- ITALIA '90 -
 
 
Se repite la final de 1986

Italia de nuevo hacía su fiesta. El país que mostraba al mundo el mejor fútbol, el de más alta calidad y el cual concentraba a los hombres de mayor categoría en el ámbito del balompié, quería demostrar su hegemonía iniciada con la conquista de los tres torneos europeos de clubes.

Todo estaba preparado para que los italianos y, más aún, los amantes de esta apasionante disciplina deportiva, repitieran la celebración del año 1934 cuando la bota italiana tuvo el privilegio de organizar el Campeonato Mundial de Fútbol, con la inmensa satisfacción de coronarse en su propia casa. ¿Por qué no repetir la hazaña? ¿Qué o quién se los iba impedir? Precisamente, los campeones vigentes; la selección argentina, cuyos integrantes se abrieron camino en la liga del mundo, convirtiendo en dioses a los radicados en este continente, venida a menos durante la fase final, iba a estropear el sueño italiano.

Argentina y Alemania: dos países diferentes, dos continentes enfrentados, dos técnicas futbolísticas opuestas, serían los protagonistas de esta cita mundialista que dejaba en el camino a los dueños de casa.

Alemania, de fuerte temple, jugadores fornidos, bicampeona mundial, quería sacarse la espina de la pasada cita mexicana. Para ello desarrolló una primera fase impecable derrotando a Yugoslavia y Emiratos Arabes Unidos, empatando sólo con Colombia, en memorable fecha que nos hizo poner a todos de pie con ese emocionante gol, a ritmo de vallenato, revolviendo nuestra sangre hispana. Vence a la "naranja mecánica", y al equipo checoslovaco, para dar la pelea en semifinales.

Tan impecable trayectoria contrasta con la de la selección albiceleste. A pesar de posarse en suelo italiano con la corona obtenida cuatro años atrás, su primera fase está marcada por una derrota, un triunfo y un empate que, a duras penas, la convierten en una de las terceras mejores clasificadas.

Ante Brasil, en mejores condiciones, tienen todas las de perder. Pero la genialidad del "pibe de oro", Diego Armando Maradona, junto a otro mago del balón como Claudio Caniggia, sentencian el partido en los últimos minutos y mandan a la selección carioca a casa, antes de lo que esperaban.

A partir de este momento, Argentina resucita en cada uno de los partidos gracias a la oportunidad de los penales. Esta táctica, injusta para algunos, afortunada para otros, va a permitir que la selección gaucha diga presente en semifinales, llevándose por delante a la selección "azzurra" que nunca perdonará tamaña afrenta. Junto a los goleadores, quienes siempre se roban el show por ser los que concretan el tanto de la victoria, en esta fase adquiere categoría de ídolo un portero, quien apareció en la escena por la puerta de atrás, permitiendo su presencia las fracturas sufridas por el Nery Pumpido y pasando por encima de los ya convocados Sergio Goycoechea.

Llega la cita final. Se repiten los contendientes de 1986. Si Argentina se había adueñado del mundo en tierra americana, seria lógico pensar que tocaba el turno a los europeos en el viejo continente. Estaban frente a la constancia y la irregularidad; el acierto de un momento ante la eficacia de todo un partido: América y Europa.

Un penalti, todavía discutido, entregó la copa a los teutones. En el momento decisivo, cuando más falta hacia la seguridad y fortaleza del "muro" Goycoechea , se había colocado un balón que para muchos hacia justicia al juego constante y equilibrado, a veces fríamente calculado, de los jugadores alemanes. De esta manera, en un partido que no pasará a la historia como uno de los más vistosos y entretenidos, se decide al campeón de fútbol del mundo.

Muchos, en tertulias particulares, debatimos acerca de la justicia o injusticia. De los aciertos y los errores, de las verdades y las mentiras. Pero, al final, resulta que el balón es redondo y un solo chispazo de genialidad convierte esta disciplina deportiva en una de las más fascinantes del orbe.

Alemania, se coronó como Tri-Campeón mundial, tras derrotar al equipo argentino. Tercer lugar Italia, y cuarto Inglaterra.

La trayectoria del equipo Alemán ha sido muy destacada, titulándose como campeón en 1954,  1974 y en el presente mundial de Italia´90.

Como máximo anotador destacó el italiano Salvatore "Toto" Schillaci, con 6 tantos, seguido por Tomas Skuhravy de Checoslovaquia.

 
 

DERECHO DE COPIA - PEÑA / SUAREZ - 1998
MAR DEL PLATA - ARGENTINA
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