La verdadera juventud no conoce el letargo
Tampoco retrocede ante las dificultades.
Aún ante los más grandes obstáculos
que aparezcan en su camino
deseo que los jóvenes,
inspirando profundamente y golpeando la tierra,
con coraje, se desafíen sin límites.
Allí esta el espíritu de la juventud.
“Por una Vida Brillante” (pág. 15)