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Denominaciones de Origen: TORO - RIBERA DEL DUERO - CIGALES - BIERZO - RUEDA ................... Vinos de Castilla y León ............ Vinos de España

Los colores de los vinos

Muchas veces hemos observado como cerca de nosotros en el bar o en el restaurante, alguien que "dice" "saber de vinos" o parece "que sabe", hemos visto como alza la copa de vino y la mira atentamente como si intentara ver las moléculas flotando en el líquido.

Sí, aunque parezca "snobismo" o simplemente extraño, esa acción es una de las formas de catalogar un vino según observemos una u otra cosa. Comenzamos así a poder definir las características del vino.

Cuando iniciamos una "cata" o, simplemente, cuando vamos a degustar un vino, hay que prestar atención cuando nos lo sirven y cuando vamos a tomarlo.

Tomaremos nota de tres cosas especialmente: El color, la limpidez y la textura del vino.

La Limpidez.

Con este término, se intenta calificar a un vino de forma determinante. Un vino puede estar límpido (limpio, claro y sin ningún "cuerpo" extraño flotando en el líquido) o no.

Lo primero que tiene que cumplir el vino es estar límpido, sin "cosas" flotando, ni turbio.

Quiero recordar que los típicos vinos de "bodega particular, de mi pueblo", normalmente, suelen ser turbios; esto no quiere decir que el vino sea o esté malo, sino que, en principio, no es bonito y esto puede ser el comienzo de alguna otra cosa. Cada cual que evalúe este punto como crea conveniente.

uando exprimimos un racimo de uvas obtenemos mosto, que es el jugo de las uvas junto con muchas partículas de la pulpa, el hollejo y algunos otros elementos más diminutos que están en la piel de la uva.

Si dejamos fermentar el mosto obtenemos el vino, y la mayoría de las partículas que flotan caen al fondo de los depósitos, pero aún así, el vino no queda totalmente transparente, no, todavía están las diminutas levaduras (que son las que efectúan la fermentación del vino) y éstas hacen que el vino aparezca turbio. Para eliminarlas y dejar el vino limpio, se realiza la clarificación, que consiste en añadir algún compuesto "físico" (no químico) que arrastrará estas partículas (levaduras) al fondo. Por ejemplo, se suele usar la clara de huevo, la gelatina, la bentonita (un mineral), etc... Pero, que quede claro, que estos productos no quedan en el vino sino que actúan de "red" y filtro para eliminar impurezas y se van al fondo de los depósitos sin disolverse con el vino.

La Textura.

Vamos a denominar textura (visual) a lo que percibimos observando el vino, en cuanto a densidad y otras notas características (burbujas p.e.).

Si prestamos atención cuando se sirve el vino en la copa, podemos observar (además de escuchar) como cae teniendo así una primera idea de la densidad, de su "grosor", de su "cuerpo".

Al agitar la copa suavemente en círculos, vemos si el vino es más o menos "aceitoso" y en las paredes de la copa, las gotas caen más o menos rápidas, eso es lo que normalmente se denomina "lágrima". Si el vino tiene mucha lágrima, que cae lenta y gruesa, podemos decir que ese vino es "glicérico" (aceitoso) y con buen nivel de alcohol. Esto es un buen indicativo del cuerpo del vino.

El Color.

Es importantísimo el color del vino, son nuestros primeros datos y nuestro primer contacto con la copa que vamos a beber. Tres puntos primordiales nos darán una clara idea del vino: El tono de color, la intensidad y la brillantez.

La Brillantez

A simple vista descubriremos si el vino es de aspecto brillante o, por el contrario, es más bien apagado o mate. Este es, sobre todo, el indicador de edad del vino. En principio, los vinos jóvenes son brillantes y con el paso del tiempo van dejando de serlo. También, nos puede dar una idea del tiempo que lleva ese vino "abierto", es decir, si abrimos una botella de vino joven y tomamos una copa vemos esa brillantez; al cabo de unas cuantas horas, si tomamos otra copa, podemos observar que la brillantez inicial se ha ido apagando.

La intensidad de color

Si ponemos tres copas juntas con vinos jóvenes elaborados con la misma variedad de uva y de tres zonas distintas, de un vistazo podremos ver la diferencia de colores, unos serán más claros que otros, aunque el color sea más o menos el mismo.

Esto es debido a que el tono de color, más claro o más "cubierto" (oscuro) depende, sobre todo, del elaborador, pues el color se obtiene de las pieles de las uvas (hollejos) y depende de cuánto tiempo hayan estado en contacto con el mosto (vino) durante la fermentación. Cuanto más tiempo, más color.

Así explicado, puede parecer que las bodegas pueden dar al vino el tono que quieran, pero hay que destacar que no es así (o no debería serlo), pues, cuando juntamos el vino (mosto) con las pieles (hollejos), pepitas y demás partes de las uvas, no sólo estamos adquiriendo pigmentos de color, sino que también pasamos al vino otra serie de particularidades que pueden hacer que el vino quede mal elaborado, con mucho de algo y poco de otra cosa, o lo que es peor, con mucho de todo, incluso de acidez y mal sabor.

El Color

Por último, por medio del color podremos conocer inmediatamente el estado de un vino, la zona de procedencia, la variedad de la uva, la vida del vino, etc., claro está, que siempre con un margen de duda, todavía nos faltará llevarlo a la nariz y pasarlo a la boca.

En blancos, los colores mas "amarillentos" o "ambarinos", normalmente, indican que el vino está "evolucionando", que el vino está dejando su mejor momento de consumo. Esto mismo pasa en los rosados cuando el color tiende a naranja, color teja o color piel de cebolla. En los tintos, son los marrones y negros, los que dan el aviso al consumidor.

En los tintos hay que destacar el color, pues si observamos el vino de la copa un poco tumbada, vemos en el borde, donde

se juntan el vino y el cristal, algunos colores muy indicativos: El morado, violeta o azulado, nos indica que es un vino joven; el rojo sin violetas o incluso algo anaranjado, nos dice que es un vino con crianza (que ha estado metido en barrica de madera, normalmente roble); y si el color es ya anaranjado, marronáceo o similar, podemos decir que es un vino tipo "Reserva" o "Gran Reserva", que ha tenido una larga crianza en madera.


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Creado por J.Carlos Jimenez

Valladolid - España - Agosto de 1997


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