Los
Buenos Días
¡Cuantos afanes en un solo día de tu existencia! ¡Cuánto temor y consternación por
aquello de la noticia inesperada y el trágico suceso del chico que se fue de bruces
fracturándose un brazo
!
Y recuerdas esto diciendo: "En tal día y tal fecha ocurrió este serio percance en
mi casa
"
¡Pobre barro, que se lamenta cuando los batracios mueven el pantano; pero jamas se
estremece de alegría cuando desciende y lo besa una estrella! Pocas personas dicen:
" El día más feliz de mi vida fué éste o aquél porque hube de realizar táles o
cuáles cosas
"
Muchas personas anotan en una libreta que siempre conservan en lugar de preferencia, la
fecha de nacimientos de sus hijos; pero si muere uno de ellos, no lo anotan porque tienen
la seguridad de recordarlo siempre
siempre
Aprende a recordar tus días buenos sin necesidad de acudir a tu diario o memorias.
Y cuando sobrevenga algún percance doloroso, piensa en tus días de felicidad y dicha; e
inmediatamente, tu angustia desaparecerá; porque en la vida, las proporciones mayores
vencen a las menores.
Nunca digas como en cierta ocasión que un ciego se lamentó: "Jamás he sido
feliz un solo día en mi vida porque nací ciego". Pues a su lado, un hombre que
moral y físicamente padecía mucho se apresuró a responder: "Ademas de ciego, yo
quisiera ser sordo e insensible como una piedra para librarme de este dolor que me devora
por dentro".
Enumera tus días felices, porque todo grato recuerdo, es ya una prolongación de
felicidad.
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