La gaita es el instrumento más conocido y que mejor define el folklore gallego. Su origen se remonta a tiempos muy lejanos, teniéndose constancia de su uso en grabados y capiteles, como por ejemplo en la iglesia de Esposende, del siglo XIII o incluso en la Catedral de León.
La gaita se compone fundamentalmente de tres partes: el fol, el puntero y el roncón.
El Fol es la parte de la gaita encargada de almacenar el aire soplado y, por medio de la presión ejercida por el brazo, expulsarlo a través del puntero.
Para su construcción se suele emplear normalmente el cuero debido a sus propiedades, que favorecen tanto el mantenimiento del instrumento como su buen tempero. También suele emplearse alternativamente el fol de hecho de piel de cabrito.
La mayoría de los foles existentes tienen un soplete por medio del cual se introduce el aire, pero también existe otro tipo denominado fol de barquín, en el que el aire de introduce por medio de un conducto que une el fol con un pequeño fuelle que, movido por el brazo del gaitero, introduce el aire. Este último tipo era más común en el sur de Galicia.
Esta es sin duda alguna la parte más importante de la gaita. Para su construcción se emplean principalmente maderas "exóticas", siendo los más frecuentes el boj, palo santo, palo rosa y granadillo.
Las diferentes notas se producen al tapar y destapar cada uno de los 8 agujeros (7 delante y 1 detrás) de que consta. Además tiene otros dos agujeros extras a la misma altura y situados en los costados inferiores del puntero, pero a diferencia de los anteriores son realizados por el constructor de la gaita con el fines de afinación.
La digitación puede ser de dos tipos: la abierta, que consiste en ir abriendo o cerrando los agujeros consecutivamente, produciendo así cada nota y la cerrada, cuyas notas se obtienen de diferentes combinaciones de posiciones de los dedos. La extensión de la gaita es la siguiente:
Las tonalidades más frecuentes son la de Sib, Do y Re, aunque hay gaitas afinadas en otras tonalidades como Fa, Sol, La, Si, Do brillante (Do Sostenido), etc.
Consta de tres secciones de madera (Copa, Segunda y Prima) que se ensamblan para formarlo. La afinación es de dos octavas por debajo de la tónica del puntero, produciendo el sonido grave de fondo que acompaña la melodía. Además del roncón, también suele haber dos partes más en la gaita: la ronqueta y el chillón.
La ronqueta consta de dos secciones (Prima y Copa) saliendo del lateral del fol y con una afinación de una octava por debajo de la tónica de puntero mientras que el chillón tiene dos secciones (Prima y Segunda) afinándose con la tónica del puntero, situándose también en un el mismo lateral de la ronqueta pero por encima de la misma. Para más información sobre la gaita, consultar las páginas de Manuel Carro.