El cocido inaugural se celebró en la Venta de la Colilla, situada a unos 7 km. de Avila. Planeado en principio como un cocido para 12, al final fuimos 9 los asistentes.
La salida fue espectacular. La sopa de fideos fue engullida sin mayor problema, y la de pan cayó entre los vítores de los asistentes que nos las prometíamos muy felices. Pero en la fase de las verduras y los garbanzos empezamos a darnos cuenta de que la carrera no había hecho más que empezar. Hubo que hacer acopio de valor para superar esta etapa.
Finalmente, llegamos a las viandas. Hemos de reconocer que en este punto el fracaso fue estrepitoso. Como suele suceder a los principiantes, al no dosificar nuestras fuerzas en los primeros escarceos, nos encontramos con un muro infranqueable. Esta última bandeja se quedo casi intacta, con algunos mordiscos testimoniales, más por probar que por otra cosa.
Aún así, fuimos felicitados por el "maitre", no sabemos si por hacernos la pelota o porque realmente habíamos dejado alto el pabellón.