Ciudad Iberoamericana
Cartas de nuestros miembros:
Nicolás (de Córdoba). "El oso y los viajeros"
Dos viajeros iban juntos por la carretera cuando de repente apareció un oso.Uno de ellos corrió hacia un árbol de la vera del camino, trepo a las ramas y se ocultó.
El otro no era tan ágil como su compañero y, como no pudo escaparse, se arrojó al suelo y fingió estar muerto.
El oso se le acercó y lo olfateó, pero el viajero se quedó muy quieto y contuvo el aliento, pues dicen que un oso no toca un cadáver.
El oso lo tomó por un cadáver y se alejó.
Cuando pasó el peligro, el viajero del árbol bajó y preguntó al otro que le había susurrado el oso cuando le acercó la boca a la oreja.
El otro respondió:
-Me aconsejó que nunca más viajara con un amigo que te abandona a la primera señal de peligro.
El infortunio pone a prueba la sinceridad de la amistad.
Esopo