No sé si estas o las muchas palabras que he escrito llegan demasiado tarde para algunos. Quizás, ¡quién sabe! Espero que no.

El daño que un grupo o persona que manipulan puede hacer es inimaginable. En ocasiones quedan secuelas irreversibles, en el sentido de que puede que no se recupere de todo el daño que le hicieron.

Pero sea como sea ese daño siempre hay una posibilidad de hacer algo; aunque ese algo sea compartir con unas líneas lo que se ha vivido. Mis líneas no son las de un profesional en la materia; pero son las de un testigo. Y todo es necesario: los profesionales y los testigos. Unas líneas donde no es necesario que escribas tu nombre, donde puedes pasar tan desapercibido como tú desees. Pero unas líneas que contienen ese trozo de tu vida tan importante.

Líneas que pueden evitar que otros entren, o ayudarles a que se salgan. Líneas que serán mejor o peor; pero al fin y al cabo tu experiencia. Y eso es de una riqueza impresionante.