Esta ha sido la primera salida en busca de nuevas sensaciones garbanceras. Por primera vez, dejamos la Venta de la Colilla y nos fuimos hasta el bello pueblo de Tamames (Salamanca) para probar su afamado cocido. El pueblo está entre Salamanca y la Peña de Francia, a unos cincuenta o sesenta km
El local es grande y espacioso, algo que se echa de menos en la Venta de la Colilla, donde la reserva es imprescindible si se quiere tener sitio.
Aunque las comparaciones son odiosas, despues de probar el cocido de Tamames la conclusión sobre la primacía del cocido de la Colilla fue unánime. No obstante, recomendamos a los amantes del garbanzo y el tocino que se pasen por allí, pues merece la pena, es un buen cocido a un muy buen precio. El cocido incluye algunas variantes sobre el de la colilla, sobre todo en la sopa de pan y en las verduras y las viandas. El garbanzo es algo más pequeño y más duro, algo insípido para nuestro gusto.
Después de este cocido surgen propuestas como la de hacer un pin para los miembros y otras chorradas por el estilo, y se decide que el próximo tenga lugar en la sede social