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¿Sabías que aplaudir para premiar la actuación o los logros de alguien era una práctica común ya en las más antiguas civilizaciones?
La antropología afirma que nuestros antepasados hacían chocar sus manos para dispersar a sus presas o para hacer llamadas de advertencias al grupo. El mismo chimpancé, por ejemplo, golpea sus manos y pies en situaciones de peligro o estrés. También se dice que dicho sonido se empleaba para poder comunicarse a largas distancias.
En realidad, se desconoce cómo llegó a pasar a ser muestra de aprobación, pero ya en la época de los romanos los aplausos eran utilizados por el público en los teatros y en el circo. Hay referencias de su uso incluso en el antiguo Egipto. Algunos dicen que es la alternativa a distancia de darle palmadas a alguien en la espalda para felicitarlo por una buena actuación.
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