Escritos de Nichiren Daishonin

El invierno siempre se convierte en primavera

Gosho Zenshu, p谩g. 1252 (fragmento)

Los que creen en el Sutra del Loto son como el invierno, que jamás deja de convertirse en primavera. Nunca he visto u oído que el invierno retroceda y se convierta en otoño. Ni he escuchado, tampoco, que ningún creyente en el Sutra del Loto siga siendo un mortal común. Un fragmento del sutra afirma: "Entre los que escuchan esta Ley, no hay uno solo que no alcance la Budeidad".

 

"Los Principales Escritos de Nichiren Daishonin", Vol. I, p谩g. 152.

 

Antecedentes

 

Un a帽o despu茅s de su regreso de la isla de Sado, Nichiren Daishonin se retir贸 al monte Minobu, desde donde escribi贸 a Myoichi-ama, una seguidora emparentada con Nissho, uno de los seis sacerdotes principales. El Daishonin le envi贸 varias cartas, y, por su contenido, podemos decir que era una fervorosa creyente, una persona muy bien educada, que ten铆a una constituci贸n f铆sica d茅bil. Esta misiva est谩 fechada en mayo de 1275.

La destinataria hab铆a perdido a su esposo y encontraba muy dif铆cil criar sola a sus dos hijos. Nichiren Daishonin estaba preocupado por Myoichi-ama y la alentaba a no afligirse por la muerte de su marido. En un conocido pasaje, le dice que los creyentes en el Sutra del Loto son como el invierno, que nunca deja de convertirse en primavera. Esto significa que, a trav茅s de la fe en el Gohonzon, todos los sufrimientos, pueden, sin falta, convertirse en felicidad y que, sin lugar a dudas, los creyentes gozar谩n de un tiempo primaveral en su vida.

 

Puntos principales

 

 

Explicaci贸n

 

Palabras eternas que graban el ritmo de esperanza de la Ley M铆stica

 

"El invierno jam谩s deja de convertirse en primavera" es una frase que transmite perfectamente el "ritmo de esperanza ilimitada" de la Ley M铆stica que palpita en el universo y en nuestra propia vida. El objetivo de la fe no es otro m谩s que manifestar en nuestra vida este ritmo de la Ley M铆stica y lograr la iluminaci贸n en esta existencia. Este texto pertenece a una carta enviada a Myoichi-ama. Aunque el marido de Myoichi-ama, durante la persecuci贸n de Tatsunokuchi, sufri贸 la expropiaci贸n de sus tierras debido a su fe, continu贸 con su pr谩ctica y finalmente falleci贸 mientras el Daishonin estaba exiliado en la isla de Sado. Su esposa continu贸 con la fe, mientras luchaba contra las dificultades de la vida y se ocupaba de su hija enferma. "Los que creen en el Sutra del Loto son como el invierno, que jamás deja de convertirse en primavera" son palabras de gran misericordia que abrazan a la familia de Myoichi-ama. El Daishonin la alienta afirmando que el marido, quien persever贸 en la fe enfrentando persecuciones tan duras como d铆as inh贸spitos de un invierno, ha logrado la iluminaci贸n, y que sin falta tambi茅n llegar铆a para Myoichi-ama la primavera de la iluminaci贸n.

El Sutra del Loto declara que "todas las personas son Budas". En esta 茅poca llena de males del 脷ltimo D铆a de la Ley, las personas que creen en el Sutra del Loto y se esfuerzan con la convicci贸n de lograr la iluminaci贸n, al estar luchando por la felicidad de las personas sin falta enfrentar谩n persecuciones. Sin embargo, persecuciones que son debidas a la fe en el Sutra del Loto no son en vano. Son persecuciones que nos forjan en la fe y nos permiten manifestar la fuerza ilimitada de la Ley M铆stica en nuestro propio ser. Por eso dice "el invierno, que jamás deja de convertirse en primavera" y "Entre los que escuchan esta Ley, no hay uno solo que no alcance la Budeidad".

 

Para que el invierno de las dificultades de paso a la primavera de la Budeidad

 

Solo la persona que tuvo que soportar la dureza del invierno puede comprender en el fuero m谩s 铆ntimo de su ser la alegr铆a de la primavera. De igual modo, la persona que atraves贸 el invierno de la vida mediante la fe, puede recibir la primavera de la iluminaci贸n. El presidente Ikeda dice: "El invierno es el tiempo para recargar energ铆as y preparar el terreno para recibir una maravillosa primavera. Es el momento en que acumulamos la energ铆a para la iluminaci贸n eterna e indestructible, y en que almacenamos una energ铆a vital capaz de proyectarnos a dimensiones tan vastas como el cosmos. Esta fuerza se incrementa a medida que enfrentamos m谩s y m谩s dificultades. La persona que sigue la Ley correcta sin falta ver谩 llegar su tiempo de primavera".

"El invierno jamás deja de convertirse en primavera". Grabemos en el coraz贸n estas palabras eternas, y avancemos por el camino de la victoria plenos de coraje.

 

Daibyakurenge, septiembre de 1999, p谩g. 39 a 41.

 


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