Ir a Página Principal

Los Misterios


Hoy tuve la oportunidad de hablar con un joven que se mostraba verdaderamente preocupado por los problemas e la vida y el Más Allá. Poseía una gran agilidad mental para expresar y defender tan intrincados asuntos; alrededor de los cuales, hubo de exponer razonamientos e hipótesis que nos llevaron por diversos caminos a investigar la ley de causa y efecto en todas las manifestaciones de la Naturaleza.

Cuando llegamos al punto de origen del hombre y su función como ser pensante, pareció perder el equilibrio de su razonamiento y exclamó: "La verdad es que eso es un profundo misterio que desconcierta al hombre. Ni el Génesis, ni Darwin, ni los más conspicuos investigadores, han logrado dar la clave exacta del impenetrable misterio que rodea el origen de la vida".

-¿Y eso lo llamas tu misterio? –me apresuré a interrogarlo-. Los científicos hablarían del protoplasma o capas celulosas que engendraron la vida en la gravitación evolutiva de los agentes psicofísicos. Sin embargo, esta composición de forma y esencia, escapa en su estado primario a la imaginación del hombre; pero, ¿crees que tal desconocimiento del principio vital o átomo-simiente debe llamarse misterio por el hecho de pasar ignorado por el hombre?

Si éste desde un principio hubiese estado capacitado para expresarse gráficamente por medio de un sistema invariable y único; tal vez, nadie hubiérase considerado impotente ante la extraña pictografía que usó el hombre primitivo para recordar los hechos y cosas que le rodeaban.













Si hubiera conservado el recuerdo de su formación y desarrollo, jamás habríase inventado la palabra misterio; porque en las leyes de la Naturaleza no hay misterios. Todo está sujeto a un ritmo determinado que –aun el hombre de la actualidad- no ha podido delimitar por su escasa evolución en el planeta.

 

1