BUENOS AMIGOS Y MALOS AMIGOS (Parte 2)
"Al relacionarse con buenas personas, naturalmente el corazón, la conducta y las palabras se vuelven correctas". (Gosho Zenshu, Pág. 1591)
(Primera parte en El Sol 64)
Hasumi: Buenas noches.
Shinkawa: ¡Ah! Hasumi…
Hasumi: ¿Puedo pasar?
Al decir esto, Hasumi ya había entrado al vestíbulo y se estaba sacando los zapatos. Todo lo hizo con la rapidez de la persona experimentada en cientos de batallas.
Hasumi: Asi que fuiste a la actividad de hoy, ¿no es verdad? Escuché el relato de Washiyama. El también reflexionó acerca de lo que hizo.
Shinkawa: En particular, acerca de lo que me dijo Washiyama, no le presté demasiada atención. Pero en verdad, me cayó como un balde de agua fría (risa amarga). Es que en el shakubuku no obtuve buenos resultados y me reprobaron en el examen de estudio. Realmente creo que he fracasado. Voy a esforzarme nuevamente en el gongyo y en el daimoku, sólo, y cuando me sienta mejor, sin falta me presentaré en alguna reunión de cabildo. No te preocupes por favor...
Hasumi, que siempre escuchaba atentamente a las personas, no pasó por alto la palabra "sólo".
Hasumi: ¿Tienes el Gosho?
Shinkawa: Claro que si.
Hasumi: Yo también me alejé de las actividades debido a palabras pronunciadas sin ninguna mala intención por uno de mis predecesores. Entonces, un responsable me enseñó estas palabras del Gosho. Es un poco largo pero... podrías leerlo?
En efecto, en los momentos de sufrimiento, las palabras sinceras del Gosho nos brindan el alivio de un viento favorable.
Shinkawa: "Sin embargo, engañados por personas malévolas, con el tiempo abandonaron el Sutra del Loto. Descendieron a las doctrinas de los sutras Kegon, Hannya, Daijuku o del Nirvana, e inclusive hasta los sutras Dainichi, Jimmitsu o Kammuryoju o a las enseñanzas del Hinayana, representadas por los sutras Agon. Prosiguieron con su declinación y, de los estados relativamente benéficos de Extasis o de Tranquilidad, finalmente cayeron en los malos caminos". (Los Principales Escritos de Nichiren Daishonin, Vol. 1, pág 132). ¡Es muy difícil! No entendí nada...
Hasumi: Está bien. Voy a explicarte. Se trata de la psicología de la declinación en la fe.
Shinkawa: ¿Y qué es eso?
Hasumi: Las personas malévolas a las que se refiere el Gosho serían los malos amigos y, una forma de declinar en la fe es, en un principio, abandonar el Sutra del Loto y, de a poco, caer en doctrinas inferiores. Luego, finalmente caer aún más en dichas doctrinas. De esta manera, poco a poco, uno se aleja de la práctica correcta y va cayendo en los tres malos caminos. No hay personas que decidan, desde un principio, traicionar o declinar en la fe. Sin embargo, como le ocurre a los malos amigos, poco a poco la fe se va debilitando y cuando uno se da cuenta de ello, es demasiado tarde y el mal se ha expandido como un cáncer. ¡Así es de terrible!
Shinkawa: ¡Pero yo no me estoy debilitando en la fe!
Hasumi: Eso es lo que yo también sinceramente pensaba cuando me alejé de las actividades. No obstante, si uno deja de ir a ellas una sola vez, después empieza a alejarse considerablemente. Así es.
Shinkawa: Creo que lo estoy entendiendo.
Hasumi: Nichiren Daishonin escribió: "Es como si se reunieran todas las personas de las diez direcciones del universo que han cometido las cinco faltas cardinales ". (Gosho Zenshu, pág. 1054). Esto significa que el Japón es como un país donde se han reunido las personas que han cometido los crímenes más grande desde el punto de vista del Budismo. O sea, hay muchas personas intratables, ¿no te parece? (risas). Por eso creo que la organización es muy importante. Es fácil dejarse desviar por cuestiones de sentimientos. Y más aún para nosotros que vivimos en un país de personas malévolas. Una sola gota de agua terminará secándose, pero si esa gota está junto a otras formando una corriente (los buenos amigos) ¿qué es lo que pasa? En el Gosho, Nichiren Daishonin escribió: "Al relacionarse con buenas personas, naturalmente el corazón, la conducta y las palabras se vuelven correctas". (Gosho Zenshu, pág. 1591). Este gosho nos enseña que alguien rodeado de buenas personas, aunque no haga nada especial para cambiar, su corazón y sus acciones se vuelven correctos. A veces puede suceder que cuando estamos cansados nos enojemos fácilmente. O que nos dirijamos por un camino incorrecto Pero no nos perderemos si estamos luchando por el kosen rufu junto a los buenos amigos, alentándonos mutuamente en la experiencia en la fe. ¿Conoces al rey Ashoka?
Shinkawa: Sí.
Hasumi: Alrededor del siglo III a.C. el rey Ashoka promulgó una serie de edictos que fueron grabados en piedras y pilares: "Mientras que el sol y la luna brillen, debemos vivir en armonía". Las personas que practican el Budismo siempre protegen la unión de los buenos amigos. Quizás parezca una afirmación muy severa, pero, por ejemplo, si hubiera un predecesor sin corazón que absurdamente pronunciara palabras sin sentido y tú, Shinkawa, te alejaras de la fe, esto equivaldría a una victoria del ejército de los demonios, porque una persona estaría apartándose de la unión de los buenos amigos. Por eso, no debes alejarte, pase lo que pase. Si llegas a hacerlo, el líder Washiyama se convertirá en un mal amigo.
Shinkawa asintió con la cabeza. Por fin, había entendido las palabras pronunciadas de corazón por Hasumi.
Hasumi: Por supuesto que no es bueno asentir a cualquier cosa que nos diga nuestro predecesor. Debemos luchar sin cuartel contra las personas que usan a la organización para proteger su propia posición, y tratan de obstruir el kosen rufu y nuestra fe. ¡Construyamos una sólida unión de buenos amigos que pueda percibir agudamente quienes son los malos amigos!
Afuera, cerca de la puerta de la casa de Shinkawa, se siente un ruido de bolsas de plástico. ¿Quién será?
Shinkawa: Pasa, pasa.
Quien aparece en la puerta es el líder Washiyama, quien saluda con la mano. Trajo bebida y comida de una tienda de 24 horas.
Shinkawa: Tranquilízate. No voy a hacer de ti un mal amigo de la Ley.
Washiyama se extrañó ante esta reacción pues no entendía el porqué. Hasumi se rió con ganas. ¡Este cabildo es una hermosa reunión de buenos amigos!
Daibyakurenge, agosto de 1999, pág. 54 a 56.
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