Poesía Latinoamericana Femenina
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Rosa Virginia Martínez 1915 - 1983

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Careta / Pantalones / Faldas / Mi Niña i la Rosa / Palmera / Barco en la Lejanía / Viaje / Muerte Mínima / Poesía / Yo Soy / La Negra Bruna / Más Allá / Ves, Ya Paso / Palabra / Era un Pueblo / Un Barco / Luna / Quiero Volver / Verdad / Infancia / Carta / Libre / Arena / En un Album / Carta a un Poeta / Hambre / Nada Tengo / La Calle / Trotar / Azul i Negro / Yo la Siento / Entonces / Tu Risa / Espanta Pájaros / Perdóname Selene

 


 

Careta

 

¿Tengo cara de Poeta?

Perdóname, Señor:

si he resuelto

alguna vez

usar esta careta.

 

Arriba!


 

Pantalones

 

La criada de mi casa

usa pantalones.

!Quién lo hubiera

creído:

después de VEINTE SIGLOS

de rezos y sermones!

 

Arriba!


 

Faldas

 

Los hombres

-hay muchas excepciones-

usan faldas,

pelucas y carteras.

!Qué barbaridad!

¿Por qué ese absurdo

empeño

de pasar la frontera?

!Oh Dios:

¿perdiste la receta

o se alteró el producto?

Recoge esos Adanes

de faldas y carteras,

y también esas Evas,

que las dan por ser hombres

en formas y desmanes.

Amásalos de nuevo:

que sean macho y hembra

sin prestarse a relevo.

 

Arriba!


 

Mi Niña i la Rosa

 

Cabellera de luna

tiene mi niña,

cabellera de aroma

tiene la flor.

I la rosa y mi niña

son una cosa:

porque no sabré nunca,

si mi niña es la rosa

o la rosa es mi niña,

de tan leves y hermosas

que están siempre las dos.

 

Arriba!


 

Palmera

 

Palmera, palmera sola,

duermes de pie, vigilante,

y refrescas tu semblante

con la llovizna y la ola.

 

Arriba!


 

Barco en la Lejanía

 

La vela es una gaviota

que pica el azul del lago,

y es !admiración! remota

que se diluye de un trago.

 

Arriba!


 

Viaje

 

Voy de viaje en un camión,

!qué polvareda levanta!

pasa el muro y el zanjón,

mientras la mañana canta.

 

Es nuevo todo el paisaje,

y en romántico desvelo,

yo voy bebiéndome el cielo

en la solapa del traje.

 

Voy de viaje en un camión

a soñar en la alquería,

que la vida es un montón

de burbujas de alegría.

 

Arriba!


 

Muerte Mínima

 

!Era tan frágil:

con toda el alba

en su tallo,

y el rosicler de su frente,

trasunto acaso

de leve criatura!

 

Entre la espina

y el aroma:

la gracia

de su fina arquitectura.

Temblaba

entre la brisa,

y era seda y silencio

su sonrisa.

 

Pero una tarde

se murió !Dios mío!

la rosa que era amante

del alba y el rocío.

 

Mínima muerte

sobre mi corazón

fuerte y callado.

Muchas rosas se han muerto

desde entonces:

pero la rosa

que murió esa tarde,

!jamás yo la he olvidado,

jamás la olvidaré!

 

Arriba!


 

Poesía

 

He dado muchas veces

mi dulce poesía,

y ahora que madura

es miel de hipocresía

 

Yo no tengo la culpa:

La herida del camino,

Taimado tornó el paso

Y agua doy por vino.

 

Cuando brinde el racimo

dorado y refrescante,

prefirieron gozosos

las espinas punzantes.

 

Ahora les doy frutos

carcomidos de otoño;

y cubro la corteza

de matices dorados,

para hacerles creer

que de nuevo retoño.

 

Arriba!


 

Yo Soy

 

Yo soy un ser hambriento

de mares y de estrellas,

de pan y de caminos

que mitiguen el hambre

de mi pardo destino.

 

Yo soy un ser hambriento

de versos y panales;

hambriento de cristales

y gratas melodías,

que mitiguen la noche

de mi eterna agonía.

 

Arriba!


 

La Negra Bruna

 

La negra baila, baila en la noche,

mostrando todo con gran derroche.

 

La negra baila, baila de día,

Derrama llanto... melancolía...

 

Baila con luna, baila sin luna,

La negra loca, la negra Bruna.

 

Arriba!


 

Más Allá

 

Más allá de la

rosa,

esta ternura transmutada en

lumbre.

Más allá de la

rosa,

este perfume transmutado

en ala.

Más allá de la forma

y el sonido,

!el sueño, el sueño!

transmutado en

vida.

 

Arriba!


 

Ves, Ya paso

 

Ves, ya paso mi cansancio;

porque miré un jazmín

que ahogaba su blancura

en el silencio,

de la tarde

de abril.

 

Ves, ya paso la angustia

de mi pecho,

porque miré el ocaso

derramando colores y colores

sobre los campos ebrios de flores.

 

Ya ves,

la herida fue muy honda,

!muy honda!

pero ya la curó

el rumor de la fronda.

 

Arriba!


 

Palabra

 

Ternísima dulzura

la de aquella palabra,

que se perdió una tarde

en el verde tenaz

de la espesura.

 

Interrogo a las hojas,

al rocío, a la abeja,

pero nadie responde.

Sin embargo,

a veces yo la escucho,

a veces sé que ronda

como una vaga queja

muy dentro de mi alma.

 

Arriba!


 

Era un Pueblo

 

Era un pueblo sin nombre

donde te conocí.

En el pueblo había

un río,

un lucero en la tarde

y un pájaro cantor.

 

Un pueblo de recuerdos

donde la gente iba,

a curarse en silencio

los males del amor.

 

Yo iba alegre,

sin penas ni destino,

simplemente a bañarme

en las aguas serenas

del río de cristal.

 

Pero miré tu imagen

reflejada en el agua,

y desde entonces

todos,

mis sueños fueron penas,

y desde entonces triste

por siempre me quedé.

 

Arriba!


 

Un Barco

 

Quiero pintar

un barco,

blanco... blanco...

que recoja toda

la sangre negra

que manchó

mi Lago.

 

La sangre negra

que manchó consciencias,

y que esta

cubriendo

el mundo

de armas,

de sangre roja

y negra muerte.

 

Quiero pintar

un barco,

inmenso y vivo

que cargue

con la muerte.

 

Arriba!


 

Luna

 

Cuelga la luna

de un cocotero.

Preñada del Lago

se avienta

y revienta

frente al Catatumbo,

que le tira

alegre:

pañales de lumbre.

 

Arriba!


 

Quiero Volver

 

Tanto leer y leer,

y no se nada

de nada.

Los libros

y los hombres,

solo enseñan

de política

petróleo

y dinero.

 

Quiero volver

a mi cartilla,

cuando aún creía

que el cielo

era de miel,

y la luna un juguete

que al fin alcanzaría

si llegara a crecer

 

Quiero volver

a mi cartilla,

cuando aún no había

visto,

cuajarse una lágrima,

en los ojos serenos

de mi madre.

 

Arriba!


 

Verdad

 

!Dame la mano, mujer!

Quiero ayudarte

a conquistar

la Verdad.

Tu vida es hambre,

es llanto

y soledad.

 

!Dame la mano, mujer!

Quiero ayudarte

a conquistar

otro horizonte.

Tu horizonte es de piedra,

de sombra

y huracán.

Más, las piedras

también tiene música;

pero a los pobres

nos engañan

con la música

de un caracol.

 

Dame la mano

para ayudarte

a forjar otro horizonte:

otro horizonte de verdad.

 

Arriba!


 

Infancia

 

!Quién pudiera

regresar a la infancia!

Creer en todo,

jugar con el lodo.

 

Quién pudiera

regresar a la infancia:

mirar la luna,

saber que es una

y !nada más!

 

Quién pudiera

regresar a la infancia:

tener un barco

de papel,

y ver que se aleja

sobre las ondas...

para !jamás volver!

 

Arriba!


 

Carta

 

Te escribo esta carta

para pedirte paz:

la paz de un beso,

la paz de un camino,

la paz de un barco,

navegando siempre

sin destino,

en alta mar.

 

Arriba!


 

Libre

 

!Soy libre!

No tengo nada más que:

un caballo,

un árbol

y una estrella.

 

Caballo de viento,

cabalgo y cabalgo,

apenas lo siento.

 

Arbol de ensueño,

lanza a los hambrientos,

tus sonoros frutos

dulces y pequeños.

 

I la estrella,

¿se apagó la estrella?

Lloro.

!Soy nada sin ella!

 

Arriba!


 

Arena

 

Eso es todo lo que he sido

en esta vida:

un puñado de arena

tirado a los vientos.

!Mis sueños de arena!

 

Unos granos aquí,

otros más allá.

 

Arena en la tierra,

arena en el viento.

 

!Oh, mis sueños, mis sueños,

cómo van mis sueños

rodando en el mundo

y nadie los ve.

 

Arriba!


 

En un Albúm

 

Toma esta canción

de pájaros,

para tu álbum de

luna.

Soñando sueños, !despierto!

bajo el cielo de tu huerto.

 

Ofrenda de aroma

y luna

para tu álbum de espuma.

 

¿Qué más te diré?, pequeña,

!Ah! te pido que siempre olvides los males que da la vida.

 

Arriba!


 

Carta a un Poeta

 

Poeta amigo:

Estoy leyendo

tu libro.

Es una concha

marina,

cantando en la arena

fina.

Es un pájaro que

vuela,

y en la cumbre

se desvela.

Tu libro

fue mi alegría,

en una hora vacía.

Volveré a leerlo, amigo,

porque es bueno,

te lo digo

con la frase más

sincera,

que me dio

la primavera.

 

Arriba!


 

Hambre

 

Escuché tantas

veces:

!tengo hambre!

a los niños del barrio,

a los niños sin padre,

que viven al azar.

 

Los niños sin juguetes

ni destino,

que tomaron tal vez

cualquier camino.

 

Quizás ya serán hombres,

arañando la sombra

del algún presidio insano,

porque una noche de hambre

alargaron la mano

para robarse un pan.

 

Arriba!


 

Nada Tengo

 

Ponme algo en las manos:

una limosna, un verso, una sonrisa.

Ponme algo en las manos:

una lágrima, una flor,

o una pequeña luz multicolor.

 

Nada tengo

en estas manos tristes y dolientes.

!Manos que apenas saben

del peso de mi frente!

 

Arriba!


 

La Calle

 

Me trago la calle

de la media noche:

con sus borrachitos,

sus pillos errantes,

sus atracadores,

sus mujeres grifas

en los bares sucios

de licor y sombra.

 

Ventanas calladas

puertas silenciosas

que con ojos vagos

ven todas las cosas.

 

Me trago la calle

oscura y profunda,

y sobre los techos

la luna redonda.

 

Arriba!


 

Trotar

 

Quiero

en el caballo

de la sombra

trotar y trotar

 

Pasar los abismos,

todas las fronteras,

los mares, las selvas,

lagos y desiertos,

trotar y trotar.

 

Trotar por los mundos,

trotar por los cielos,

trotar sin descanso

trotar y trotar.

 

Arriba!


 

Azul i Negro

 

Amo ese azul

que se durmió en tus

ojos.

I el sueño azul

que nunca realicé.

Amo el azul de cielo

que en desvelo,

mirándolo y mirándolo

y... !de tan azul se fue!

 

Todo se volvió negro:

tus ojos en la tumba.

El sueño: abismo cruel.

I el cielo tan azul:

!una noche sin fin!

 

Arriba!


 

Yo la siento

 

¿Por qué es salobre

el mar?

Más,

no importa,

yo tengo una vena

de agua dulce,

que fluye

de mi propio corazón.

 

Cuando mi madre habla,

yo la siento.

Cuando cantan

los pájaros,

yo la siento.

Cuando despiertan

las rosas,

yo la siento.

 

Cuando cae una

estrella,

yo la siento.

Cuando ríe un niño,

yo la siento.

Cuando despierta

el amor

yo la siento

y sé que se desborda

de mi pecho.

 

Arriba!


 

Entonces

 

Entonces,

yo caminaba por las calles

de mi ciudad,

con las patitas tuertas

de querubín goloso.

 

I llegaban los barcos

con montañas de plátanos

sedosos;

yo miraba

desde el malecón

ruidoso y alegre,

colgando como un fruto

de la mano segura

de mi madre.

 

I llegaban los barcos

con montañas relucientes

de naranjas fragantes.

Entonces,

el puerto era una fiesta

de colores.

I los chicos del barrio

comían y eran felices,

y los grandes vivían

satisfechos;

pero ahora,

no hay barcos, ni naranjas,

ni plátanos, ni nada.

En camiones muy grandes,

se llevan los frutos

por otros caminos

y a otros lugares.

 

Yo no sé qué comerán ahora,

los chicos

que hoy son tan pobres

como antes lo era yo.

 

Arriba!


 

Tu Risa

 

Quisiera ser

un barco,

para llevar

a todos los puertos

tu risa de almendra

y fino cristal

 

En cada puerto

un copo alegre

yo dejaré.

I así,

llenaré el mundo

de campanas y campanas,

que suenen y suenen

cual fino cristal.

 

!Que alegre

tu risa,

yo llenare el mundo

con tu alegre

risa!

 

Arriba!


 

Espanta Pájaros

 

Soy un espanta pájaros

que cuida tu heredad

con amor y bondad.

Al soplo de los vientos

muevo mis brazos muertos;

y asustados a los pájaros,

huyen cuando advierten

mis señales inciertas.

 

Cuidaré tu mirada

sembrada en el camino,

tus ensueños de miel

y la raíz de tus ansias

floreciendo quimeras.

Cuidaré tu silencio

de cien olvidos tristes,

y el perfume incesante

de tantas primaveras.

 

!dulce huerto divino:

escancio tristemente

la ausencia de tu vino!

 

Cuántos frutos jugosos

sazonaron su pulpa

bajo este sol radioso:

llama,

piel,

y dulzura,

quizás para otras bocas

sedientas de ternura.

 

Mientras yo:

cual tétrica figura

seguiré en tu plantío,

hasta que caigan todos

los frutos del estío.

 

¿Seguiré para siempre?

Quizás, hasta que un día,

el vendaval siniestro

arranque mi ropaje,

y entonces,

quedaré lo que soy:

un poco de basura,

una pequeña cosa,

un nombre,

una migaja,

sin alma ni coraje

temblando en el paisaje.

 

Arriba!


 

Perdóname Selene

 

¿Tengo alma de Poeta?

Perdóname, Selene,

!oh, gran Señora Mía!

tú que inspirastes a tantos

palurdos en la tierra:

perdóname,

sí jamás antes de ahora

yo escribí poesía.

¿Me inspiraste una noche

de sortílego empeño,

o sembraste en mi frente

un mentiroso sueño?

 

Soné que era un Poeta

de transparentes alas,

y escribí este libro

desprovisto de galas.

 

¿Fue un sueño o realidad?

!Perdóname, Selene,

este es el fruto y tiene

la oscura claridad

de una noche sin sueño!

¿Soy un Poeta?

!Oh, pobre humanidad,

que jamas sabrá nunca

dónde está la verdad!

Arriba!

                             

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