La música en Los Monegros viene dada muy marcada por dos elementos: la gaita aragonesa y el dance.
El dance es una conjunción de elementos culturales que integra música, danza, teatro y poesía. Se da en los pueblos monegrinos e incluye los componentes típicos del dance aragonés:
Los danzantes se organizan en grupos de dieciséis hombres en cuatro cuadros. A veces, hay un quinto cuadro llamado cuadro de volantes, el cual está formado por niños. La vestimenta de los danzantes se compone de de alpargata abierta, media blanca con cascabeles a la altura de las pantorrillas, calzón corto, faja, camis blanca con bandas de colores cruzadas o mantonesy, dependiendo de la localidad, un cachirulo en la cabeza. Hay algún caso raro en el que hay danzantes vestidos de moros. Los acompañantes son el mayoral, el rabadán, el diablo, el ángel y el gaitero.
Otros ritmos que se integran en la música montenegrina son los formas de música vocal como la despertadera, el despertar o las coplillas, cantos interpretados al amanecer durante las fiestas. En el grupo que iba cantando había además un gaitero y un campanilla.
Los romances y coplas: los primeros relataban sucesos o hechos acaecidos mientras que las segundas eran rondas que se realizaban de puerta en puerta. Dentro de cada uno se tienen sus varianetes como los romances de quintos, bodas, de Pasión, de Navidad, etc.. Se interpretaban al anochecer, frecuentemente sólo por hombres acompañados por el gaitero.
Otros cantos colectivos son las rogativas, cantos de carácter religioso empleados muchos de ellos para pedir algún tipo de favor. Aquí tenemos los gozos, salves, viacrucis y villancicos.
Finalmente, hay además cantos infantiles, de cuna, de trabajo junto con las tonadas bailables como el fandanguillo de Robres o las seguidillas de Leciñena.