Los
Dos Caminos
Solo hay dos caminos en la vida: Bien y Mal. No tienes porque atormentarte pensando en la
desgracia y el dolor; porque nadie te empuja hacia éste o aquél lado de la senda. Solo
tú, eres el dueño de tu destino y responsable de tu fracaso.
La oportunidad está delante de ti en cada minuto de, hora y día. En todo cuanto
emprendas, encontrarás que l senda se bifurca en bien y mal, noche y día, felicidad o
desgracia.
Nadie te engaña ni dice: "¡Toma de esta agua que es dulce y quita la
sed!" Y el agua que era impura, te amargó los labios e hizo blasfemar: "estaba
escrito". Solo los musulmanes en su obscura tradición, se inclinan ante la fatalidad
y la aceptan como algo irremediable.
Nadie dice a la rosa: envío una fuerte racha para que destroce tus pétalos; ni
las arenas del mar al niño; rompe el cristal del agua para que bajes a jugar conmigo; ni
una voz misteriosa al hombre que pasa: ¡mata para que se cumpla tu destino!
Si la ley de la evolución, - y la evolución solo cabe dentro del propio dominio o
libre albedrío- entonces, no se deben aceptar tales designios como leyes escritas.
En la vida, hay dos caminos para que tú puedas elegir: ¡la sobra o la luz!
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