ofrecer cuidados prenatales adecuados.

1. Que toda la comunidad debería estar informado sobre las diversas formas de cuidados en relación con el parto, con el objetivo de que cada mujer pueda optar por ella misma por lo que más le conviene.

2. Sería necesario animar y favorecer la formación de comadronas y de parteras o matronas tradicionales, que serían las responsables de las atenciones a dispensar en caso de embarazo normal, parto y posparto.

3. Sería preciso difundir entre los usuarios de los distintos hospitales, informaciones sobre las prácticas en vigor en los hospitales respectivos, en materia de partos y nacimientos (tasas de cesáreas, episiotomías).

4. Los países en los que la tasa de mortalidad perinatal son las más bajas del mundo, tienen también las tasas de cesáreas inferiores al 10 por 100. No hay pues ningún razón que justifique que existan, en ningún país, tasa de cesáreas superiores a ése número.

5. No existe nada objetivo que demuestre la necesidad de una cesárea en las mujeres que hayan sufrido anteriormente un cesárea segmentaria transversal. El parto por vias naturales en las mujeres con una cesárea anterior debería ser estimulado, cada vez que se disponga de una infraestructura quirúrgica en caso de urgenica.

6. No está demostrado que la monitorización fetal de rutina durante el parto tenga un efecto positivo sobre el bebé o sobre la mamá.

7. El rasurado de pubis o la administración de un enema (lavativa) antes del parto, no son necesarios en absoluto.

8. Las mujeres no deberían ser acostadas sobre la espalda (en posición obstétrica tradicional) durante el trabajo del parto. Se las debería estimular a caminar durante el trabajo de dilatación y a elegir la postura que deseen para el momento del parto/nacimiento.

9. La episiotomía (corte en el periné) sistemática, no está justificada en absoluto.

10. El parto no debería ser provocado por comodidad y no debería provocarse artificialmente ningún parto que no lo requieran las indicaciones médicas precisas y justificadas. Ningún país deberá tener tasas, de provocación artificial del parto, superiores al 10%.

11. Durante el desarollo del parto, sería preciso evitar la administración sitemática de analgésicos o anestéticos que estén expresamente indicados para tratar o prevenir una complicación real.

12. La ruptura artificial de membranas no es indispensable antes de un estadío muy avanzado del trabajo de parto.

13. El recién nacido debería estar siempre con su madre, siempre y cuando el estado de salud de los dos lo permita. Ningún examen justifica que se separe a un recién nacido sin problemas de salud, de su madre.

14. La lactancia materna debe ser estimulada lo antes posible, antes incluso de que la madre abandone la sala de partos.

15. La evolución de la tecnología debería revestir un carácter multidisciplinario e incluir desde las personas que rodean y prestan sus cuidados y atención a la embarazada, hasta epidemiológicos, especialistas en ciencias sociales y autoridades sanitarias. Las mujeres deberían participar en la planificación de la utilización tecnológica, así como de la evaluación de sus resultados y de la difusión de estos. Estos resultados deberían se comunicados a todos aquellos que tienen permiso de obtenerlos, así como a las diversas colectividades que han participado en la elaboración de esta búsqueda.

16. Los gobiernos deberían dotarse de los medios necesarios para la realización de encuestas colectivas que permitieran evaluar la tecnología obstétrica, y deberían establecer políticas muy claras y específicas sobre la introducción de la misma tecnología en los servicios de salud.

Estas recomendaciones son tomadas de un reporte sobre Tecnología Apropriada para el Parto y Nacimiento por la OMS en Abril 1985.

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