Los dictadores
¿tienen amplia la frente y triste la razón,
el gesto casi abuelo
y un gran miedo a la muerte?

Los dictadores
¿sudan la soledad en su almohada
y un útero distante los consuela?

Los dictadores
¿sueñan con ser el toro de las cinco
y se chupan el dedo mientras duermen?

Los dictadores
¿cuándo salen al ruedo de la historia
llevan el gesto manso
y escarban en la arena?

Los dictadores
Salen siempre a las plazas
sin indulto posible.
 
 

(Javier Egea)
 

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