Ciudad Iberoamericana

  Cartas de nuestros miembros:

 

 

Azores (de Capital Federal). POEMA DE AMOR

 

CANCION DE LOS AMANTES

Donde quiera en las noches se abrirá una ventana

O una puerta cualquiera de una calle lejana.

No importa donde o cuando...puede ser dondequiera

Ni menos en otoño, ni más en primavera.

Y hoy igual que mañana, mañana igual que ayer

Un hombre enloquecido besará una mujer.

Tal vez nadie lo sepa... Como tal vez un día

Todos irán sabiendo lo que nadie sabía.

Y para los amantes su amor desesperado

Podrá ser un delito... pero nunca un pecado.

Por eso el amor pasa por las calles desiertas

Y es como un viento loco que quiere abrir las puertas

Bien saben los amantes que hay caricias que son

No una simple caricia sino una posesión.

Y que un beso... uno solo puede más que el olvido

Si se juntan dos bocas en un beso prohibido.

No, un gran amor no es grande por lo mucho que dura

Si se parece a un árbol reseco en la llanura.

Y los amantes saben, que sin querer siquiera

Hay un amor que crece como una enredadera

Es natural que el agua de un estanque sombrío

Sueñe en sus largas noches con el viaje de un río.

Y si por algo es triste la lluvia que no llueve

Será porque es la lluvia condenada a ser nieve.

Es natural que un día comprendan los amantes

Que no hay nunca sin siempre... que no hay después sin antes.

Y así brota en el alma la rebelión de un sueño

Que es como un perro arisco que le gruñe a su dueño.

El amor... esa estrella de una sombra infinita

Aunque muera cien veces... cien veces resucita

Y suele ser un niño de manos milagrosas

Que rompe las cadenas y hace nacer las rosas.

Ya no habrá días turbios... ya no habrá noches malas

Si hay un amor secreto que nos presta sus alas.

Y el corazón renace con renovada fé

Igual que los rosales... que no saben porqué.

Donde quiera en las noches, puede abrirse una puerta

Pero... tan suavemente que nadie se despierta

Puede ser en otoño... puede ser en verano

Tanto un amor tardío... como un amor temprano.

Una mujer... un hombre... y un oscuro aposento

Y allá afuera en la calle... sigue pasando el viento.

Y si en la noche hay algo queriendo amanecer

Es simplemente un hombre que besa a una mujer.

 

 

Volver a la lista de cartas.

Volver a la página principal.

1