Ya vamos por el quinto. En este caso, y ante la imposibilidad de algunos de los miembros de asistir en estas fechas, se decidió convocar un cocido por el procedimiento de urgencia y el que no pueda venir peor pa él. El número de comensales fue inferior al acostumbrado, no obstante hemos de reseñar que tenemos una nueva incorporación y que además realizó la prueba de admisión (el baile del tocino) con gran maestría.
En esta ocasión el magno evento tuvo lugar en la Venta de la Tortilla, donde preparan un cocido de calidad aunque más ligero de lo que acostumbramos (casi nos lo terminamos, no digo más). Además, nos dejaron una salita para nosotros solos y así no manchamos a ningún turista como nos ha pasado otras veces.
Como siempre, alguno de los asistentes deslució el solemne acto con el soniquete de su teléfono móvil, que constantemente nos interrumpía. No vamos a dar nombre y no queremos interferir en relaciones de pareja, pero ya le vale al Pepo todo el rato con el telefonillo parriba y pabajo.