CUÁNDO Y CÓMO SALIRSE
Si está investigando o cuestionando un grupo y tiene la suerte de estar leyendo esto, permítame facilitarle algunos elementos que le aclararán bastante.
Si tiene dudas sobre el grupo, por pequeñas que sean, lo primero que ha de saber es que la duda no es mala. Cuando un grupo manipula, una de las cosas que enseña a sus miembros es a sentirse culpables cuando dudan. Así que no se sienta culpable por sus dudas.
Tiene derecho a cuántas dudas se le planteen. Y mucho más si, como a mí me sucedió, entregó toda su vida al grupo (o algún familiar suyo), dejando absolutamente todo: amigos, trabajo, estudios, residencia habitual, etc. Ni tampoco piense por ello que, en sus dudas, es vd. el equivocado, porque la masa del grupo dice que aquello es la verdad, o le hacen ver que vd. es el equivocado porque sino no tendría tales o cuales errores. La duda es muy sana.
Para resolver las dudas a mí me ayudó disponer de tiempo de soledad, tiempo personal tan preciado y tan escaso en nuestros días. Me puse en manos de un especialista, que me orientó por dónde enfocar ese tiempo mío, para no irme darle vueltas a lo que más daño podría hacerme. Me ayudó mucho darme cuenta que para poder hacer mucho bien a mucha gente, primero tenía que reconocer que yo era el primer necesitado. Dudé de si este tiempo sería o no egoísmo; me di cuenta que era una opción muy clara, y una oportunidad que no podía desperdiciar. Algo estaba roto dentro de mí, y tenía que resolverlo bien. La vida a veces te ofrece oportunidades únicas, que no debemos desaprovechar. Es como cuando te rompes un hueso de un brazo o una pierna. Aunque fueses un gran atleta, sabes que has de tener un tiempo de reposo, y esperar a que el hueso se coloque en su lugar. Si no lo haces bien, puedes tener repercusiones más dolorosas para mucho tiempo. Los atletas no son egoístas, sino inteligentes, cuando se paran a curar las roturas de huesos o los daños musculares como consecuencia de su profesión. Tampoco somos egoístas los que salimos de uno de estos grupos y buscamos ese tiempo de recuperación que, será vital para nuestro correcto desarrollo mental posterior.
La lesión que los grupos coercitivos te producen es más grave que una lesión ósea o muscular; se trata de una "lesión cerebral", bien entendida, un daño en la mente, que afecta a la forma de pensar, de sentir, de ver la realidad y de relacionarnos con los demás.
Cuando me comentaron esto, pensé que nada era cierto, que mi grupo era distinto y "se salvaba de esta quema". Cuando me dijeron que me dedicara un tiempo a mí mismo, sin especialistas ni miembros de mi grupo, yo solo, dije que tenía mucha tarea (ya se encarga el grupo de que siempre estés atareado), y no disponía de ese tiempo. En el fondo sabía que los superiores del grupo donde me encontraba no me lo darían. Si pides un tiempo personal, donde no te tengan localizado de ningún modo, ya sea telefónico, dirección, etc, y no te dejan, te lo ponen muy difícil, o son ellos los que te ofrecen un local (para tenerte localizado), ten por seguro que estás en un grupo manipulador. Lo que te resta ahora es aceptarlo, lo cual sé por propia experiencia lo duro que resulta.
A mí me ofrecieron otra casa (me dejaban solo, pero en una casa que ellos tenían), otro país (para cambiar de aires), me pidieron el teléfono de la casa donde yo estuviera, etc. Y eso que les dije que ya estaba en manos de directores espirituales que me había ofrecido la Iglesia. Siendo de la Iglesia, me dijeron: "¿Qué vas a encontrar en la Iglesia que te ayude?". Se informaron de quiénes eran esos directores, fueron a hablar con ellos para decirle que me encontraba pasando un mal momento. Después volvieron a ir para decirles que yo deliraba, y que esto me había ocurrido en otras ocasiones; si bien ellos me habían acogido con toda bondad. Y finalmente se inventaron algo, para asustar a quienes me dirigían, y que me dejaran para bien de la Iglesia. Así lo lograron y, lo que inicialmente parecía un mal para mí, terminó por convertirse en un gran bien. Aquí comenzó ese tiempo personal del que antes les hablé.
Si ya sabe y ha aceptado lo que realmente es el grupo donde está, comience a tomar decisiones personales, de verdad. Si es un grupo sano, felicidades por su elección (no busque excusas para autodemostrárselo, ni le dé demasiadas vueltas a la cabeza por lo que le comento. Si es un grupo sano, esto no sucede). Si descubre que no lo es, no le dé miedo salir por lo difícil que será reconstruir su vida. Yo lo he hecho, y estoy seguro de que vd. también puede. Es más fácil de lo que le han dicho dentro del grupo. Y todas esas historias que le han contado los miembros que abandonaron, la mitad son mentiras y la otra mitad son provocadas: daños que les causaron los del grupo para asustar a los de dentro. O bien no se curaron como debían.
¡Inténtelo!, desde aquí tiene mi
apoyo. Y ya que tiene este documento en sus manos, tiene a la vez un montón de pistas para ver qué hacer antes, durante y después de salirse (o ayudar a otro a que lo haga) del grupo. En caso de dar su sí, mi más feliz enhorabuena.